Con el alma consternada, pero con un sentido de justicia más grande que su miedo, Luz despertó este viernes decidida a cumplir con un arresto de 10 horas que le imputaron los jueces por no presentar al pequeño Luca a una visita con su padre.
No obstante, Valentín, su expareja, ha sustraído a su hijo en dos ocasiones y faltó a una de las convivencias, sin que las autoridades atendieran el caso o ejecutaran medidas cautelares en su contra.
Luz Arredondo, representante en Puebla del Frente Nacional Contra Violencia Vicaria (FNCVV), se entregó de manera voluntaria en la Fiscalía General del Estado (FGE) para cumplir con una orden de arresto por desacato. Posteriormente, será trasladada al Penal de San Miguel.
De acuerdo con la afectada, no se cumplió la determinación judicial sobre la visita decretada entre Luca y Valentín porque el menor se encontraba en la escuela; además, las denuncias que ella promovió en contra del hombre por la misma falta y otras agresiones, jamás procedieron.
“Yo no entiendo como después de que el señor sustrajo a mi hijo sin ninguna justificación y de que él es el violentador a la única que decreten el auto de detención es a mí. Me voy a presentar de manera voluntaria porque no tengo nada que ocultar, yo no hice nada malo”.
Ella, al igual que otras madres poblanas, confía en que el Congreso del Estado de Puebla tipifique la violencia vicaria y pueda sancionar a los agresores; además, existan mecanismos para que las autoridades actúen con perspectiva de género y eviten que existan arbitrariedades u omisiones.
Más de 500 días sin ver a Luca
Luz Arredondo es víctima y sobreviviente de violencia vicaria desde el 2020, ejercida por Valentín, su expareja, quien a pesar de ser denunciado en varias ocasiones no ha visto el actuar de las autoridades en su contra.
El hombre sustrajo a Luca por 18 meses, tiempo en el que, entre los retrasos propios de la emergencia sanitaria de covid-19 y la falta de resoluciones judiciales a sus denuncias, sólo pudo confiar en que su hijo estaba bien.
Luz es abogada y aunque no litigó, se desenvolvió como funcionaria pública y volcó su atención en la capacitación sobre derechos humanos.
Durante la espera de una respuesta favorable por parte de Poder Judicial del Estado de Puebla, recuerda que la canción “todo es posible” de David Bisbal, le ayudaba hacer todo lo posible por recuperar a su “cabeza de tomate” a como diera lugar.
“Para mí, fue muy difícil salir y decir que como funcionaria y abogada sufría violencia emocional, física y económica. Y ahora soy representante en Puebla de muchas mamás que, como yo, nos han arrebatado a nuestros hijos”.
En el 2021, y ante el tortuguismo de las autoridades, comenzó a evidenciar su caso, difundirlo a través de redes y en medios de comunicación, exigiendo a las autoridades que resolvieran su caso y le permitieran estar con Luca una vez más, presión mediática que agilizó los procesos legales.
Sin embargo, el padre también la había denunciado por varios delitos cometidos en contra del menor, y la condición para devolvérselo fue pactar convivencias en el área de psicología de la Procuraduría del TSJ, en la colonia Centro de Puebla capital.
Valentín solicitó un cambio de horario para las visitas, es decir, que ya no fueran los fines de semana, sino los días jueves, en un horario matutino, lo que Luz vio como un abuso, ya que ese es el horario escolar del menor, y a pesar de esa explicación el juez le concedió la razón al padre.
Poco después, el hombre volvió a retener al pequeño una semana más, argumentando un problema de salud y hasta un internamiento en el Hospital de la BUAP; sin embargo, Luz señaló que esto era mentira y había incurrido en desacato y sustracción, pero las autoridades lo permitieron.
Ella interpuso una nueva denuncia por esta situación, pero su expareja la denuncia por no presentar a Luca a una de las convivencias, aunque Luz argumentó que fue por estar en la escuela, pero sólo procedió la de él. El no presentar a un menor a la cita se penaliza con un arresto de 10 horas.
La activista diseñó una estrategia para evitar ser detenida en la calle o en su hogar, ante la mirada de su hijo, por elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE), así probaría que no tiene nada que ocultar y no crearía un mal recuerdo para su “cabeza de tomate”.
“Yo estoy tratando de evitar que él se entere de todo esto. Luca estará en la escuela, lo va a ir a recoger personas cercanas a mí. Yo no quiero que tenga un recuerdo de su mamá en donde la están arrestando. Que una mamá tenga que ser arrestada por defender a su hijo es demasiado”.
No obstante, esta mañana, cuando intentaron llevarlo a clases y hacer que este día pasara como cualquier otro para Luca, el abogado de Valentín y otros tres hombres aguardaban en la entrada, lo que la obligó a dejar al pequeño con su familia.
Confía en el Congreso de Puebla
La representante en Puebla del Frente Nacional Contra Violencia Vicaria (FNCVV) confió en que será la próxima semana cuando el Congreso del Estado de Puebla apruebe que la violencia vicaria sea considerada como delito en la entidad.
Reconoció la disposición que encontraron en las diputadas Aurora Sierra Rodríguez, Mónica Silva Ruiz y Mónica Rodríguez Della Vecchia para impulsar estas propuestas, mismas que fueron concretadas entre ellas la coordinación con el frente y en acompañamiento de más agrupaciones, entre ellas la Colectiva de Amorosas Madres Contra la Violencia Vicaria (CAM-CAI).
“Yo siento que mi dolor, y el dolor de mi hijo, tiene que ser para que a más mamás no les pase lo mismo, para que más niños no sufran algo así. Yo soy abogada, ¿te imaginas quienes ni siquiera saben que están atravesando por esto? Aquellas que no tienen apoyo, moral, legal o psicológico. La ley las ayudaría a todas”.
Adelantó que la tipificación de la ley cuenta con el apoyo de todas las integrantes de la Comisión de Equidad de Género en el Legislativo.
También recordó lo que es la violencia vicaria y porque es necesario que la sociedad entienda porque es necesario sancionarla; además, de visibilizarla, para que las mujeres que no sepan que esta también es una forma de violencia, puedan salir de una situación similar.
“Es una de las formas de violencia que cometen los hombres en contra de las mujeres, que, para evitar golpes o agresiones directas, buscan ejercer presión o sometimiento a través de los hijos, mediante la sustracción o manipulación emocional de los menores. Lamentablemente, también lo hacen a través de instituciones legales, promoviendo denuncias o demandas, algunas sin pruebas”.
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Foto: Agencia Enfoque