La “mano negra” de Estados Unidos contra el potencial científico de China en Chile + Qué es el proyecto TOM

Proyecto científico-astronómico de China en Chile se encuentra en revisión tras eventuales acciones de Estados Unidos y un informe de inteligencia de Grey Dynamics.

La “mano negra” de Estados Unidos contra el potencial científico de China en Chile + Qué es el proyecto TOM

Autor: Director

Estados Unidos viene librando una guerra contra China que ahora trae a suelo chileno, siendo China el principal socio comercial de nuestro país. Se trata del lobby estadounidense para impedir que China concrete su derecho a hacer ciencia y “observar los cielos” de mano de la Universidad Católica del Norte (UCN).

Por Bruno Sommer

China superó hace años a Estados Unidos en producción científica de alto impacto. Según métricas internacionales (como el Nature Index o Scimago Journal Rank), la mayoría de los artículos más citados e influyentes en las revistas más prestigiosas a nivel global —Nature, Science o Cell— son de origen chino. Este fenómeno no solo refleja inversión masiva en I+D, sino también una estrategia sistemática para liderar áreas clave como inteligencia artificial, energías limpias y exploración espacial.

En casi todos los campos del conocimiento, desde la teoría, a la práctica, el “Reino del Medio” (中国, Zhōngguó) se ha elevado al “Reino de los Cielos” 天朝 (Tiāncháo), desplegando ciencia y tecnología.

La “mano negra” de Estados Unidos, en este caso no es otra que sus tentáculos operando para impedir o disminuir el acceso a recursos naturales claves a China, como a su vez, intentar boicotear su tecnología , en países que ha considerado como “su patio trasero”.

Así se refirió a nuestra región, la jefa del Comando de Sur, Laura Richardson, cuando la militar viajó a reunirse con tomadores de decisiones de los países claves del Triángulo del Litio: Chile, Argentina y Bolivia. “Durante demasiado tiempo hemos ignorado nuestro propio patio trasero”, señaló.

La nación en decadencia moral y política, la que gravita frente a un agujero negro de deuda que hace frente con alza de aranceles, se comporta de manera desesperada.

La operación “de mano negra”, para que Chile ponga en revisión la construcción del observatorio presente en el marco de cooperación firmado por el presidente Xi Jinping y la presidenta Michelle Bachelet en 2016, contó con el servicio de inteligencia londinense Grey Dynamics, quien ha proveído material desinformativo suficiente que Estados Unidos habría hecho llegar a las autoridades chilenas.

«Es un componente clave de su estrategia más amplia para afirmar su dominio en tecnologías críticas, aumentar su influencia estratégica y fomentar la dependencia económica mediante la expansión global de la infraestructura de doble uso», ha escrito el servicio privado de inteligencia británico.

Lo anterior busca, empañar la cooperación de carácter netamente científico, entre la Universidad Católica del Norte (UCN) y el Observatorio Nacional Astronómico de China (NAOC) de la Academia de Ciencias de China (CAS), siendo la derivada militar  uno de los argumentos que esgrime el informe buscando detener la cooperación.

La supuesta vertiente militar de la estrategia china no ha sido confirmada. De existir, esta respondería a un marco de «seguridad global cooperativa», no a intereses belicistas. La evidencia histórica respalda esta visión: China ha priorizado sistemáticamente la diplomacia comercial, los acuerdos multilaterales y la resolución pacífica de disputas (por ejemplo, su rol mediador entre Irán y Arabia Saudita en 2023). Así, incluso sus iniciativas de defensa —como la modernización de su ejército bajo la Doctrina de Defensa Nacional 2023— se enmarcan en una lógica de disuasión defensiva, no de proyección imperialista.

En las últimas horas la Embajada en Chile de la República Popular China ha señalado, “el nominado embajador de Estados Unidos en Chile, Brandon Judd, durante su comparecencia ante el Comité de RR.EE. del Senado del país norteamericano, desafió abiertamente la soberanía chilena y su derecho autónomo de elegir socios de cooperación, al afirmar que buscaría «restringir el acceso de China a los recursos chilenos». En la misma ocasión, la senadora estadounidense Jeanne Shaheen hizo acusaciones falsas sobre la cooperación astronómica entre China y Chile. A esto se suma la exembajadora estadounidense Bernadette Meehan, quien presionó al gobierno chileno a cancelar el proyecto astronómico chino-chileno TOM, antes de retirarse de Chile”.

