Marco Antonio Ávila, profesor de castellano y hoy Ministro de Educación de Chile, llegó hasta las oficinas de El Ciudadano para conversar sobre el quehacer de la cartera clave para la transformación social en nuestro país.
Ávila el primer ministro de la historia de Chile que se reconoce abiertamente como gay, y comprende la importancia de educar en la diversidad que hoy existe en Chile, ha tenido una tarea no menor, el asumir el desafío de recibir en el sistema educativo presencial, a miles de estudiantes, tras una pandemia que cambió la vida del alumnado chileno.
El ministro en el transcurso de la entrevista, nos recomienda algunos libros, donde recuerda una parte de Desolación de Gabriela Mistral, que a su juicio refleja un poco lo que somos los chilenos “un poquito tristes, un poquito trágicos, un poquito aislados”.
Por Bruno Sommer
–Ministro, para iniciar esta conversación quiero preguntarle, ¿Con qué se encontró usted al llegar a este ministerio?
-Cuando asumimos nosotros el gobierno el 11 marzo de 2022, yo diría que nos encontramos con un -funcionamiento diríamos normal, propio de una cartera tan compleja como esta. En términos generales, ese funcionamiento donde mayormente se vió afectado fue en la implementación de algunas leyes que nos parecían fundamentales, aprobadas en el gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet, como por ejemplo, el proyecto de la educación pública.
–¿Ósea proyectos aprobados sin financiamiento?
– No sin financiamiento, sino más bien con cierto descuido diríamos. Yo lo he dicho de esta manera, como “con poco cariño”. Esto no es menor, porque lo que se aprueba durante el gobierno de la presidenta Bachelet es un consenso, después de muchos años, sabiendo perfectamente cuál había sido el daño que había provocado la dictadura en la educación pública en Chile a través del proceso de municipalización. Esta nueva ley lo que hacía era que generaba ciertamente unas nuevas condiciones, a través de la instalación de estos distritos escolares que deberían haber empezado con un funcionamiento adecuado. Y eso no necesariamente estaba bien pensado en la ley, sino que en su implementación. Yo diría que eso es lo primero que detecté rápidamente. Lo segundo yo diría más de carácter administrativo, era un requerimiento muy importante, sobre todo con aquellos profesores y profesoras que estaban ya en edad de jubilar, que era el pago de bonos de incentivo al retiro. Eso siempre estaba un poco lento. Entonces nos encontramos con muchos municipios que en los primeros meses vinieron todos los alcaldes a conversar conmigo respecto de la necesidad de regular este proceso, y lo hicimos.
– A través de los DAEM.
– Esto fue todavía a través de DAEM, corporaciones, y lo hicimos a través de una ley miscelánea, flexibilizando esa situación. Y la tercera, yo diría a lo mejor la más compleja, es que entiendo hubo poca preparación para echar a andar el sistema educativo de manera adecuada, después de casi dos años de pandemia, donde muchos estudiantes estuvieron fuera de las aulas. Entonces nos tuvimos que hacer cargo de esta vuelta abrupta, sin preparación, sin recursos muchas veces, y yo diría sin un mensaje claro al profesorado, hacia las comunidades escolares, jardines, salas cunas; todo el sistema que le permitiera a los adultos responsables de estos centros educativos, entender que estos estudiantes volvían después de casi dos años. Con dificultades de carácter socioemocional, a lo mejor algunos de ellos con familiares fallecidos por COVID, o podrían incluso algunas familias haberse trasladado de región. Había que entender que al menos el primer semestre del año 2022 era un semestre distinto en que había que gradualmente echar a andar esta maquinaria que era el sistema educativo.
– Y esos problemas que detectó al principio del ministerio, al asumirlo, ¿cómo se fueron mejorando a lo largo de este año 2022?
