El triunfo de representantes de partidos de la derecha en algunos países de Latinoamérica representa una amenaza para las comunidades indígenas, debido a que estos Gobiernos se encuentran aliados con terratenientes, mineros, empresas petroleras o madereras que ambicionan la tierra y los recursos de los pueblos ancestrales.
«En Latinoamérica, los pueblos indígenas se encuentran en peligro (…) Están sometidos al racismo, ataques, al robo de tierras y a violencias estructurales innumerables; sus derechos humanos son violados a diario», dijo a la agencia Sputnik la investigadora de Survival International, Xilonem Clarke.
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en esta región se pueden contabilizar alrededor 826 pueblos originarios, pero más de 330 de ellos se encuentran en peligro de extinción.
Entre las causas, mencionan la fragilidad demográfica, los desplazamientos forzados, la escasez de alimentos, la contaminación de las aguas, la degradación de los suelos, la desnutrición y la elevada tasa de mortalidad.
La Cepal estima que otros 200 pueblos viven en aislamiento voluntario. El organismo documentó que los países con mayor cantidad de pueblos indígenas son Brasil, con 305; Colombia, con 102; Perú, con 85; México, con 78; y Bolivia, con 39.
Ambición desmedida
La mayoría de estos pueblos originarios se encuentran en peligro, pues Gobiernos y empresas les arrebatan sus tierras en pro del beneficio económico, violando sus derechos, ya sea por medio de la represión o el asesinato, afirmaron a la agencia rusa activistas e indígenas.
La dirigente del Movimiento Sindical, Indígena y Campesino Guatemalteco, Lesbia Amézquita Garnica, y el diputado del partido Convergencia CPO-CRD (izquierda) Leocadio Juracán comentaron a Sputnik que los «sectores ambiciosos» le sacan a los pueblos originarios sus territorios y los culpan «hipócritamente» de la contaminación ambiental.
En cuanto a la situación de «plena exclusión social» que viven los pueblos originarios de Guatemala, Juracán y Amézquita afirman que es resultado de un proceso instaurado desde el colonialismo europeo, reforzado por Gobiernos de derecha.
«Esta nueva ola de Gobiernos de derecha en la región significa un peligro para los pueblos originarios. Es una reacción a los avances que impulsó el progresismo en los últimos 15 años y en contra de esto es que el capitalismo pretende volver a tener el control sobre los bienes y la tierra de la población que ha recibido las mayores injusticias de América Latina», dijo Juracán.
Izquierda progresista vs. derecha neoliberal
Amézquita comentó a Sputnik que en los últimos 15 años en algunos países se avanzó formalmente en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, así como en mejoras en la atención al parto y en la reducción de la mortalidad infantil.
Además, la Cepal registra aumentos en las tasas de asistencia escolar en todos los niveles y avances en los derechos territoriales, entre los que se encuentra el derecho a la propiedad colectiva del territorio.
«Un ejemplo de que los Gobiernos de izquierda han logrado mejorar las condiciones de vida es Bolivia, donde se redujo la pobreza a un 36,4 % en 2017 frente al 59,9 % de 2006 (…) Esto no ha sido así para los países con Gobiernos de derecha, en donde la pobreza y la exclusión social de los pueblos indígenas se han recrudecido, y se ha instaurado el poder de las transnacionales con la fuerza de los ejércitos desde el Estado», dijo Amézquita.
En Brasil, durante el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), se consiguió reducir la pobreza extrema en un 63 %. En Ecuador, durante la administración de Rafael Correa (2007-2017), tres millones de indígenas salieron de la pobreza.
Violencia institucional
En las últimas décadas, la población originaria de América Latina se organizó para la defensa de su territorio, demandando derechos ante los Gobiernos y sectores privados. Sin embargo, esto provocó que recrudeciera la violencia del Estado, así como el paramilitarismo, según Amézquita.
«Activistas, defensores de derechos humanos y líderes indígenas que están al frente de la lucha por sus tierras son perseguidos, acosados y asesinados», coincidió Clarke.
A menudo, «los asesinos actúan con impunidad. La gran ironía es que las comunidades indígenas muchas veces son tratadas como criminales por entrar a sus propias tierras o demandar que se respeten sus derechos», según el informe de Global Witness en 2017.
https://www.elciudadano.cl/pueblos/el-odio-de-bolsonaro-podria-iniciar-un-genocidio-indigena-en-brasil/11/05/
https://www.elciudadano.cl/mexico/en-peligro-de-extincion-las-comunidades-indigenas-zoques-de-veracruz/09/06/