Brandon Judd expresó en el Senado norteamericano “Chile es una de las democracias más sólidas de nuestra región”, declaró Judd en la audiencia del Senado. “El presidente Boric y su gobierno reconocen la importancia de fortalecer los derechos civiles del país. Podemos colaborar con los chilenos. Tenemos mucho más que ofrecer que China.(…) “Necesitamos seguir construyendo sobre lo que ya tenemos y limitar el acceso de China a los recursos que Chile tiene disponibles”, dijo.

En la acción contra China en Chile, según se ha podido verificar ha estado también involucrado el Departamento de Estado Norteamericano «Lo que estamos viendo en Chile es un ejemplo clásico de estrategia china: establecer instalaciones científicas aparentemente benignas que puedan cumplir múltiples propósitos estratégicos. Estos observatorios no solo rastrean estrellas, sino que también pueden monitorear satélites, recopilar inteligencia y apoyar operaciones militares espaciales», afirmó Liza Tobin, exdirectora para China del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

Al ser consultado el Ministerio de Relaciones Exteriores, éste señaló a El Ciudadano “Tras la revisión de la naturaleza del acuerdo, realizada por la dirección jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, se pudo establecer que se trata de un convenio entre una universidad privada y una entidad China. Falta detallar el alcance de dicho acuerdo, para lo cual seguimos en diálogo con las partes involucradas».

Agregando que «Si se tratase de una iniciativa cuyo objetivo es la observación astronómica, ya se ha señalado que según lo que indica la normativa vigente, entidades privadas no pueden establecer acuerdos internacionales en esta materia”.

Cancillería no respondió la consulta de El Ciudadano sobre quién habría solicitado la revisión del proyecto, ni tampoco si entre la documentación que estudia está el informe de Grey Dynamics.

Qué es el Proyecto científico TOM

El Proyecto de Observación Astronómica en el Dominio del Tiempo de Fuente Transitoria (en inglés, Time-Domain Astronomical Source Transient Observation Project) es una iniciativa científica china enfocada en el estudio de fenómenos astronómicos transitorios y variables en el tiempo, como supernovas, estallidos de rayos gamma (GRBs), agujeros negros activos y fusiones de estrellas de neutrones. Aunque no es tan conocido internacionalmente como otros proyectos (por ejemplo, el FAST —el radiotelescopio más grande del mundo—), forma parte de los esfuerzos de China para liderar y cooperar en la astronomía de vanguardia.

El proyecto es llevado adelante gracias a la cooperación de la Universidad Católica del Norte (UCN) y el Observatorio Nacional Astronómico de China (NAOC) de la Academia de Ciencias de China (CAS).

Lleva por nombre TOM, pues son sus siglas abreviadas en inglés, Transient Objects Monitoring y se enmarca dentro del proyecto Ventarrones a más de 2000 metros de altura en el norte de Chile junto a otros “ojos observantes del cosmos” de gran alcance.

“Como sabemos, la zona del desierto de Atacama en Chile tiene las mejores condiciones de observación astronómica, entre las cuales el Cerro Ventarrones es uno de los excelentes sitios confirmados por los datos de monitoreo a largo plazo, así que el NAOC y la UCN tomaron la decisión conjunta de realizar este proyecto que establecerá una instalación que ayudará a mejorar el campo de la investigación astronómica para ambas instituciones.” destacó el director del Observatorio Nacional Astronómico de China (NAOC), Chang Jin al medio de comunicación de la UCN.

“El proyecto mejorará nuestra comprensión de los objetos cercanos a la Tierra, así como los estallidos de rayos gamma, los estallidos rápidos de radio, las supernovas y más”, especificó.

A lo anterior, el rector de la UCN, Dr. Rodrigo Alda Varas, agregó que “Esta iniciativa no solo va a fortalecer las capacidades de la UCN en colaboración con la NAOC, sino que también dará un impulso a la actividad astronómica en la región para consolidarla como un polo científico que ayude al desarrolle del área y la difusión en los distintos ámbitos de nuestra sociedad”.