-Lo primero que hicimos fue tomar un presupuesto que no era propio, que es heredado, y ordenamos todas nuestras líneas de trabajo, y dijimos bueno, lo que hay que hacer aquí es evaluar de manera objetiva aquello que se está haciendo y que podemos hacer nosotros. Entre otras cosas, por ejemplo, validamos rápidamente todas las estrategias de aprendizaje que el gobierno anterior venía desarrollando. Eran todas muy optimas, nos parecieron adecuadas, tenían relación con aquello que, entendíamos, era aquel aprendizaje clave, que es la lectura y la escritura, y por lo tanto lo que hicimos fue mantener esa línea. Y luego ampliamos algunos programas que en el Estado existían y que estaban muy minimizados, como por ejemplo “Habilidades para la vida” que es un programa de JUNAEB, que hace atención en crisis de carácter socioemocional. Hicimos una rápida gestión de convenios con las universidades del Estado, para acompañar a todas las regiones en una intervención en crisis.
–Bueno el golpe de la pandemia, que fue un fenómeno externo que se terminó convirtiendo en interno, también por el tipo de manejo que se le dio.
Exacto. Y otra cosa que hicimos el 2022, que vamos a obviamente mantener el 2023, es que por primera vez comenzamos a entregar un reporte a cada establecimiento del país, que le permitiera saber cuáles eran sus estudiantes que asistían de manera constante, porque eso también es una interferencia muy brutal en el proceso educativo.
– ¿No estaba la data de eso?
– Estaba la data pero nunca se había entregado un reporte, y empezamos a entregar un reporte cada dos meses a todos estos establecimientos. Y sobre la base de eso, una serie de sugerencias, recomendaciones y apoyos para que los establecimientos educacionales diseñaran planes muy sencillos para hacer retornar a las familias o mejorar la asistencia. 50.529 estudiantes son los que nosotros determinamos que estaban desescolarizados al mes de agosto, cifra publicada en octubre de 2022. Si bien esta no es la cifra más alta de la década, el año 2011 o 2012 Chile estaba por sobre 75 mil u 80 mil estudiantes desescolarizados anuales. Nosotros si bien lo más bajo fue 41 mil, esperábamos una cifra mucho más dura, porque es un poco lo que ha pasado en la región, esto comparativamente con toda la conversación y el análisis que hemos hecho con varios ministros y ministras de América Latina.
– Ese es el problema de la deserción, ¿pero que hay del problema también del retraso, sobre todo en los niños más pequeños, en las habilidades, por ejemplo, para empezar a leer?
– Bueno el problema de la deserción, para cerrar ese punto, es bien importante en términos de que, el 26% de esos 50.529 eran familias que tenían a sus hijos e hijas inscritos en exámenes libres. Entonces es un dato bien significativo porque no están totalmente desescolarizados, pero con la pandemia lo que sucede es que, en la institución escolar, y vamos nosotros a hablar del valor que tiene la escuela, pierde valor para la sociedad. Yo diría que es la costumbre de lo telemático o el entender que parece que la escuela no es tan significativa ni es tan importante. Y eso es totalmente contrario porque el primer espacio de socialización fuera del hogar, es la escuela. Es donde yo aprendo que no soy un ser único, ni que todo se va a hacer a mi gusto, sino que aprendo a socializar con otros, aprendo el poder de la negociación, sobre la convivencia, que son finalmente las bases de la democracia.
– Nada reemplaza el aula presencial versus un aula virtual donde el profesor está viendo a los alumnos que realmente están haciendo y si no están jugando un videojuego en línea, sino que prestando atención a la clase.
– Y por eso es que era bastante natural que nos encontráramos con estas situaciones de tanta conflictividad porque piensa que perdieron durante dos años estas habilidades. Las habilidades se instalan o se profundizan solo en la medida en que uno las practica permanentemente y eso no es memoria.
– Bueno ya hicimos, partimos con el sistema de tutorías este año, gracias a una alianza, aprovecho de agradecer a CONFAUCE, que es el Consejo de Decanos y Decanas de las 26 facultades de educación que tienen las universidades en Chile, que ellos ya nos colaboraron con este plan de tutorías, y ahora lo que vamos a hacer este año, es que queremos ampliarlo a más estudiantes de distintas carreras que puedan perfectamente apoyar, obviamente todo esto ordenado con un sistema de identificación, sabiendo quienes son y muy regulado por los propios establecimientos.
