Las autoridades bolivianas recibieron con las palmas en alto los primeros rayos del sol este miércoles para dar la bienvenida al Año Nuevo Andino 5531, en medio de bailes autóctonos y rituales ancestrales de agradecimiento a la Pachamama o Madre Tierra.
La celebración también se conoce como la fiesta del retorno del sol, «Willkakuti» en aimara o «Inti Raymi» en quechua.
La celebración de los 5531 años de vida de las culturas andinas son el resultado de contar una antigüedad de 5.000 años antes de 1492 y de sumar otros 531 años desde la llegada de los españoles al nuevo continente.
La ceremonia principal se llevó a cabo en la ciudadela prehispánica de Tiahuanaco, a casi 80 kilómetros de La Paz, hasta donde llegaron el presidente del país, Luis Arce, y el vicepresidente, David Choquehuanca, que es del pueblo aymara, junto a otras autoridades y parlamentarios oficialistas.
«Junto a nuestro jilata vicepresidente, David Choquehuanca, recibimos con mucho optimismo, desde Tiwanaku, el Año Nuevo Andino Amazónico y del Chaco 5.531», afirmó el mandatario suramericano.
Junto a ellos, decenas de indígenas, en especialaimaras y quechuas, aguardaron desde la madrugada la salida del sol o «Tata Inti» para recibir su energía, algunos interpretando melodías autóctonas en el templo tiahuanacota de Kalasasaya, donde se realizaron los actos centrales.
Antes de la ceremonia, se produjo la entrega de una ofrenda a la Pachamama presentada por unos «amautas» o sabios indígenas que rezaron oraciones en aimara.
Luis Arce: «Renovamos nuestra devoción a la vida»
Tras la aparición del sol, el presidente boliviano, Luis Arce sostuvo que: «Hoy renovamos nuestra devoción a la vida, nuestra devoción a la naturaleza, el vivir bien. Hoy es un día importante, hermanas y hermanos, en todo nuestro país. En el oriente, donde también están celebrando el Año Nuevo Andino Amazónico y del Chaco. En todo lado hoy es un día para llenarse de energía para nuevamente ratificar el compromiso de trabajar, de que nos vaya bien, de buenos augurios para todos nosotros».
Este tipo de ceremonias se llevaron a cabo en otros puntos del país con la participación de otras autoridades desde distintas «wakas» o «apachetas», lugares considerados sagrados en las culturas indígenas para ser parte de esta festividad.
La celebración del «Willkakuti», que también supone el cambio del ciclo agrícola para la siembra en el campo, coincide con el solsticio de invierno austral, cuando en el Hemisferio Sur tienen lugar el día más corto y la noche más larga.
El nombre de la fiesta ha evolucionado con criterios de inclusión, ya que comenzó a celebrarse hace pocas décadas en Tiahuanaco como Año Nuevo Aimara, luego se llamó Año Nuevo Aimara-Quechua y después Año Nuevo Andino.
En 2009, el entonces Gobierno de Evo Morales bautizó la celebración como Año Nuevo Andino Amazónico y decretó que cada 21 de junio sea festivo nacional, y en 2018 el nombre incluyó a la zona del Chaco, quedando con el nombre de “Año Nuevo Andino Amazónico Chaqueño” en virtud de la tradición, cosmovisión y saberes ancestrales de los pueblos indígenas del Estado Plurinacional.
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