La Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (Apib), denunció este martes que el número de fallecidos entre los indígenas debido a la pandemia del nuevo coronavirus ha alcanzado 501 en todo el país, entre unos 14.783 contagios en 131 pueblos originarios.
Como sucede en los países vecinos con presencia en la cuenca, el estado de Amazonas es el de mayor número de muertes con 178 (35 por ciento), seguido de Pará (83), Roraima (47), Maranhao (50), Mato Grosso (48) y Acre (20).
El pueblo kokama, asentado en la región de Alto Solimoes, es el más afectado por el virus, con casi el doble de muertes que los xavante, que ocupan el segundo lugar.
De los cerca de 850.000 indígenas que viven distribuidos entre 305 pueblos en Brasil, según la Apib, más de 81.000 se encuentran en una situación vulnerable durante la pandemia debido a la falta de infraestructura sanitaria, lejanía de las instalaciones médicas y vulnerabilidad inmunológica.
El lunes último, el juez Luís Roberto Barroso, del Supremo Tribunal, decidió que el Gobierno federal de Jair Bolsonaro debería adoptar un conjunto de medidas para frenar la propagación y la muerte por la Covid-19 entre la población indígena del país, con la creación de una Sala de Situación con la participación de miembros del Gobierno, la Apib, la Oficina del Fiscal General (PGR) y la Oficina del Defensor Público (DPU), además de la instalación de barreras sanitarias para proteger a los pueblos indígenas aislados.
Sin embargo, el presidente Jair Bolsonaro vetó una ley que esbozaba medidas para proteger a los pueblos indígenas durante la actual pandemia, en particular los artículos que incluían la obligación del Gobierno de proporcionar acceso a agua potable, materiales de higiene y limpieza, instalaciones de internet y canastas básicas de alimentos para las aldeas.
Sonia Guajajara, coordinadora de Apib, dijo que «los pueblos indígenas ya son los más afectados por el coronavirus en Brasil. Era necesario desarrollar un plan de afrontamiento (Emergencia Indígena) para implementar acciones que el Poder Público no alcanza. La aceleración de estas muertes es muy preocupante y atribuimos esto a la falta de planificación del Gobierno federal, que hasta ahora solo ha presentado acciones insuficientes».
Cortesía de TeleSUR
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