– ¿Y que puedan ir a estas clases de reforzamiento?
– Exactamente, que en el fondo puedan aportar en el desarrollo de habilidades que entendemos, son basales, ya no es solo un estudiante que va a Pedagogía en Matemáticas o Pedagogía en Ciencias, que apoya a un profesor, sino que podrían ser otras carreras perfectamente las que puedan aportar también en el desarrollo.
– Tuvimos muchas de esas actividades, unas ferias literarias que se hicieron en todas las regiones, con participación de autores locales, regionales; creación de cuentos, ósea estuvimos muy firmemente trabajando durante el año 2022, y este año 2023, todas esas acciones, especialmente las de tutorías, nos van a permitir ojalá remontar esas brechas, especialmente para recuperar ese proceso de la lectoescritura que es tan fundamental como una habilidad basal. Ahora mismo se está desarrollando una campaña con una serie de organizaciones de la sociedad civil, que se llama “Para que Chile lea” en dondeya ha habido una serie de encuentros, están entregando recursos, están apoyando a familias, porque si bien este es un periodo de vacaciones, entendemos que eso no impide que uno pueda entretenerse y a partir de eso también reforzar la lectura.
– Ministro, hay algún estudio, algo que nos diga respecto a cómo ha afectado en esta educación telemática pero más allá de eso, el tiempo que gastan las personas frente a un teléfono. Dicen que en promedio va entre seis y ocho horas diarias, y ahí dividido en distintas actividades dentro de la misma pantalla. Cómo eso afecta la capacidad de lectura, ¿hay algún estudio al respecto?
– Hay varios estudios que circulan tanto nacionales como internacionales y que efectivamente, con la pandemia que fue la vía de conexión principal, es que aumentó el uso de pantallas. Ahora bien, nuestra postura es que más bien no hay que pelear con las pantallas, sino más bien hay que utilizarlas de manera correcta para poder incorporarlas en el proceso educativo.
– Hagamos la siguiente reflexión, qué es lo que aportan finalmente las pantallas, no son las pantallas en sí mismas si no que es la tecnología, información. Un videojuego es información, todos los sitios que se visitan, los simuladores, todo es información. Por lo tanto nuestro cerebro está permanentemente recibiendo información, pertinente y no pertinente, peligrosa y no peligrosa. ¿cuál va a ser la labor de las escuelas?
-Educar sobre su uso
– Exactamente y el criterio, por lo tanto no es contra las pantallas, sino que es cómo usarlas. Y por eso lo que no podemos hacer, porque sino esto es como ir para atrás, o el consumo de lo prohibido; probablemente si uno piensa en esos hechos de la historia, cuando fueron los años de Ley Seca en EE. UU., como proliferó el contrabando de alcohol. Yo fui director de colegio, cuando partimos con las primeras iniciativas de alimentación sana, muchos estudiantes a veces hacían como una especie de trueque con estudiantes que estaban fuera de las rejas para tener un dulce o un chocolate. Entonces, las cosas en educación no pasan por prohibiciones, sino más bien por formación del criterio.
– Usted ha dado con una palabra clave, criterio, ¿qué hay dentro del programa de educación para que se eleve el espíritu crítico en el estudiante?
– Yo diría que a pesar de lo que uno pueda creer, fíjate, nuestro currículum actual está centrado en el desarrollo de habilidades de educación superior.
– Sabe por qué se lo digo, porque me llama la atención que en gobiernos anteriores las horas de Filosofía se acortaron.
– Bueno yo ahí tengo una visión que a lo mejor no van a estar todos tan de acuerdo, si bien la filosofía, las humanidades en general permiten, no son las únicas asignaturas que permiten el pensamiento crítico, no es patrimonio de asignaturas como Historia, Filosofía, Lenguaje.
