Indignación ha causado la noticia de una nueva masacre perpetrada esta semana por fuerzas militares de Israel en contra de la población palestina. Esta vez, nueve personas perdieron la vida en el campo de refugiados de Jenin, mientras que otras 20 resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad.
El Ministerio de Salud de Palestina confirmó que entre las víctimas hay una anciana de 60 años. De esta manera, en lo que va corrido de 2023 (26 días), el Ejército israelí ha asesinado a 29 palestinos, entre los que se contabilizan 5 niños.
«Ofensiva antiterrorista»
Esta última incursión de Israel ocurrió en el mismo campo de refugiados donde en 2022 fue asesinada la periodista Shireen Abu Akleh.
Estas «redadas» son parte de lo que el ejército israelí ha descrito como «ofensiva antiterrorista». Comenzaron en abril pasado y aumentaron tras la asunción de Benjamin Netanyahu en su sexto mandato como primer ministro, el 29 de diciembre de 2022.
«El Ejército sionista intervino en el campo de refugiados con disparos y decenas de vehículos blindados y francotiradores bloqueando el acceso de las ambulancias a los heridos», señaló un reporte de las autoridades palestinas emitido a solo minutos de realizado el ataque.
La ministra de Salud palestina, Mai al-Kaila, confirmó luego que las ambulancias de la Media Luna Roja Palestina efectivamente no pudieron llegar a auxiliar a los heridos porque las tropas israelíes se lo impidieron.
Asimismo, denunció que se lanzaron gases lacrimógenos en las inmediaciones del pabellón pediátrico (niñas y niños) del hospital local. Como resultado, muchos de ellos, al igual que varios pacientes del recinto, resultaron con asfixia.
Indignante silencio internacional
Tras esta nueva masacre, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, declaró tres días de luto nacional.
En esa línea, el portavoz del gobierno de Palestina, Nabil Abu Rudeineh, criticó el silencio de la prensa internacional frente a esta nueva agresión de Israel, afirmando que es «ese silencio lo que alienta al gobierno de ocupación a cometer masacres contra nuestro pueblo, a la vista del mundo».
Como suele ser su costumbre, el ejército israelí justificó en forma insólita la masacre, diciendo que sus tropas fueron a arrestar a militantes de la Yihad Islámica que «planeaban ataques importantes».
De hecho, el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, elogió a sus fuerzas por la incursión en Jenin y dijo que «cualquier terrorista que intente dañar a nuestro personal debe saber que perderá la vida».
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