El aspirante al papado, el cardenal Keith O’Brien, dimite tras ser acusado de comportamiento «inapropiado», lo que deja al Reino Unido sin representante para la elección del nuevo papa. O’Brien, máxima autoridad de la Iglesia Católica en el Reino Unido, es investigado por el Vaticano tras ser acusado de “comportamiento inapropiado” contra tres curas y un ex sacerdote.
La primera de las acusaciones, que son negadas por O’Brien, se remonta a 1980. Un seminarista que en ese entonces tenía 20 años y estudiaba en el seminario de St Andrews, donde O’Brien era el rector y su director espiritual, asegura que O’Brien intentó mantener contacto sexual después de una de las oraciones nocturnas.
Los cuatro denunciantes —que se mantienen en anonimato— pidieron personalmente la dimisión del cardenal a Antonio Mennini, embajador en el Reino Unido del Vaticano, quien ayer confirmó que «el asunto está en manos del Papa».
O’Brien no llegó el pasado domingo a su misa semanal en la catedral de St. Mary, en Edimburgo. En su lugar estuvo el obispo Stephen Robson quien confirmó que el cardenal ha buscado «asesoramiento legal». Por su parte, el papa Benedicto XVI acepta la renuncia del cardenal O’Brien quien hace dos días declaró que los curas deberían poder casarse si lo desean.
Benedicto XVI renunciará el próximo 28 de febrero tras confesar que no tiene fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino . La última vez que se produjo una renuncia al trono papal fue en 1415.
Fuente: RT