– La matemática también pero de forma mucha más abstracta.
– Todas las asignaturas al final que están hoy, que deberían estar basadas en las experiencias de aprendizaje, de desarrollo de habilidades, deberían permitir al menos el manejo de la información, el pensamiento crítico en torno a aquello que estoy recibiendo, el desarrollo de la argumentación y la comunicación.
– Y la comprensión lectora, ¿cómo está en Chile?, ¿mejora, empeora?
– Los datos que hoy tenemos, que no son todavía confiables, porque lo que tenemos es una evaluación que se llama DIA, Diagnóstico Integral de Aprendizaje, desarrollado por la Agencia de la Calidad de la Educación, y que no son datos agregados, por lo tanto, no podemos hacer una conclusión. Efectivamente el proceso lectoescritor y el desarrollo de habilidades de escritura está efectivamente muy bajo, tuvieron un descenso. La primera fotografía formal que vamos a tener nosotros, confiable, va a ser la publicación de los resultados del SIMCE 2022, que esto sucede a fines de abril o principios de mayo de este año.
– Siguiendo la misma línea, más o menos por ejemplo los chilenos, porque tenemos que entender que la educación también está asociada a la palabra. ¿Con cuántas palabras está hablando el chileno promediamente en un día? usamos 200 palabras, 250 palabras, ¿no está ese estudio?
– Existe gente que se dedica a eso, lingüistas, gente que se dedica al análisis de los discursos.
– Porque nos permite conocer la alfabetización.
– Claro, pero hoy tenemos incorporación de palabras nuevas, palabras que llegan a partir de las migraciones. Desconozco cuántas palabras está utilizando el chileno, lo que si sé, es lo que uno debería tener, y esos son números que son muy grandes. Al final de su vida una persona debería tener incorporado sobre dos millones de palabras, una cantidad enorme, que son palabras nuevas, neologismos, que se van combinando, palabras que se van adaptando, verbos que van creándose y desarrollándose, bueno y el desarrollo tecnológico hace que se vayan creando palabras nuevas.
– El lenguaje evoluciona y vamos a evolucionar en la entrevista también, ministro quiero hacerle otra pregunta, si pasase por sus manos y tuviese que recomendar seis libros para la lectoría de los niños en enseñanza media, ¿cuáles serían?.
– Fantástico, voy a escoger tres y tres, tres internacionales y tres nacionales, creo que hay que partir siempre por una obra que al menos me resulta capital dentro de la poesía que creo, es Desolación de Gabriela Mistral, es un maravilloso libro de poemas que reflejan un poco lo que somos los chilenos. Un poquito tristes, un poquito trágicos, un poquito aislados, ese para mi es fundamental. Un segundo libro que a mí me parece fundamental de la literatura chilena, que de alguna manera para mí fue muy significativo, es un libro muy antiguo que se llama Juana Lucero, que es un libro de Augusto d’Halmar, premio nacional de literatura, que cuenta la historia de una mujer que lamentablemente sufre por ser una hija no reconocida y con todos los golpes que la sociedad le podría dar. Es una mujer que termina siendo abusada por un personaje de la aristocracia, finalmente retrata una parte del Chile de principios de siglo, y además la historia ocurre entre el centro de Santiago, cuando este era especialmente las calles que están cerca de La Moneda o cercanos al Barrio 18 donde vivía la aristocracia y en contraposición el barrio Yungay, entonces los escenarios son en la Plaza del Roto Chileno donde suceden todas estas historias, es un ambiente muy interesante. Es un contraste entre el mundo más popular que estaba ahí en el barrio Yungay y el centro de Santiago o el Barrio 18. Y el tercero sin dudas es Loco Afán de Pedro Lemebel, que me parece a mí es un maravilloso libro de crónicas que nos hace pensar en este otro Chile, el Chile de la marginalidad nuevamente, en contraposición entre los poderosos y aquellos que han nacido en el privilegio en contraposición con estos otros seres (el Chile corriente) que lamentablemente por distintas razones, por su diversidad sexo genérica, les ha tocado encontrarse con esa cara fea de la sociedad.
