Con una sonrisa y el puño en alto, el activista Julian Assange, llegó a Australia en un avión privado, tras haber recuperado su libertad, donde fue recibido por su padre y su esposa, con quien se fundió en un emotivo abrazo y un beso.
Luego de 12 años de permanecer retenido en Reino Unido, el fundador de WikiLeaks volvió en un vuelo privado a Canberra, su ciudad natal, mostrando una señal de triunfo como celebración de la liberta que obtuvo tras declararse culpable de conseguir y publicar secretos militares estadounidenses, como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia, que puso fin a una larga batalla legal.
Dentro de los casos publicados por Julian a través o del portal WikiLeaks, están incluidos detalles de las irregularidades cometidas por Ejército estadounidense en Irak y Afganistán.
El periodista piso suelo australiano, tras haber formalizado el trámite judicial en frente a una corte en Saipán, en las Islas Marianas del Norte.
Assange fue recibido por esposa, Stella Assange, y su padre, John Shipton, en el aeropuerto, evitando dar declaraciones a la prensa.
“Julian desea que les agradezca sinceramente a todos. Quería estar aquí. Pero deben entender por lo que ha pasado. Necesita tiempo. Necesita recuperarse, y esto es un proceso”, explicó Stella a los reporteros.
Esposa de Julian Assange: «No tendría que haber pasado ni un día en prisión»
Stella Assange aseguró que su marido «no tendría que haber pasado ni un día en prisión», y resaltó que «hoy es un día de celebración porque está en libertad».
De igual manera, criticó que Estados Unidos no retirara los cargos de espionaje, obligando a Assange a declararse culpable de conspiración para cometer espionaje.
Aseguró que «este caso es un ataque contra el periodismo, el derecho de la ciudadanía a saber y no tendría que haber ocurrido».
«Creo que se revela lo incómodo que esta el gobierno de los Estados Unidos, porque este caso es un ataque al periodismo. Es un ataque al derecho del público a saber. Julián nunca debería haber pasado ni un solo día en prisión. Pero hoy celebramos porque hoy Julián está libre», enfatizó.
En ese sentido, resaltó que “el único resultado positivo para la prensa en general [habría sido] que el Gobierno de Estados Unidos hubiera abandonado este caso por completo”.
Stella destacó que este precedente ahora “puede ser usado y será usado en el futuro contra el resto de la prensa”. Por lo tanto, a todo el gremio ”ee interesa buscar que esta situación actual cambie mediante la reforma de la Ley de Espionaje».
Sobre si WikiLeaks seguirá publicando documentos filtrados, reiteró que el activista tiene que recuperarse y «esa es la prioridad».
En tanto, manifestó que «Julian siempre defenderá los derechos humanos, siempre defenderá a las víctimas. Siempre lo ha hecho […] Es una persona de principios. Y sigue siendo profundamente de principios. Y sin miedo».
Por su parte, Jennifer Robinson, abogada del fundador de Wikileaks, calificó el acuerdo como peligroso para la libertad de prensa global.
“Desafortunadamente, los términos del acuerdo de declaración de culpabilidad son que él, para lograr su libertad, tuvo que optar por declararse culpable de conspiración para cometer espionaje por publicar pruebas de crímenes de guerra estadounidenses y abuso de los derechos humanos”, declaró la jurista.
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