Puebla, Pue. 18 de agosto de 2021. Ayer martes se suscitó el desencuentro más reciente entre la Comuna y el Gobierno del Estado, tras emprender el Ayuntamiento una serie de medidas que incluyeron el derribo de algunas palmeras canarias (Phoenix canariensis) que moran desde hace décadas en puntos emblemáticos de la ciudad.
También lee: Ayuntamiento de Puebla retira de Analco palmeras infectadas con parásito
La medida fue argumentada y explicada en conferencia de medios por la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco como una de las últimas acciones de su gestión. Se trataba de una jornada de servicios en puntos céntricos de la capital poblana, que incluían revisión de luminarias, bacheo, poda de hierbas y sí, la tala de las palmeras canarias que el Ayuntamiento describió como infectadas por un parásito llamado fitoplasma, que provoca una tonalidad amarilla en dichos vegetales.
Además, se racionalizó que los pesados troncos se encontraban ya en condición muy precaria, y por su gran tamaño, una caída súbita podía acarrear calamidades a la ciudadanía; esto lo saben bien los habitantes del municipio de las Palmas de Gran Canaria, de donde este tipo de organismos vegetales son oriundos y ocasionan grandes sobresaltos cada vez que colapsan en plena ciudad.
Las primeras palmeras en caer fueron las de Analco y más adelante estaban programadas 73 palmeras de la Avenida Juárez, ya marcadas para su derribo. Sin embargo, a éstas el destino aún les reparaba poco más de vida… o agonía, dependiendo de qué tan amarillas las vea el ojo del espectador.
La mañana de ayer, el gobernador Miguel Barbosa inauguró su tradicional encuentro con los medios con la siguiente admonición:
“Estoy sobresaltado por la decisión del Ayuntamiento de la ciudad de cortar desde el tronco abajo las palmeras en Analco y el anuncio de que se cortarán en la Avenida Juárez. ¡No puede ser eso! He instruido a la Secretaría de Medio Ambiente a que analice inmediatamente este tema, su procedencia, si hay afectación al medio ambiente, razones que permitan este abuso y que conforme a la ley, si se encuentra el fundamento, se impida, pero de manera inmediata. No podemos ver que este tipo de abusos ocurran y que se tomen como una decisión al final de un mandato de un Ayuntamiento”.
Sin embargo, la admonición no frenó en este punto, sino que el mandatario solicitó al alcalde entrante, Eduardo Rivera Pérez, emitir un pronunciamiento. Al momento de la redacción de la presente nota, sin embargo, el toluqueño aún no se pronunciaba en su Twitter ni en su Facebook a favor ni en contra de la tala en disputa.
También lee: Pide Barbosa a Rivera Pérez se pronuncie por el retiro de Palmeras de lugares icónicos por el Ayuntamiento capitalino
De hecho, según lo que se evidencia en sus redes sociales, Rivera Pérez estuvo todo el día con su equipo de trabajo evaluando los proyectos que se pondrán en marcha a partir del 15 de octubre; ninguno de esos proyectos, por lo visto, pendía de una palmera.
Los citatorios de la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial, a cargo de Beatriz Guevara Manrique, no tardaron en llegar al Ayuntamiento e Israel Román Romano, de Infraestructura municipal, aseguró que existían dictámenes biológicos que justificaban la hecatombe de las palmeras citadinas.
El dictamen fue tuiteado horas más tarde por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad (SEDUS). Había sido emitido el 18 de mayo del año en curso, en atención de una solicitud del Ayuntamiento, que había pedido que se tomaran muestras de las palmeras canarias ubicadas en el Boulevard 5 de Mayo, así como Avenida 5 Oriente a la altura del Parque de Analco. En esas locaciones, los biólogos María Elizabeth Jiménez Pérez, Guadalupe Mota Tecua, y Juan Carlos Ramírez Ordóñez habían recomendado el derribo de 12 palmeras.
Asimismo, otro dictamen del 7 de mayo recomendaba derribar 2 palmeras “bajo el lineamiento ambiental 7.5.1, el cual considera árboles de alto riesgo aquellos que presentan un riesgo inminente a desplome, o causar afectación sobre bienes muebles, inmuebles y personas (…)”.
Sin embargo, a pesar de la existencia de estos dictámenes, al mediodía de ayer, el despliegue de la autoridad estatal en torno a las palmeras de la Avenida Juárez, así como la clausura de la zona del Parque de Analco ya eran una realidad. La posición de SMADSOT, hasta el momento, es que el derribo de las palmeras podría suponer un desequilibrio ecológico irreparable para la capital poblana.
Se espera que a lo largo de la semana, ambos niveles de gobierno afiancen sus posiciones y profundicen en sus argumentos de ecología urbanística, aunque poca es la esperanza de una coincidencia, en particular si se toma como referencia lo que pasó entre ambas instancias de gobierno durante los trabajos en el Zócalo emprendidos por la alcaldesa hace unos meses.
Además, vale la pena recordar que el gobernador ha recomendado al Ayuntamiento saliente de Puebla preparar su entrega y abstenerse de emprender nuevas obras.
Mientras tanto, Rivera Vivanco enfrenta también cuestionamientos de regidores panistas por obras inconclusas en Boulevard Xonaca, 12 Poniente y sobre todo la Avenida Circunvalación; en esta última, las aceras ya llevan levantadas varios meses.