Hace algunos años se supo que el gobierno de EEUU, en una operación conocida como “Rápido y Furioso”, entregó desde 2006 armas a carteles de droga mexicanos para que, supuestamente, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos rastreara los pertrechos y encarcelara a bandas criminales.
La explicación oficial no convenció a todos. Menos a la familia del agente de la Patrulla Fronteriza Brian Terry, encontrado muerto con disparos en su cuerpo cuando trabajaba en Nogales, Arizona, mientras intentaba arrestar a cinco individuos en diciembre del mismo año, según reportaron distintos medios de comunicación.
Dos de las armas encontradas en la escena del crimen fueron vinculadas a “Rápido y Furioso”, dato suficiente para que su hermano, Kent Terry, indagara más en el asunto. Contrató los servicios del teniente coronel en retiro Matt Smith-Meck para esclarecer lo que eran, a su juicio, oscuros intentos del gobierno estadounidense por sepultar el caso.
Lo que Smith-Meck habría descubierto es sorprendente: cargamentos que salieron de EEUU y fueron vendidos en México a traficantes de armas de Medio Oriente. Un comandante de la Dirección de Vigilancia del Territorio de Marruecos, servicio de inteligencia de ese país, reportó en octubre de 2010 que las armas involucradas terminaron allá y estaban a punto de ser transferidas a grupos terroristas rebeldes en Algeria.
“No sólo armas y rifles”, declaró Smith-Meck al programa del locutor de radio Alex Jones este martes, “sino también granadas, lanza-granadas, lentes militares de visión nocturna, uniformes tácticos negros de fuerzas especiales”.
Para el ex oficial estadounidense, la información se une a la que fue entregada por el retirado piloto de la CIA Robert Tosh Plumlee, quien desde 2013 ha denunciado incansablemente los vínculos de agencias federales norteamericanas con el tráfico de drogas y el contrabando de armas, partiendo desde Ronald Reagan con el caso Irán-Contras, donde él mismo participó, hasta el día de hoy, en el marco de la ayuda que ha prestado EEUU a los terroristas que pretenden derrocar a Bashar Al Assad en Siria.
“Yo creo que esto es parte de una operación de tráfico de armas mucho más grande”, aseveró Smith-Meck, quien sospecha que el tránsito ilegal continúa. “Sabemos de algunos tipos envueltos, de hecho, en el transporte de este armamento, que en septiembre de 2010, de forma separada a lo que llamaríamos ‘Rápido y Furioso’, armas llegaron a México, a un pueblo de hecho, Caborca, se cruzaron con un dealer internacional de armas medioriental y estaban camino a Medio Oriente”.
Adicionalmente a aquello, el ex miembro de los Marines sospecha que el agente Terry pudo haber sido “asesinado por escarbar mucho en ‘Rápido y Furioso’, señalando haber sido él mismo objeto de hostigamientos”, reporta el portal Infowars.
El investigador sostuvo en la entrevista que debió dejar una constancia policial cuando, el 22 de marzo de 2015, un desconocido se le acercó de noche a golpearlo por la espalda, señalando “obviamente no estás entendiendo el mensaje, mantén la boca cerrada”.
Tratando de buscar apoyo, Smith-Meck, en representación de la familia del agente Terry, envió una carta al Congreso de EEUU explicando que el 19 de enero de este año 2016, la jueza Amy Berman de la Corte de Distrito de Columbia decidió liberar documentos de la Operación Rápido y Furioso que había sido retenidos por el gobierno, de manera tal que fueran entregaos a un comité de la Cámara de Representantes.
“Quizás este material reactivará la llama investigativa para miembros del Congreso y llevará respuestas a la familia Terry, al pueblo estadounidense y a la justicia”, concluye.
Hazte socio 👍
Con tu donación aportas a la sostenibilidad económica y existencia de este medio.
Elige cómo quieres aportar a la existencia y financiamiento colectivo de este medio!
Reveniu 
