Desde principios de este año que en el Fuerte Aguayo, en la localidad de Concón, en la Región de Valparaíso, está operando un cuartel militar estadounidense para el trabajo de un comando de Operaciones Militares en Territorios Urbanos, MOUT por su sigla en inglés. La base está bajo el mando del Pentágono y específicamente del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos, encargado de todo tipo de operaciones militares de esa potencia en Latinoamérica.
Se informó que esa base sería para entrenamiento de Fuerzas de Paz al servicio de las Naciones Unidas. Aunque ninguna autoridad del gobierno de Sebastián Piñera dijo explícitamente que esos comandos urbanos no pudieran actuar en territorio chileno ante situaciones de desastres o insurgencias (para las cuales estarían preparados).
En noviembre de 2012, en una entrevista de la reportera Javiera Olivares, al politólogo argentino Atilio Borón quien afirmó: “Imagínate lo adormecidos que están los chilenos, si enfrentaron con total pasividad la instalación de la base militar de Estados Unidos en el Fuerte Aguayo, en Concón, a pocos kilómetros de Valparaíso. Esa base -dijo Borón- que depende del Comando Sur, se especializará en el entrenamiento militar requerido por un programa del Pentágono denominado MOUT (Operaciones Militares en Terreno Urbano). Dicho sin eufemismos, entrenamiento de fuerzas especializadas en la represión de la protesta social. Washington y Santiago negociaron ese acuerdo en absoluto silencio”.
Un dato aparecido en la publicación citada -que pone dudas respecto a si ese comando estadounidense metido en territorio chileno no servirá para adiestrar en represión a chilenos- es una foto e información de elementos de Fuerzas Especiales de Carabineros adoctrinándose. Todo el país sabe que las FF.EE. de la policía uniformada vive de agredir, hostigar, insultar y reprimir a manifestantes, afrontando varias acusaciones como desvestir muchachas secundarias. ¿Qué adiestramiento recibieron? ¿Para misiones de paz? El alto mando de Carabineros nunca dio una explicación por esas fotos de sus integrantes entrenándose en el campo estadounidense.
En un reportaje sobre el tema, el periodista Arnaldo Pérez Guerra citó a David Vine, académico de la American University en Washington, quien manifestó que “el Pentágono está armando hoy pequeñas instalaciones secretas e inaccesibles con pocos soldados (…) Es su actual estrategia para mantener su hegemonía en el mundo. Desde las costas chilenas a las selvas de Honduras, de los desiertos de Mauritania a las pequeñas Islas Cocos de Australia, Estados Unidos ha instalado más de 50 ‘bases nenúfares’ y aspira a construir decenas más. Una ‘red mundial de fuertes fronterizos’ cuyo costo anual es de 250.000 millones de dólares. En Chile la avanzada la tienen en el Fuerte Aguayo”.
Alejandro Wolff, embajador de Estados Unidos en Chile precisó que la base en Concón “es el primer proyecto de su tipo que se levanta en Chile para apoyar la capacitación de personal encargado de ejecutar operaciones de mantenimiento de la paz o de estabilidad civil”.
El tema es que estos comandos MOUT tienen el objetivo del “mantenimiento de la paz”, lograr la “estabilidad civil en zonas urbanas” y apoyar en casas de “desastres naturales”.
Y el comandante en jefe del ejército, Juan Miguel Fuente-Alba señaló la necesidad de un análisis “relacionado con los eventuales roles que podrían asumir las fuerzas armadas y el ejército en particular, dados los complejos y actuales escenarios que se generan en el ámbito de la seguridad, al momento de preservar los valores, intereses y bienes que la propia sociedad busca cautelar… Podrían surgir nuevas responsabilidades que deberían estar claramente identificadas, comprendidas e implementadas por el ejército”.
Todo eso aumenta las incertidumbres y temores por la base de Concón. ¿Las unidades estadounidenses del MOUT bajo el Comando Sur van a contribuir a la “estabilidad civil” en Chile? ¿A qué falta de estabilidad se refieren? ¿Por qué los estadunidenses deberían tener, a través de comandos, un papel ante un desastre natural en territorio chileno?
Pero más preocupación puede surgir al leer las palabras del jefe del Ejército que, tácitamente, revive la doctrina de que a fin de cuentas son los militares los encargados de mantener el orden político y social en Chile, con ayuda de comandos estadounidenses. Fuente-Alba habla del “ámbito de la seguridad” (que es un rol interno) y de “preservar los valores, intereses y bienes de la sociedad…” ¿Quién determina cuáles son esos? ¿Los militares como en 1973? ¿Las tesis contrainsurgentes que anidan en las Fuerzas Armadas? ¿Cuáles serían esas nuevas responsabilidades? ¿Las que quieren asignar Rodrigo Hinzpeter y Andrés Allamand en materia de seguridad interna y represión de movimientos sociales, indígenas y antisistémicos? Hay mucho paño de donde cortar.