El director del Instituto de Astronomía de la UCN, Dr. Maximiliano Moyano, explicó que la firma del acuerdo busca establecer una relación y gobernanza de los proyectos en conjunto, particularmente establecer una mesa directiva para discutir la ciencia y los desarrollos que se van a hacer en ciencia y tecnología.

Por su parte embajada de China en Chile ha señalado “En la actualidad, existen varios equipos de rastreo similares al TOM en el mundo. Por ejemplo, en Chile se encuentran el telescopio LSST (Large Synoptic Survey Telescope) del Observatorio Vera Rubin, financiado por el gobierno de EE.UU., cuya instalación se completó en enero de este año, y también el Proyecto NGTS (Next Generation Transit Survey) en colaboración entre Chile y unos países europeos del Observatorio Paranal. Hay otros proyectos importantes como Panoramic Survey Telescope and Rapid Response System (Pan-STARRS), el Sloan Digital Sky Survey (SDSS), el Catalina Sky Survey (CSS) de EE.UU., y el Telescopio de Exploración de Campo Amplio(WFST) de China, todos  dedicados a la exploración del universo”, especificó.

“Se espera que una vez completado, además de realizar observaciones conjuntas, ambas partes abrirán convocatorias públicas a las instituciones astronómicas internacionales, quienes podrán presentar solicitudes de observación, compartir tiempo de observación y llevar a cabo investigaciones conjuntas”, agregaron.

Parlamentarios de Chile: Estados Unidos no debe entrometerse

Consultado al respecto de la controversia el Diputado Cristian Tapia señaló a El Ciudadano que “el hecho de tener los cielos más limpios del mundo llama la atención de diversos países del mundo, en especial de estas potencias. A mi me parece el desarrollo astronómico y en cooperación la UCN y China han realizado un muy buen trabajo, han llevado adelante los estudios pertinentes en materias que  nosotros como país  debemos potenciar y apoyar de todas maneras”.

Frente a las acciones de Estados Unidos, señaló, “la postura de Estados Unidos de lo que nosotros hagamos o no hagamos en convenios, ellos no tienen que entrometerse, tenemos que tomar nuestras propias decisiones, y si lo hacemos con China nos tienen que respetar. A lo mejor en otro caso tendremos un convenio con Estados Unidos y eso es por el bien de nuestra Patria, pues somos un país independiente”.

La diputada por Antofagasta, Yovanna Ahumada sostuvo “me parece que es importante que se concrete este observatorio, y más aún en nuestra región de Antofagasta, que se ha destacado por tener uno de los cielos más limpios del planeta, convirtiéndonos en un lugar privilegiado para la observación y el estudio del universo.  Esta era una oportunidad única para fortalecer el conocimiento en astronomía y potenciar nuestra infraestructura científica. Además, este proyecto, con el respaldo tecnológico de China y la colaboración de la Universidad Católica del Norte, era una excelente oportunidad para mejorar la calidad académica en nuestra región, porque no solo abriría nuevas posibilidades de investigación, sino una capacitación increíble para nuestros estudiantes, que podrían acceder a tecnología de primer nivel y expandir su formación en el área científica” recalcó.

Frente al intervencionismo estadounidense dijo “entiendo la preocupación de Estados Unidos y considero que es válido que se revisen todos los aspectos del proyecto. Sin embargo, es importante recordar que Chile es un país soberano y, como tal, debemos tomar nuestras propias decisiones, siempre velando por el bienestar y los intereses de nuestra nación”.

Agregando que “La relación con China, que es nuestro principal socio comercial, debe ser tomada en cuenta al evaluar cualquier proyecto de esta magnitud y si bien el proyecto astronómico tiene un enfoque académico, también es fundamental que el gobierno, las autoridades académicas y las instituciones trabajen de manera transparente para garantizar que se mantenga el equilibrio entre la colaboración científica y la soberanía de nuestro país”.

Un acuerdo sellado entre dos Naciones

El 22 de noviembre de 2016 los gobiernos de Chile y China firmaron una Asociación Estratégica Integral, 12 documentos que fueron rubricados por la presidenta Michelle Bachelet y el presidente Xi Jinping.

Los documentos vinieron a profundizar la relación iniciada con el TLC firmado el 2005 y que este año cumplirá 20 años.

