Los Alacalufes o Kaweskar, son una etnia que va desapareciendo con los años y que sus últimos descendientes ven con nostalgia. Este pueblo habitaba desde el sur del Archipiélago de los Chonos en Chiloé hasta el Estrecho de Magallanes.
Se alimentaban de focas, lobos marinos, nutrias y ballenas que llegaban a varar a ese lugar. Había abundancia. Los dioses «buenos», llamados Alep-láyp o Arca kercis les regalaban estas ofrendas.
También existían los dioses «malos», representados por Ayayema y Mwono. Ellos eran los responsables de sus desgracias, como las que tuvieron que soportar a la llegada de los conquistadores que arrasaron con su pueblo.
Trabajan la piedra, madera y huesos. En el último tiempo utilizaban elementos que provenían de naufragios como sogas y metales. Navegaban las frías aguas del sur en canoas construidas con árboles, fibras vegetales y grasa animal. Su organización social era en núcleos familiares.
EL RETRATO VIVO
«Alas de Mar» es un documental de Hans Mülchi que relata la vida de los últimos descendientes de Kaweskar que habitan en Chile. Una mirada con nostalgia de este pueblo que habitó y fue dueño del agua, la tierra, el viento y el frío.
Relata desde el punto de vista de Rosa Catalán, de 73 años, descendiente directa de kaweshkar, y su hija Celina Llan Llan, kaweskar y con sangre chilota. Ambas hacen un nostálgico viaje al lugar en donde nacen sus antepasados, sus vivencias, sus creencias.
El documental se remonta a los tiempos en que esta etnia vivía tranquila y en paz, en la zona del Seno Skyring, lugar donde vivía Rosa junto a su familia.
Pero esos tiempos terminaron: llegaron los «blancos» a abusar y exterminar a la ya escasa población que había. Sufrieron maltratos y abusos. Fueron sacados de sus tierras para ser exhibidos como atracción en museos y salones para la elite europea.
Sus apellidos desaparecieron. Fueron reemplazados, en su mayoría, por nombres y apellidos hispanos e ingleses. Sus tierras fueron arrebatadas y su pueblo terminó por desaparecer.
Sin embargo, a pesar del dolor y el sufrimiento, Rosa quiere que la gente conozca sobre ellos y que sepan que la vida que tuvieron fue muy bonita.
Según el último Censo realizado en el año 2012, existían en Chile 2.063 personas que se identificaban con esta etnia, no obstante, en la actualidad son sólo 13 personas las descendientes directos de madre y padre Kaweskar y sólo 7 personas hablan esta lengua.
Revisa el trailer de este documental que ya fue estrenado:
Revisa algunas imágenes de esta etnia: