Derrame en los ojos y alza en la presión son parte de los síntomas que ha presentado la machi Francisca Linconao durante su estadía en la cárcel. Es por eso que Juzgado de Garantía de Temuco acogió la solicitud de la defensa de la autoridad religiosa de cambiar la medida de prisión preventiva por el arresto domiciliario total.
Linconao está imputada junto a otros diez comuneros del atentado incendiario que costó la vida a Werner Luchsinger y Vivian Mackay en enero de 2013.
La autoridad religiosa indígena dijo que «una machi no puede estar en la cárcel, tiene que estar en su lugar, en su lof (comunidad), en su casa, frente al rehue para estar haciendo oraciones y para la sanación de la gente”.
Por su parte, el fiscal que lleva el caso, Luis Arroyo la calificó como un peligro para la sociedad. Agregó que «el tribunal fundamenta una decisión que no compartimos y que no se ajusta a derecho” y anunció que apelarán de la resolución».