Dentro de los acuerdos estaba el intercambio cultural, las telecomunicaciones, además del desarrollo científico y tecnológico donde destaca un “Acuerdo de crédito de 20 millones de dólares entre el Banco Security de Chile y el Banco de Desarrollo de China para que ambas instituciones respalden conjuntamente la formación de la Base Observacional de Astronomía, entre la Universidad Católica del Norte y la Academia China de las Ciencias”.

Al ser consultada Cancillería sobre la decisión de revisión del acuerdo, ésta ha señalado que “El Ministerio de Relaciones Exteriores se encuentra en contacto con autoridades de la Universidad Católica del Norte y la Embajada de China en Chile para evaluar la viabilidad de la iniciativa” agregando que “Existen dos caminos, uno es a través de una negociación y acuerdo de Estado a Estado, y la otra es canalizar la iniciativa a través de la Universidad de Chile, ya que, por Ley, y como universidad pública, está habilitada para establecer este tipo de acuerdos”.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile dijo que “Cabe señalar que Chile está abierto a qué más actores puedan desarrollar exploración astronómica en territorio chileno, que la normativa vigente garantiza los principios de neutralidad e igualdad de condiciones requeridos. Todos los acuerdos vigentes en esta materia con entidades extranjeras han sido canalizados a través de los dos mecanismos señalados”.

Finalmente explicitaron que “Asimismo, el proyecto se está emplazando en un terreno fiscal, concesionado por el Ministerio de Bienes Nacionales, y por lo tanto también corresponde evaluar si se ajusta a las condiciones establecidas para el otorgamiento de la concesión”.

Por su parte la Embajada de la República Popular China en Chile señaló “Estados Unidos oculta deliberadamente el hecho de que su telescopio LSST tiene idéntica naturaleza científica al proyecto TOM e incluso abarca la totalidad de los objetos de investigación del proyecto sino-chileno, al tiempo que difunde información falsa sobre el TOM. Su verdadera intención es obstaculizar la cooperación tecnológica normal entre China y Chile, lo que constituye una pública injerencia en la elección independiente de Chile de sus socios de cooperación, tratándose de una pura y dura manifestación de hegemonismo y una nueva Doctrina Monroe. Confiamos en que el pueblo chileno no se dejará engañar y los intentos estadounidenses no tendrán éxito”.

En definitiva, cuando China avanza en ciencia —transformando teoría en infraestructura tangible (como el radiotelescopio FAST o la red 5G)—, Estados Unidos responde con sanciones y restricciones tecnológicas; cuando China promueve intercambios culturales y diálogo histórico (revitalizando la Ruta de la Seda con museos digitales y coproducciones cinematográficas), el Reino Unido instrumentaliza conflictos heredados, como el de Hong Kong, para justificar su hard power. Cuando China expande su influencia comercial mediante acuerdos win-win (desde puertos en el Índico hasta litio en el Salar de Atacama), la hegemonía occidental despliega guerras híbridas —como la de Ucrania— para sabotear corredores críticos de la Nueva Ruta de la Seda.

Pero cuando el “Reino del Medio” trasciende hacia el “Reino de los Cielos” —con misiones lunares, satélites cuánticos y una Estación Espacial que opera bajo el principio taoísta de wei wu wei (acción sin fuerza)—, un nuevo milenio se despliega. La decadencia de un orden unipolar queda al descubierto: su obsesión por controlar recursos (del petróleo al litio) mediante guerra y bloques monetarios choca contra una cosmotécnica china que concibe el progreso como síntesis entre el Yijing y la inteligencia artificial, entre la brújula Shen Kuo y el sistema BeiDou.

No se trata de idealizar a China —que tiene sus propias sus contradicciones internas—, sino de reconocer que, frente a una tecno-lógica occidental basada en la extracción y la dominación, la cosmotécnica propone un paradigma de armonía relacional: tecnología que no conquista el cosmos, sino que lo habita; infraestructura que no divide, sino que teje redes yin-yang de interdependencia. Así, mientras Occidente clausura ciclos con guerras y algoritmos de vigilancia, China —desde su memoria milenaria— reabre el futuro: un cielo compartido donde los satélites no delimitan fronteras, sino que trazan constelaciones de posibilidades para la coexistencia pacífica.

Por Bruno Sommer


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