Israel sigue utilizando la carta blanca dada por la ONU (que recientemente decidió no incluirlo en la ‘lista negra’ de países que violan los derechos humanos de los niños en conflictos bélicos) para hacer, deshacer y acabar con total impunidad con la vida de inocentes; inocentes niños, inocentes jóvenes o inocentes ancianos (valen lo mismo).
Este miércoles, mientras una unidad de guardias fronterizos del régimen israelí procedía a realizar una serie de detenciones en Yemen, al norte de Cisjordania, el ejército asesinó a tiros a un joven palestino de 21 años que se encontraba en un centro de refugiados de la localidad de Yenín.
De acuerdo a lo informado por Telesur, la víctima, identificada como Izz Al Din Walid, recibió dos disparos consecutivos, uno en el pecho y otro en el brazo. Según fuentes médicas y de seguridad citadas por el diario israelí ‘Yedioth Ahronoth’, el joven murió minutos antes de llegar al hospital.
La agencia de noticias palestina Maan informa que los hechos se produjeron en medio de un enfrentamiento en el marco de las detenciones, en tanto que la policía israelí se excusó -comunicado mediante- asegurando que se procedió a disparar al observar que el joven intentaba arrojar un artefacto explosivo.
Cabe recordar que el actuar represivo de Israel hacia el pueblo palestino, mantenido durante décadas con el amparo de la comunidad internacional, alcanzó el pasado 2014 una de sus etapas más violentas con la denominada operación ‘Margen Protector’, que además de saldarse con la vida de más de 2 mil palestinos y 11 mil heridos, dejó al pueblo y especialmente a la Franja de Gaza en una situación de pobreza insostenible, incapaz de recuperarse como consecuencia de las fuertes medidas de bloqueo aplicadas, que impiden la reactivación de la economía.
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