Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres: «Bachelet debería pedirle la renuncia al ministro Céspedes»

Durante el pasado martes, transcurría la última cena anual de la Asociación de Exportadores de Manufacturas (Asexma) cuando el presidente de la organización, Roberto Fantuzzi, tuvo la brillante idea de regalar una muñeca inflable al ministro de Luis Felipe Céspedes, cuya boca -tapada por un cartel- rezaba la consigna: «Para estimular la economía».

Pese a que horas más tarde, con la polémica ya desatada, el secretario de Estado pidió disculpas por el hecho y aseguró haber sido sorprendido por este obsequio, en el escenario se le vio divertido y con actitud jocosa ante lo que algunos defendieron como una expresión de humor inofensiva.

En el mismo espacio de CasaPiedra, además de Céspedes, se encontraban presentes los precandidatos presidenciales José Miguel Insulza y Alejandro Guillier, quienes recibieron sus propios regalos y también se mostraron risueños al ver la muñeca inflable. En el escenario, sólo una mujer se encontraba presente: la modelo. Y lo vulgar de la «broma» no impidió que ministro, empresarios y precandidatos posaran para diversas fotografías que hoy circulan por las redes como prueba de su nulo entendimiento acerca del profundo problema cultural que implica la violencia contra las mujeres.

El presidente de Asexma se excusó recordando a las mujeres que integran su familia y aludiendo a que la organización se ha caracterizado por entregar «regalos creativos» durante años, alusivos a la actualidad.

La misma presidenta Bachelet decidió pronunciarse esta mañana a través de redes sociales -curiosamente, el espacio elegido por cada una de las figuras públicas vinculadas para hablar acerca de la polémica- y señaló que «la lucha por el respeto a la mujer ha sido un principio esencial en mis dos Gobiernos. Lo ocurrido en la cena de Asexma no se puede tolerar».

Desde la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres, sus voceras e integrantes se mostraron indignadas por lo ocurrido y aseguraron que la actitud cómplice de políticos y empresarios es una expresión más de lo naturalizada que se encuentra la misoginia en Chile, con ecos que se hacen sentir cada día en la vida de las mujeres.

«PROYECTAR #NIUNAMENOS EN LA MONEDA PARECE POPULISMO»

Cada vez que las malas ideas de alguna figura pública, marca corporativa o espacio televisivo superan los límites de lo aceptable en su disposición de reforzar la violencia de género simbólica, las excusas sobre el humor y los cuestionamientos hacia la «gravedad» de las mujeres no se hacen esperar.

Así lo señala Soledad Rojas, una de las voceras de la Red: «Dirigentes políticos, ministros, candidatos y figuras empresariales se dan el lujo de hacer chistes misóginos, reproduciendo absolutamente la cultura patriarcal en la que vivimos y que no es ningún chiste. Ellos dan explicaciones después, pero la verdad es que su actitud los delata en lo que ellos piensan. Ellos pueden pedir disculpas, pero quién les va a creer».

La feminista recordó que es muy delicado que políticos que aspiran a la conducción del país se hagan cómplices de la vulgar performance. Además, recordó que hace una semana, Chile lanzó su primera iniciativa de paridad de género en Sudamérica, con el apoyo del Banco Interamericano del Desarrollo y del Fondo Económico Mundial, instancia en la que curiosamente participa el ministro Céspedes.

Por ello, enfatizó que la presidenta Bachelet debería pedir la renuncia del secretario de Estado por esta actitud. «Muchos van a decir que no es para tanto, pero no. Esperamos respuestas más contundentes que sólo lamentar los hechos. El proyectar #Niunamenos en La Moneda parece populismo. La Presidenta dijo que es intolerable y bueno, si en intolerable, sáquelo de su gabinete».

Rojas recordó, además, que la violencia contra las mujeres es un continuo, que va empeorando en etapas desde la cosificación de sus cuerpos y el humor misógino hasta la explotación sexual de niñas, el abuso y el femicidio, como expresión más radical de la violencia. «Este es un sistema cultural que lo avala», cerró.

EL VIOLENTO HUMOR DEL EMPRESARIADO

Desde la organización que ha liderado la visibilización y denuncia de la violencia de género en los últimos años en Chile enfatizaron que el humor nunca es inocente y que en este caso, existen perspectivas de género que sustentan aquello que causó la risa de políticos y empresarios. «Al encontrar esto chistoso reflejan la forma en que nos ven a nosotras», explicó la periodista Antonia del Solar.

A la vez, recordó que «el empresariado tiene un rol importante en esto. En Chile, en Latinoamérica y en casi todo el mundo la pobreza tiene cara de mujer. Y son los hombres lo que regulan la economía, las condiciones de trabajo, y las mujeres estamos en una desigualdad irrefutable en comparación con los hombres en el mercado laboral».

Por ello, es importante cuestionarse -a propósito de quiénes tuvieron la idea de regalar una muñeca inflable al ministro- cuál es el compromiso del empresariado en Chile para combatir la violencia contra las mujeres, no sólo entendiéndola desde la realidad del femicidio, sino también en como un relato sobre la calidad de vida que otorgan a las trabajadoras.

A la vez, la abogada Silvana del Valle, especialista que también integra la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres, enfatizó en repudiar la violencia verbal y simbólica que se produjo en el evento.

«Este acto político nos demuestra la poca reflexión que existe de parte de las autoridades empresariales y gubernamentales sobre la violencia. Se da una frase en este contexto que ninguno, ni siquiera aquellos que han pedido disculpas, han notado. Comparan a la economía con las mujeres y agregan que a las mujeres a veces hay que estimularlas, lo que nos indica que la mayoría de las veces la satisfacción y el consentimiento de las mujeres no importa», argumentó.

A juicio de la abogada y de las numerosas feministas que han manifestado su repudio durante esta jornada, más que una simple broma vinculada a un juguete sexual, el hecho sostiene un simbolismo macabro. «No son capaces de darse cuenta de lo que se ríen: que es finalmente de la violación, de la cultura de la violación», cerró.