Por Marisol Córdoba
Hace cuatro años, en la zona del Hospital General Regional (HGR), Número 36, conocido como el Hospital San Alejandro, vendedores, familiares de pacientes internados y derechohabientes diariamente acudían a consultas de especialistas, a la zona de emergencias, en las que había una continua entrada y salida de ambulancias.
Ahora todo se visualiza vacío, solitario; solo tres puestos en la esquina que venden jugos, frutas así como revistas, algunos dulces, tortas y refrescos.
“Nosotros solo vimos mucha gente en mayo, que dijeron que iban ya arreglar el hospital, pero nada… desde entonces no hacen nada. No vemos a nadie”, dijo una vendedora de jugos, ubicada en la cercanía de la entrada principal del gran hospital dañado; donde colocaron una gran lona en agradecimiento a la delegada Aurora Treviño por regresarles el hospital, ya con polvo y gastada por el sol puesta desde el pasado 1 de mayo; fecha que hicieron el evento para anunciar la demolición y reconstrucción del nosocomio que atendía a cientos de derechohabientes.
El más grande de América Latina
Dicho hospital de especialidades, considerado el más grande de México y América Latina, fue construido en el año 1972 con capacidad de 400 camas, en una superficie de 22 mil metros cuadrados en la calle número #2721 de la colonia Villa San Alejandro, ubicada en la capital poblana durante la gestión del entonces presidente Luis Echeverría Álvarez , y el gobernador interino de Puebla, Gonzalo Bautista O’Farril .
Al interior, durante el recorrido de El Ciudadano no se visualizó algún movimiento de trabajadores; los vecinos del lugar afirmaron que este miércoles escucharon ruidos en la parte trasera, pero solo fueron dos trabajadores que estaban moviendo láminas, hacían mucho ruido, pero hoy ya no escucharon nada en todo el día, de acuerdo a lo que se reportó es que empezaron a retirar las láminas del perímetro puestas para evitar el ingreso de personas.
“Ayer se escucharon ruidos en la parte trasera. Pero quién sabe qué estaban haciendo. Pero ahora que pasé por allá ya no veo nada. Está abandonado no hacen nada. Venían aquí personas de varios lugares, las traía un AU, de Teziutlán, Chignahuapan, Zacatlán, Matamoros; venían a consulta a las 7 de la mañana, y las venían a recoger a las 3 de la tarde”
Juanito
Bolero que trabajaba al interior del hospital desde 2007
Dijo que después de la evacuación, el lugar quedó totalmente en el abandono durante 4 años, pese al inicio de la pandemia de Covid-19.
“Pobre gente se está muriendo por el Covid-19. La Margarita (hospital )… está re feo (sic) hartas camas afuera… harta gente. Me han dicho ve, y les digo no, está re lejos (sic). Con la preocupación de sus enfermos…ni ganas de bolearse tienen”
Juanito
Bolero
¿Cómo les afectó que no está operando el hospital? Se le preguntó a Juanito.
“Bastante, estaba una Marisquería, los Tacos San Vicente, el Café “El Colibrí” y todos quebraron… por la renta, bien cara y cerraron. Había puestos de ambulantes, frutas, verduras. Allá en la esquina estaba la señora Mariana tenía de todo, rollo, toallas… hasta ropita de niño recién nacido, pañales… también quebró pobrecita”
Juanito
Bolero
Escombros por todas partes
Además durante el recorrido se observó al interior un auto estacionado, tiradas bolsas de basura negras quemadas, rotas por el sol, de tanto tiempo permanecer en la intemperie. Asimismo una inmensa maleza, árboles crecidos, chatarra de lo que fueron alguna vez sillas y mobiliario hospitalario, escombro por todas partes; así como varillas tiradas.
En la infraestructura del gran edificio ya se dejan ver las ramas de los árboles, naturaleza que ya está reclamando el lugar y ha crecido.
De igual forma se observó la construcción al interior de unos cuartos improvisados, y uno de ellos lo habilitaron como oficina, en el que se encuentra al personal de vigilancia; incluso se lee: Afore 200 Banorte. Una mujer que parecía trabajadora de la dependencia de salud federal del IMSS, no quiso dar alguna declaración argumentando que no tenían autorización para hacerlo.
Construcción del hospital, suspendida
En febrero de 2020, el director del IMSS Zoé Robledo, anunció el convenio con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), para demoler y construir un nuevo hospital. Esto luego que la dependencia federal adquirió un terreno ubicado en la zona de Angélopolis, con una inversión de 427 millones de pesos; sin embargo, la licitación se encuentra suspendida, y ya no será edificado en ese lugar.
Por tal motivo en el gobierno morenista que encabeza Andrés Manuel López Obrador, se decidió que la demolición del hospital fuera parcial en los cuerpos A, B, C, D, y E de San Alejandro para reconstruirse, cuya fecha inicial, fue desde el pasado marzo; fecha que se retrasó y se pospuso para mayo, y que a la fecha aún no se realiza. El nuevo hospital que a diferencia del antiguo, solo tendrá una capacidad para aproximadamente 180 camas.
Por su parte, en mayo, la delegada del IMSS en Puebla, Aurora Treviño, indicó que la inversión estimada para la reconstrucción del nosocomio está estimada en al menos mil 690 millones 585 mil 469 pesos.