Las fuerzas chilenas, sobre todo Armada y Fuerza Aérea, tienen lazos estrechos con los militares y ramas bélicas de Estados Unidos que se desarrollan en la Operación Unitas, el ejercicio Peacekeeping Operations Americas, la Iniciativa Global en Operaciones de Paz y labores conjuntas con la Agencia Nacional para el Manejo de Emergencias y los destinado de oficiales chilenos a la Escuela de las Américas.
En Telesur, el analista uruguayo Raúl Zebechi indicó que “el secretario de Defensa, León Panetta, realizó una gira suramericana que lo llevó a Colombia, su principal aliado militar, luego a Brasil y finalmente a Chile, donde se acaba de inaugurar la base militar de Concón. El propósito de este viaje es participar en consultas con varios de nuestros socios en esta parte del mundo e intentar fomentar alianzas de seguridad innovadoras en la región”.
En la página Web de la revista Diálogo del Comando Sur de los Estados Unidos, publicó una nota que define, en gran medida, las actividades que se efectúan en América Latina y particularmente Chile. La base de Concón es parte de aquello.
“En una ceremonia que tuvo lugar el 7 de mayo en Santiago de Chile, el Ejército Sur de los Estados Unidos se unió a sus aliados del Ejército Chileno y a otras 14 naciones aliadas para dar inicio oficialmente al Ejercicio Multinacional de Operación de Mantenimiento de Paz ‘OMP Américas 2012’. La ceremonia de apertura fue el broche de oro de la excepcional preparación que tuvieron los representantes de cada nación aliada, según manifestó el director del Ejercicio Multinacional, General de Brigada Leonardo Martínez Menanteau, Director de Operaciones Internacionales del Estado Mayor Conjunto chileno. ‘Se trabajó arduamente en la organización de este ejercicio para asegurar su éxito’, expresó Martínez. El director del Ejercicio Multinacional y compañero de Martínez, General de Brigada Manuel Ortiz, Jr., Subcomandante General del Ejército Sur, estuvo de acuerdo con su colega. ‘(Los participantes del ejercicio) han trabajado con ahínco y están bien preparados para el ejercicio’, indicó Ortiz. El Ejército Sur estadounidense, como componente de comando del servicio del Ejército, perteneciente al Comando Sur de los Estados Unidos, dirige el ejercicio anual en apoyo a las iniciativas de paz de la ONU en Centroamérica y Sudamérica y el Caribe. El Ejercicio Multinacional de cinco días, diseñado para mejorar la comunicación y desafiar las capacidades de los participantes para implementar y sostener los estándares de operaciones de paz de la ONU y para asegurar que los participantes estén preparados para responder ante desafíos de operaciones de paz, constituye la última parte del ejercicio OMP-A 2012 de cuatro fases, que tiene lugar en Chile y en República Dominicana del 19 de marzo al 11 de mayo. La primera fase del OMP-A 2012 fue un entrenamiento a nivel batallón que se llevó a cabo del 19 al 23 de marzo en Santo Domingo, República Dominicana; la segunda fase fue un entrenamiento de líderes subalternos que se realizó del 2 al 6 de abril en la base para Operaciones Militares en Territorios Urbanos (MOUT) de Fuerte Aguayo, Chile, y en la tercera fase se celebró un seminario de líderes de personal del 30 de abril al 2 de mayo en Santiago de Chile. Además de Chile y los Estados Unidos, en la instancia de OMP-A 2012 participan más de 300 representantes de Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, República Dominicana, Guatemala, Honduras, Ecuador, El Salvador, Paraguay, Perú y Uruguay. Los líderes del ejercicio señalaron que el entrenamiento junto a naciones aliadas es más efectivo que el entrenamiento individual de las naciones. ‘Esto ayuda al desarrollo integral de conocimientos y puntos de vista para que todos podamos trabajar en conjunto y de forma combinada’, destacó Martínez. ‘En esta experiencia se viven cosas que pueden ser muy nuevas para algunos, pero muy conocidas para otros’. Por su parte, Ortiz manifestó que trabajar codo a codo con homólogos de naciones aliadas no solo se trata de aprender unos de otros, sino también de fortalecer las alianzas. ‘Me siento muy orgulloso de estar aquí en este entorno internacional’, expresó Ortiz. ‘En mi opinión, creo que lo más valioso de todo esto es que podamos conocernos unos a otros para el futuro, tanto profesional como personalmente’. Por último, los ejercicios como Operación de Mantenimiento de Paz ayudan a construir un marco estratégico de relaciones con naciones aliadas en la región, mientras se trabaja para perfeccionar la interoperabilidad, la seguridad y la estabilidad.
Todo apunta que en Chile se establecen políticas y se materializan proyectos destinados a mantener una fuerza presencia y capacidad operativa de los militares estadounidenses, desarrollar planes de Inteligencia a través de organismos de las FF.AA. y policiales, a dar luz verde a bases militares extranjeras, pretender involucrar a los militares en funciones internas y desarrollar toda una política claramente contrainsurgente y de cuidado del sistema a través de las Fuerzas Armadas, Carabineros e Investigaciones. La base militar estadounidense en Concón ayuda y contribuirá mucho a esa política.