– En los tres internacionales, para mí una obra capital es…
– ¿El Capital? (Risas)…
– Tres obras capitales, uno El Viaje del Elefante de José Saramago que me parece a mí que es una maravilla de obra, una historia buenísima, yo la recomiendo plenamente porque además es un viaje por Europa, a través de alguien que va a buscar un elefante para un príncipe y esto se vincula con la realeza europea, pero además, todos los personajes son muy simpáticos, es de verdad surrealista, una historia que perfectamente podría haber escrito García Márquez, que es mi segundo libro, y a mí me parece que es una obra fabulosa de él es una novela corta o un cuento largo, que se llama Los Funerales De La Mamá Grande, que es una historia también muy simpática, latinoamericana, profunda, con toda esta cosa entremedio divertida, la locura de los latinos que estamos en la combinación de todas esas características culturales que somos los latinoamericanos, esa amalgama entre el desorden, la locura, la pasión y todo esto en un clima tropical propio de Colombia, de la Colombia profunda. Y el último es un libro que a mí me gustó muchísimo que se llama La Invención de la Naturaleza de Andrea Wulf, es una maravilla porque es la historia de Humboldt, cuando viene a Latinoamérica a conocer y a registrar parte de lo que es nuestra geografía, Humboldt es el padre de no solo la geografía, sino también de la botánica. Al final es la creación de un mundo, porque todo esto se lo imagina, lo registra y al interpretarlo a través de sus dibujos, de los croquis, lo que hace es maravilloso.
– Oiga cada vez está más interesante la entrevista porque vamos conociendo más en profundidad su pensamiento, y buenos títulos. Respecto a la comunicación, ¿qué rol le asigna usted a la comunicación dentro de la educación? Y le pregunto de paso por el sistema de medios de comunicación que hay en nuestro país.
– Yo diría dos cosas, primero la comunicación es una habilidad central, está establecido así en nuestro currículum nacional permanentemente, y fíjese que hay algo muy significativo en como nosotros, los profesores y profesoras, educadoras de párvulo también porque esto pasa en todos los niveles, incorporamos precisamente la comunicación oral, también la escrita pero especialmente la oral que nos permite hacer el ejercicio meta cognitivo, que es la reflexión en cuanto a cómo aprendemos y qué estamos aprendiendo, y además siempre se da en el momento. Es como esto que se llama el pensamiento rumiante, aquel que nos da vueltas y vueltas en la cabeza y no podemos pararlo, algo que en el fondo estoy todo el rato dando y dando. Entonces cuando nosotros le otorgamos la posibilidad, dentro de la experiencia de aprendizaje a un estudiante poder comunicarse de manera escrita, pero fundamentalmente oral, lo que estamos haciendo es formar un pensador, porque tiene que presentar argumentos, formar ideas, vincularlas entre ellas, hacer relaciones.
– Me llama la atención lo que dice, porque no sé, nuestros pueblos originarios le dan un gran valor justamente a la tradición oral, no tenían tradición escrita.
– Lo escrito también es significativo, tiene otro valor, yo ahí les podría contar una serie de historias asociadas a lo escrito que a mí me parece también que es una habilidad que uno puede desarrollar. Cuanto yo hacía clases, en esa época con pocos recursos, en términos de lo que teníamos a veces en las salas, los días domingo cortaba imágenes de revistas que vendían en los diarios, y el primer ejercicio de escritura que hacia al partir la semana con mis chiquillos de educación media, es que les pasaba una imagen, cualquiera, podría ser una fotografía, un dibujo o ilustración, y sobre eso en el fondo la escritura y la explicación de por qué estaban escribiendo eso, y podían aparecer una cantidad de cosas importantes.
–Aparecen unas barbaridades a veces escritas, ¿no?
