En plena celebración de las Fiestas Patrias, Carabineros desalojó una actividad que realizaban dirigentes mapuche en el marco de una reivindicación territorial, a lo que siguieron enfrentamientos y tensiones.
Al cumplirse un año desde que se dio inicio al proceso de reivindicación territorial de la comunidad Coñomil Epuleo de Ercilla, este 18 de septiembre de programó un palín weichán (juego ceremonial) en uno de los predios reclamados, perteneciente al agricultor Hernán Bayer, donde se convocaron todas las comunidades en resistencia del sector de Malleco.
La actividad fue desalojada en dos oportunidades, donde participó un amplio contingente policial y se generaron varios enfrentamientos. Según muestran imágenes difundidas en las redes sociales, los efectivos policiales grabaron la ceremonia y dispararon a los dirigentes al momento del desalojo. Además, se enviaron varios vehículos lanza gases e incluso drones.
El werkén Richard Curinao afirmó que se actuó con mucha violencia y que temieron “que hubiera podido pasar a mayores”.
En ese contexto, el dirigente sostuvo que irrumpir en las comunidades en plenas Fiestas Patrias es parte de una estrategia dirigida desde el Ministerio del Interior. “El gobierno nacional y el gobierno regional actúan estratégicamente. Sabemos cómo se comporta Burgos y su política de ‘diálogo’ a las comunidades. Creo que fue el momento propicio, ya que muchos estaban atentos al tema del terremoto, otros andaban endieciochados y parecía la oportunidad exacta para poder reprimir sin mayores repercusiones”, criticó.
Curinao manifestó que no es casual y que habitualmente hay allanamientos en periodos de fiestas. Además, cuestionó el rol de los religiosos al afirmar que si bien los obispos dan discursos sobre el conflicto en el sur, no se les ve en las comunidades y siempre mantienen la distancia. En ese sentido reiteró que la Iglesia “sigue siendo cómplice de las violaciones del pueblo mapuche”.
De hecho, hace algunos días el Instituto Nacional de Derechos Humanos manifestó su preocupación por la creciente conflictividad en el sur, exigiendo revisar la forma en la que se ha operado hasta el momento, reconocer a los pueblos en la Constitución, garantizar su participación y abrir un proceso amplio de diálogo conforme a los estándares internacionales.