Evasión en el Transantiago: más allá de la responsabilidad individual

El gobierno centró su análisis en la persecución penal de los evasores y en la implementación de nuevos torniquetes en los buses, ¿pero es suficiente? ¿Qué nos está diciendo la evasión?

Evasión en el Transantiago: más allá de la responsabilidad individual

Autor: Felipe Menares

09 08 16 - evasion transantiago 600x400Esta semana el Directorio de Transporte Público Metropolitano dio a conocer las cifras de evasión del Transantiago, medición que alcanzó el 30% entre abril y junio. Uno de los operadores del sistema indicó que la evasión había significado una perdida de 51 mil millones de pesos. El gobierno centró su análisis en la persecución penal de los evasores y en la implementación de nuevos torniquetes en los buses, ¿pero es suficiente? ¿Qué nos está diciendo la evasión?

Para Andrés Fielbaum, magíster en Transportes de la Universidad de Chile, «centrar el análisis solo en la evasión, tiende a mostrar el problema del transporte público como un problema de responsabilidad individual”.

Para el ingeniero, el análisis debe situarse en las prioridades sobre las cuales se diseña un sistema de transporte. “Por varias décadas se ha potenciado el uso de automóvil privado y, por lo tanto, se hace muy difícil para el transporte público poder ofrecer una alternativa que sea, al mismo tiempo, eficiente y a un costo razonable para los pasajeros y el Estado», comenta.

Otra arista de la evasión concierne al nivel de ingresos de los pasajeros, puesto que en los grupos socioeconómicos C3, D + E, la evasión se eleva sobre el 30 por ciento, de acuerdo a datos del Ministerio de Transporte. Este aspecto evidencia la relación entre capacidad económica y la posibilidad de pagar un pasaje. Para Fielbaum, “es inmoral pedirle a una familia que destine el 20 o 30 por ciento de su presupuesto mensual a movilizarse por Santiago, que es lo que explica, básicamente, la evasión».

«Pedirles que paguen en Transantiago, quizá significa que dejen de comprar remedios o los útiles escolares para sus hijos. Creo que la salida más importante tiene que ver con una disminución de la tarifa y eso se consigue con mayor eficiencia, priorizando el transporte público por sobre el transporte privado», agrega.

El análisis de Andrés Fielbaum considera la relación entre el precio del pasaje, actualmente 640 pesos, y el nivel salarial de los santiaguinos. «Si uno compara el sueldo mínimo ($257.500) con la tarifa del Transantiago, la relación es particularmente alta, es decir, tenemos un pasaje muy caro en comparación con el sueldo mínimo. No es tan caro si uno lo compara con el ingreso per cápita, lo cual da cuenta que el problema trasciende al transporte y tiene que ver con la desigualdad que tenemos en Chile”, explicó.

Sin embargo, la búsqueda de soluciones no parece sencilla, considerando que los esfuerzos del gobierno priorizan el castigo a los evasores por sobre cualquier otra medida, como a Héctor Ramírez (VER NOTA), quien tuvo que pagar casi $70 mil y estuvo a punto de pasar los 7 días de reclusión nocturna.

Al respecto, el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo expresó que “quisiera trabajar en conjunto con los senadores para sacar pronto ese proyecto de ley que fortalece y da herramientas para combatir la evasión. Si las personas no van a los tribunales y no pagan la multa…por mucho que fiscalice, no hay efecto”.

Andrés Fielbaum destaca medidas adoptadas en otros países, además de la fiscalización, como “implementar formas de pago más baratas y sencillas para los usuarios frecuentes. Por ejemplo, pagos por semana o mensuales, que logran reducir el nivel de tarifa para las personas que usan el transporte público frecuentemente, que son, en general, los grupos más pobres de la población».


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