-El ejercicio de la escritura es que ordena el pensamiento. Un dato súper importante, cuando los momentos de la Historia son más trágicos o cuando hay personas que han tenido que vivir situaciones de encierro y todo eso, ahí es la escritura.
–Y hay veces que se borran cosas de la Historia, porque yo mismo me recuerdo, los libros con los que uno estudiaba, habían partes de la Historia que estaban borradas, y sobre todo aquellos que tienen que ver con los temas de Derechos Humanos, ¿Cómo va a enfrentar el ministerio los 50 años del Golpe de Estado, en materia educativa e histórica?
– En primer lugar estamos trabajando junto a la ministra Brodsky, que ellalidera de alguna manera desde su ministerio todos los temas asociados, porque vamos a centralizar ahí más en cultura, y desde educación nosotros fundamentalmente potenciar algo que en primer lugar nosotros ya tenemos, que es la Ley 20.911, aprobada de manera unánime en el parlamento que tuvimos durante el gobierno de la presidenta Bachelet dos; y esta ley lo que hace es que a través de nueve objetivos de aprendizaje o en acciones muy concretas, nos permiten hacer con las comunidades una reflexión en torno, principalmente al conocimiento del sistema internacional de DD.HH. y también el desarrollo de competencias cívicas y ciudadanas a la comprensión. ¿Cómo queremos enfocar esto desde el Ministerio de Educación? Haciendo un ejercicio de memoria y proyectar el futuro, lo que tenemos que hacer es educar para un nunca más, hacer una reflexión con nuestros estudiantes respecto de por qué es importante la valoración de la vida, de las personas, la defensa de los DD.HH., pero para eso hay que conocerlos. Los Derechos del Niño y la Niña, los derechos de primera y segunda generación, que a veces no les gusta que se llamen así, hoy se habla de los derechos sociales, culturales, y tantos otros derechos asociados particularmente a grupos históricamente excluidos que uno puede incorporar entorno a esa reflexión. Ese es el valor de una instancia como esta, permitirnos mirar hacia el futuro aquel hecho de la historia tan trágico.
– Ministro, yo tengo entendido que hay una evolución en el presupuesto que se asigna para la educación del país. Pasamos de tener hace algunos años atrás que solo era un 2%, después un 5%, creo que vamos en un siete y algo. Siendo la educación la base, ¿no le parece que eso sigue siendo mínimo? No sé, deberíamos apuntar a un 10 o un 15 porciento incluso para educación y que eso sirva no sé, para que eso se interopere el Ministerio de Educación, con el de Ciencias y Tecnología… ¿Va lenta la evolución del aumento presupuestario?
– En términos de recursos yo diría que haber, siempre es importante reconocer los avances que se han tenido. Es importante, en ningún caso nosotros podemos pensar que la educación tiene los mismos porcentajes de inversión que había en la Dictadura, en ningún caso, eso aumentó enormemente durante muchos años. Cuando uno hace el análisis siempre le resulta insuficiente.
-¿Pero vamos en cuánto? ¿Siete coma cuánto por ciento?
– En el fondo esto ha ido cambiando, más bien lo que uno debería reconocer es el aumento que se da anualmente, porque recuerda que el costo de la vida… Más allá del gasto global, por ejemplo para el año 2023 nuestro presupuesto aumenta en un 5,3%, eso es respecto del año anterior, y eso es un aumento en relación con ese presupuesto anterior.
–Pero yo me refiero en cuanto al presupuesto de la nación, un país que quiere crecer, que se quiere desarrollar, ¿cuánto sería lo óptimo?
-Ojalá uno se pudiera ir acercando cada vez más al 10% que podrían ser los montos que a lo mejor tienen los países desarrollados.
–Estos países que admiramos, Finlandia, ¿cuánto tienen?
