Amplias redadas contra inmigrantes centroamericanos planea realizar el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos (DHS), según fuentes del periódico The Washington Post.
Se trataría del primer operativo masivo de deportación contra refugiados que llegan a EEUU escapando de la violencia de bandas criminales del narcotráfico y la brutalidad de cuerpos de seguridad en Guatemala, Honduras y El Salvador, destaca Patrick Martin de WSW.
La operación se concentraría en Houston, Nueva Orleans, Los Angeles y Washington DC, que presentan las concentraciones más grandes de inmigrantes, y estaría enfocada contra “adultos y niños cuya orden de remoción de Estados Unidos ya ha sido ordenada por un juez de inmigración”.
El DHS ha empezado a aumentar su capacidad para manejar el incremento de arrestos por infracciones en pasos fronterizos, abriendo dos nuevos centros de detención en Texas con 700 y 300 camas, respectivamente, y otro en California, con 400 camas.
Gillian Christensen, vocera del programa del DHS, respondió a la publicación del Washington Post señalando que la política del Departamento está focalizada únicamente en individuos que “representan una amenaza a la seguridad nacional, la seguridad pública y la seguridad fronteriza”, entendido lo anterior como cualquier persona que llegue a Estados Unidos sin contar con los permisos del gobierno.
“Las deportaciones propuestas han sido controversiales dentro de la administración Obama… Según quienes conocen el debate, el secretario del DHS Jen Johnson ha estado promoviendo medidas frente al nuevo aumento en la cantidad de inmigrantes ilegales en meses recientes”, publica el Post, atribuyendo el fenómeno a las altas cifras de violencia en América Central que llevan a las personas a abandonar sus respectivos países.
Un posterior reporte de The Wall Street Journal confirmó que las redadas empezarán a inicios de 2016 una vez que reciban la aprobación final del gobierno.
Pero la política ha entrado en conflicto con fallos judiciales como el de un tribunal de distrito que en agosto ordenó liberar niños arrestados por el DHS. Su detención es ilegal bajo un decreto de Bill Clinton que restringió la prisión de menores de edad carentes de compañía adulta, enfatiza WWS.
El medio destaca lo importante del contexto político en que se impulsan este tipo de políticas: las críticas de republicanos y demócratas al Presidente Obama por el ingreso de 25 mil refugiados sirios a Estados Unidos proyectado para el próximo año.
La persecución de inmigrantes centroamericanos sería una demostración de que el gobierno actual cedió a las presiones, indica.