Si bien la región vuelve a la normalidad, las zonas rurales de Arica y Parinacota fueron las más afectadas. A casi 2 semanas que sucedió el terremoto 8.2, el recuerdo de la noche del 1 de abril aún está patente en la memoria de las y los niños quienes nos relataron esa inolvidable experiencia.
A más de 3.500 metros sobre el nivel del mar, alumnado del Tercero Básico del Liceo Técnico Profesional Granaderos de Putre, recordaron que esa noche estaban en la casa cuando comenzó el remezón. «Con mi familia evacuamos a la cancha, por si había derrumbe», dijo Fernanda. Mientras que Diego interrumpió: «yo pesqué mis juguetes y nos juntamos con mi familia».
Betzabé no estaba en su casa, sino que con su mamá en un restaurante cenando. «Las ampolletas se reventaron y nos asustamos», enfatizó. Hey Misú y Jhuli dijeron a coro que se asustaron porque se cortó la luz y evacuaron como muchas familias de la comuna.
Preparación en el Liceo
Como en todos los establecimientos de la región, el Liceo de Putre también desarrolló el plan de Evacuación y Seguridad Escolar, conocido como Operación Deyse.
Melizabeth de Primero Medio, recordó que la comunidad educativa participó de simulacros en horario de clases. «Los profesores dijeron que hay que estar preparados para todo. Algunos alumnos tomaban como chistes los primeros ensayos, pero después del terremoto comenzamos todos a darle la importancia a los simulacros», puntualizó.
Por Leyla Noriega