– Pero tiene que ver también con costo de la vida, con incorporación de innovación en niveles superiores. sabes lo que me pasa a mí con esta conversación, es que uno se imagina que, con la mayor inversión, significan cosas muy concretas, como implementación, herramientas y recursos, y fíjese que no es así. Yo he tenido la posibilidad de mirar muchos sistemas educativos, he podido estar en algunos países mirando, y yo cuando miro una sala de clases nuestra, no digo que todas no, ojo con eso, pero cuando yo miro una sala de clases en un colegio equis, o un jardín infantil nuestro, no tienen nada que envidiarle no sé, yo conozco los colegios del distrito educativo que hay en Toronto, Canadá, tuve la posibilidad de hacer una pasantía allá, y no es envidiable. Que quiero decir yo, que nos hace falta más recursos, sin duda alguna, que debemos aumentar hasta llegar a un porcentaje mayor al PIB, sin duda alguna, pero también quiero decir, que comparativamente con países de la región, que tienen economías similares a las nuestras, nosotros tenemos una mejor posición.
– Ministro, por ejemplo me dice lo de las aulas, tenemos aulas que se pueden comparar, pero hay aulas que los jóvenes también han reclamado y que están en mal estado.
– Por eso le quiero decir yo, eso no significa que no tengamos que hacer mejoras y reparaciones o que no tengamos que crear o construir más establecimientos, sin duda alguna. Pero lo que quiero decir es que muchas veces uno se imagina que estas son como unas aulas que tienen todos los recursos tecnológicos, no necesariamente. No es solo mayor inversión en términos de recursos, para tener mayor tecnología, sino que es una combinación de muchos factores. Tenemos que mejorar nuestra infraestructura, sin duda alguna, tenemos que tener un sistema de reparaciones y de reposición de establecimientos educativos, sin duda alguna, una mayor responsabilidad del Estado en términos de la infraestructura, sin duda alguna, sin embargo, la mejora educativa no solo está en ese ámbito, sino que también debe ser la combinación de otros factores, como por ejemplo, el compromiso, el proyecto educativo, el valor de lo territorial, ósea una serie de otros elementos que se combinan para hacer eso.
– Ministro, para llevar adelante todo el programa me imagino que hay leyes que vienen en camino, tiene ahí su cámara para el Congreso, el mismo Ejecutivo, para que lo apoyen en este proceso por el bien del país y la educación pública.
– Bueno sí, estamos muy esperanzados, hemos logrado hacer un buen ejercicio con el mundo parlamentario y en general tengo una muy buena relación bien transversalmente con muchos diputados, diputadas, senadores y senadoras, que tienen una gran preocupación por el sector educativo. En esto uno tiene que ser bien, como yo digo, amplio.
– Transversales debiesen ser las bancadas por la educación pública…
– Claro, pero entiendo que muchas de las propuestas nuestras, que de alguna manera se enmarcan o parecieran querer enmarcarlas dentro de visiones únicamente ideológicas, y eso no es así. Esto no es ideológico, sino que más bien es preocupación por lo público. Y la preocupación por lo público implica que nosotros potenciemos por ejemplo nuestro sistema de educación pública haciendo algunas modificaciones a la Ley 21.040, que es un proyecto con el que vamos a ingresar prontamente, de la misma forma con algunos ajustes al sistema de aseguramiento de la calidad, tratando no de evitar las evaluaciones a gran escala, que es algo que valoramos muchísimo, sino más bien el uso de esas evaluaciones, especialmente los resultados, y poder avanzar hacia un modelo de rendición de cuentas que no sea hacia afuera, donde sea el Ranking el que importa, sino de una rendición de cuentas hacia adentro, donde cada escuela traza su propio camino de mejora. De la misma forma que una ley marco de afectividad y sexualidad integral que creemos que es muy necesaria, todas las situaciones de abuso, de sexismo, a veces de violencia de género, efectivamente nos señalan que debemos avanzar hacia un modelo en donde profesoras y profesores con la participación de las familias, en ningún caso contra la familia o lejos de las familias, podamos establecer estos principios para superar una educación que aun lamentablemente sigue siendo sexista.
-Tenemos todavía mucho que avanzar y mucha deuda.
Por Bruno Sommer
Fundador El Ciudadano