«Un fracaso», así ha sido calificado el proyecto de la empresa británica de biotecnología Oxitec en Brasil, luego de que soltaran intencionalmente -desde hace varios años- miles de millones de «zancudos modíficados genéticamente», popularmente conocidos como «mosquitos mutantes», en «la microrregión» de Jacobina, ubicada en Bahía.
Por más de dos años -27 meses- el proyecto de la británica Oxitec intentó reducir la población del conocido zancudo «patas blancas», cuyo nombre científico es ‘Aedes aegypti’, con el objetivo de «frenar» la propagación de enfermedades transmitidas por sus picaduras, como fiebre amarilla, dengue, zika y artritis chikungunya.
Pero, un reciente informe sobre el tema que fue publicado por la revista Nature Scientific Report advierte que el ensayo experimental en el que se soltaron más de 450.000 mosquitos mutantes había terminado en fracaso luego que estos zancudos lograron aumentar su población, progagarse hacia otras zonas y crear una descendencia híbrida que es «aventajada biológicamente» al ser más fuerte y vorogoza.
De acuerdo con el estudio realizado por científicos de la Universidad de Yale (Estados Unidos) y publicado el 10 de septiembre pasado por la referida revista, el problema surgió debido a que los mosquitos creados por Oxitec que debían aparearse con los zancudos originarios de la zona para crear una generación más débil y con pocas probabilidades de procreación, obtuvo un resultado inverso, creando más bien una generación más fuerte que incluso puede llegar a ser más resistente a los insecticidas.
El mosquito de los británicos identificado como OX513A, una versión transgénica del ‘Aedes aegypti’, que combina genes de especies de México y Cuba, debía colocar un gen dominante que volvería infértil la descendencia en la primera generación, y que también la marcaría con una proteína verde fluorescente.
Pero al parecer la propia naturaleza y el ciclo evolutivo de la vida le jugó una mala pasada a los científicos.
«La afirmación era que los genes de la cepa soltada no entrarían en la población general, porque la descendencia habría muerto», explicó en un comunicado el biólogo estadounidense Jeffrey Powell, autor principal del estudio sobre la eficacia del experimento. «Eso, obviamente, no fue lo que sucedió».
Powell enfatizó que la mezcla de la cepa transgénica y la población nativa no representa un riesgo conocido para la salud. «Pero es el resultado inesperado lo que preocupa», dijo.
«Basado en gran medida en estudios de laboratorio, uno puede predecir cuál será el resultado probable de la liberación de mosquitos transgénicos, pero los estudios genéticos del tipo que hicimos deberían realizarse durante y después de tales liberaciones para determinar si ocurrió algo diferente de lo previsto», agregó.
Alertan sobre gravedad de los mosquitos mutantes
Los biólogos críticos de la ingeniería genética consideran que Oxitec realiza estas pruebas sin tener certeza ni seguridad de lo que pasará y cómo esto pudiera convertirse en una amenaza para la vida.
El biólogo brasileño José María Gusman Ferraz declaró al periódico Folha de Sao Paulo que «la liberación de los mosquitos se llevó a cabo rápidamente sin aclarar ningún punto».
De igual forma el laboratorio de investigación Testbiotech, con sede en Munich, Alemania, crítico de la ingeniería genética, acusa a Oxitec de haber comenzado el ensayo de campo sin suficientes estudios.
«Los ensayos de Oxitec han llevado a una situación en gran medida incontrolable», dijo el CEO Christoph Then a la Agencia Alemana de Prensa, DPA. «Este incidente debe tener consecuencias para el empleo adicional de la ingeniería genética«, acotó.
Por su parte, la empresa Oxitec estimó en un informe inicial que solo del 3 % al 4 % de la descendencia ‘infértil’ llegaba a la madurez y que era demasiado débil para procrear. Pero los científicos ajenos a la corporación británica tienen otra opinión y alegan que las estimaciones resultaron equivocadas.
Entre el 10 % y el 60 % de los ejemplares analizados tenían en su genoma algo heredado del OX513A. Si bien la tecnología funcionó aparentemente en un principio y redujo la población, aproximadamente 18 meses más tarde resultó completamente contraproducente y la cantidad de mosquitos en la zona volvió a los niveles previos a la prueba.
Los críticos al proyecto de Oxitec sostienen que los estudios confirman que los mosquitos transgénicos ahora muestran indicios de un «vigor híbrido», es decir, «la diversidad genética introducida artificialmente hizo que estos insectos produjeran una población más robusta y resistente».
Lo cierto es que hasta la fecha, según los registros de Oxitec, la empresa ha liberado a un total 1.000 millones de mosquitos que han sido no solamente soltados en Brasil, sino también en el resto del mundo.
Oxitec también niega la afirmación realizada por investigadores sobre la teoría de que mosquitos hembras comenzaron a evitar el apareamiento con machos modificados, diciendo: «El apareamiento selectivo nunca se ha observado en ninguna liberación de cerca de 1.000 machos Oxitec en el mundo». Los autores no proporcionan datos para respaldar esta hipótesis».
La empresa también alega que los investigadores formulan «numerosas afirmaciones y declaraciones falsas, especulativas y sin fundamento sobre la tecnología». A pesar de esto, Oxitec prometió que ante las múltiples críticas dará respuestas que aclaren el problema.
Lo que dice el informe
Parte del informe dice textualmente que «la efectividad del programa de liberación comenzó a desmoronarse después de aproximadamente 18 meses, es decir, la población que había sido fuertemente suprimida se recuperó a niveles casi previos a la liberación».
«Se ha especulado que esto se debió a la discriminación de apareamiento contra los machos OX513A, un fenómeno que se sabe que ocurre en los programas de liberación de machos estériles. Esta observación también implica que los individuos intrigados pueden estar en desventaja selectiva causando su aparente disminución después de que cesó la liberación, aunque se necesitarían muchos más datos para confirmar esto», agrega el informe.
«No se sabe qué afecta la introgresión de una cepa transgénica del Aedes Aegypti, pero tiene rasgos importantes para el control y la transmisión de enfermedades. Probamos OX513A y Jacobina antes de las liberaciones para las tasas de infección por una cepa de cada uno de los virus del dengue y Zika y no encontramos diferencias significativas», dice la empresa.
«Sin embargo», prosigue el texto, «esto es solo para una cepa de cada virus en condiciones de laboratorio. En condiciones de campo para otros virus, los efectos pueden ser diferentes. Además, la introgresión puede introducir otros genes relevantes, como la resistencia a los insecticidas».
«La cepa de liberación, OX513A, se derivó de una cepa de laboratorio originaria de Cuba, luego se cruzó a una población mexicana. Las tres poblaciones que forman la población tri-híbrida ahora en Jacobina (Cuba / México / Brasil) son genéticamente bastante distintas, muy probablemente resultando en una población más robusta que la población previa a la liberación debido al vigor híbrido».
«Estos resultados demuestran la importancia de contar con un programa de monitoreo genético durante la liberación de organismos transgénicos para detectar consecuencias imprevistas», culmina el informe.
Las enfermedades transmitidas por mosquitos son un gran problema de salud pública en los países en desarrollo y son motivo de creciente preocupación en áreas más desarrolladas, como el sur de los Estados Unidos.
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