Ya que por estos días las propuestas, especulaciones, tensiones sobre la definición del gabinete del futuro presidente electo de Chile que inicia sus funciones en marzo del 2022, Presidente Gabriel Boric Font, se hacen evidentes, es que creemos bueno una propuesta ciudadana de dicha composición.
Creemos y con el respeto a las decisiones del líder elegido en democracia, que la siguiente sugerencia ciudadana ha de ser considerada por su corazón y si queremos dar señal de consecuencia con responsabilidad y racionalidad, al camino de futuro que la ciudadanía ha reclamado en las calles y que recientemente con su voto ha mandatado a un joven visionario y transformador: Presidente de Chile.
La propuesta en lo central pasa porque estén a la cabeza de las carteras elementos más políticos que técnicos, y que estos cuadros de confianza presidencial estén dotados de los mejores y más prestigiados asesores en la materia.
Que dichos asesores tengan un componente de diversidad importante, y que cada ministerio esté dotado de los más altos estándares de participación ciudadana para la democratización de las políticas públicas en la materia.
Que, por ejemplo, para un ministerio de Hacienda podamos contar con un joven talento como lo es Giorgio Jackson, quien ha participado en las comisiones presupuestarias de la nación en el Parlamento y conoce de los mecanismos, y puede estar asesorado por diversos actores economistas, del sector financiero nacional e internacional, y elevar por ejemplo los incentivos a organizaciones con forma de cooperativas por sobre sociedades anónimas, transformando Chile para una asociatividad productiva más justa, equitativa e inteligente.
Si la derecha presiona junto a los poseedores del capital y sus flujos, con que se debe incorporar a cuadros que históricamente han servido al mantenimiento y profundización del modelo neoliberal, metiendo miedo con fugas de capitales y asfixias económicas si no se les hace caso, pues que sean un asesor más, que puedan exponer ventajas a valorar, pero no por ello condicionar la agenda transformadora.
Que si hay algo bueno del modelo y ello permitiese multiplicar el dinero de las personas para su beneficio y no perderlo como ha sucedido múltiples veces en sus casas de apuestas, se hagan partidas separadas tipo test A y B, para ver dónde se obtiene mejor rendimiento para los ahorros de los chilenos, y el pago de impuestos, si en desarrollo de industria nacional, aumento de la producción, trabajo digno nacional y comercialización de su producto o buscar apalancar dinero de las subidas y bajadas del mundo especulativo.
Creemos que este gobierno entrante tiene por delante grandes desafíos y uno clave es la decisión presidencial de su gabinete.
Quizá no cada ministerio debe tener a la cabeza a un cuadro político, sino a uno muy técnico con experiencia y conocimiento amplio en la materia que encabeza, pero ello no debe ser la regla general, menos para los ministerios claves del país, que necesitan estar encabezados por cuadros políticos de probada trayectoria y ética transformadora que aseguren el corazón del proyecto político.
No se trata de conformación de gabinete para mantenimiento del status quo o caer en simpatía a quienes se hicieron de la economía del país controlando sectores claves y que negocian la transición que cruzamos con una pistola sobre la mesa cargada de billetes.
No se trata de hacer un gabinete a la medida de los poderes fácticos, se trata de poner en las distintas reparticiones a encabezar el gobierno de los movimientos sociales y sus autoridades electas, a las personas más capaces y sabias de quienes hicieron posible que lo que hoy sucede en nuestro país sea realidad.
El componente de la edad ha de condecirse en al menos un porcentaje de un 50%, con el carácter de joven. Es decir, gran parte de los puestos del aparato público, debiesen pasar progresivamente a estar compuestos por personas entre los 25 y 50 años de edad.
Esa decisión y golpe de timón, dará empleabilidad a mucho joven cesante y capaz, detendrá la fuga de cerebros del país en búsqueda de mejores oportunidades, y permitirá una renovación del aparato estatal, actualización de conocimientos y capacidades y posibilidad de descanso digno para quienes por años han dedicado su vida al servicio del país.
Pensamos que los equipos debiesen ser conformados no solo por la militancia de los partidos que han accedido al poder, si no también por todos esos miles de independientes y ciudadanos que sin pertenecer a una orgánica de partido, han contribuido al triunfo y tienen una probada trayectoria al lado de los movimientos sociales.
Deben ser convocados en primer lugar los círculos de confianza del Presidente pero sin sectarismos.
Creemos que ese gabinete junto con tener los componentes presentes en la Convención Constitucional, como lo son paridad y representación de nuestros pueblos originarios, con cuadros probados de primera categoría en distintas materias, debe también estar presente el componente descentralizador, para que muchos de esos futuros ministr@as y subsecretari@s provengan de regiones.
Por Bruno Sommer Catalán
Fundador de El Ciudadano