Carta abierta a la empresa Apache Corporation
Nos dirigimos a Ustedes para expresar nuestras opiniones y críticas sobre los hechos ocurridos por mano de la empresa Apache Corporation en nuestro territorio del Comahue en el norte de la Patagonia argentina. Sobre todo, nos referimos a aquellos lugares cercanos a los yacimientos Anticlinal Campamento, en la zona de Barda Negra, Portezuelo Norte en el paraje Portezuelo Chico, en la provincia de Neuquén y del yacimiento Estación Fernandez Oro en Allen, en Río Negro.
Escribimos esta carta abierta desde nuestro lugar de seres humanos cuyo cuerpo está constituido por un 75% de agua y que diariamente, sobreviven gracias al hecho de beber agua.
En el mundo las defunciones diarias generadas por tomar agua contaminada, tanto a nivel bacteriológico como químico, son más de 50.000. En el mundo entero, más de 1.200 millones de personas carecen de abastecimiento de agua básico.
No apuntamos a pedir alguna forma de remediación, ni intentar alguna acción legal. Sabemos que hace tiempo las concesiones de la empresa Apache en nuestro territorio han sido compradas por la subsidiaria YSUR que responde a YPF, y que a su vez responde a Chevron.
El objetivo de esta comunicación es responsabilizar a la empresa Apache a nivel histórico y ético, frente a la humanidad y a la naturaleza misma , que nos ofrece la posibilidad de llevar adelante nuestras vidas día tras día. Quisiéramos tener las condiciones de vida que teníamos antes de sus acciones en nuestros territorios, pero no queremos su dinero empetrolado y sangriento!
Nos parece importante resaltar que los responsabilizamos, y lo hacemos sin demasiados tecnicismos, como el pueblo lo entiende y para que Apache sepa de la propia voz del pueblos de que toda la comunidad sabe qué hace esta empresa y cómo lo hace.
Los que quedaron afectados por su actividad extractiva no son solo crianceros indígenas y chacareros criollos productores de peras, sino todos aquellos seres que nos abastecemos y vivimos gracias al agua de la cuenca del Río Negro y del acuífero de Zapala.
Apache no ha actuado sola, sino con la complicidad de los gobiernos provinciales de Neuquén, con el gobernador Jorge Sapag del Movimiento Popular Neuquino, y del gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck del Frente Para la Victoria. Esta clase de políticos corruptos ha permitido que se introduzca por primera vez en el continente latinoamericano, una técnica extractiva altamente contaminante como lo es el Fracking.
Apache ha llevado a cabo este tipo de prácticas a pocos kilómetros del acuífero de Zapala, en el yacimiento Anticlinal Campamento dentro del territorio comunitario del pueblo mapuche, sin cumplir con los procesos de consulta previa, como es requerido por el Art. 169 del Convenio Internacional de la OIT, poniendo en riesgo la calidad de su agua, y destinando decenas de millones de litros de ella para la fracturación hidráulica.
Al mismo tiempo, intentó “convencer” a la comunidad para que aceptara el régimen extractivo de los “no convencionales” por medio de proyectos de Responsabilidad Social Empresarial, destinados a dividir a la comunidad, ejerciendo una presión constante sobre los integrantes del territorio que estaban en desacuerdo con el Fracking.
La muerte de Cristina Linkopan, longko de la comunidad de Gelay Ko, cierra trágicamente este capítulo de la presencia de Apache en Barda Negra. A Cristina la mató a los 30 años una hipertensión pulmonar probablemente engendrada por su constante exposición a los hidrocarburos explotados desde las décadas pasadas.
En 2011, cuando se agudizó el conflicto entre la comunidad de Gelay Ko y Apache, al mismo tiempo que la salud de Cristina fue destrozada por la manera descuidada de tratar los miles de litros de agua de reflujo contaminada y por la continua presión y la violenta represión ejercida por la policía provincial neuquina, que actúa a sueldo para las empresas petroleras.
Este cínico encarnizamiento, acelero el proceso de muerte de nuestra hermana, que el 14 de marzo del año 2013 ha dejado cuatro hijos huérfanos. Cada año vamos a recordar este suceso con un significado comunicativo, porque a pesar del duelo, su muerte ha sido una manera de transmitirnos un legado espiritual por la defensa del agua, del aire, de la tierra, de la vida y del pueblo mapuche, en contra de todos aquellos que se atrevan a vulnerarlos!
También en la comunidad mapuche Winkul Newen, la presencia de Apache ha dejado una marca profunda. El 15 de octubre de 2012 la misma comunidad denunció el derrame de petróleo en un ducto de la empresa Apache, en el yacimiento Portezuelo Norte.
No solo el reclamo no ha sido atendido, sino que dos meses después, el 28 de diciembre, y por orden de la jueza Ivonne San Martín (conocida por sus frecuentes fallos contra el Pueblo Mapuche), una auxiliar del Poder Judicial, junto a policías y funcionarios de la empresa Apache, llegaron hasta el territorio de la comunidad para permitir que la compañía reactive diez pozos petroleros.
Este hecho terminó con dos autoridades mapuches detenidas: Martín Maliqueo, werken de la comunidad, y Mauricio Rain, lonko de la comunidad Wiñoy Folil, además de ser baleado un adolescente de la comunidad y golpeada una mujer, autoridad indígena de 83 años.
Sabemos que el poder de turno y empresas como APACHE pretenderán que estos delitos, que cuentan con al complicidad del poder judicial y se operativizan con el accionar policial, quedan impunes , pero las organizaciones y movimientos del pueblo alzaremos la voz para repudiar el genocidio que históricamente sufren los pueblos originarios.
Hoy los miembros de la comunidad siguen viviendo en el territorio comunitario, que está afectado por diez pozos convencionales y no tienen acceso al agua ni a servicios básicos. Además de esto sufren al judicialización por los hechos del 28 de diciembre de 2012, es decir, por haber defendido su casa. Relmu Ñanku afronta una acusación por intento de homicidio y Martín Maliqueo por daños. Ambos son los padres de tres NIÑOS.
Apache también es responsable de esto!
En síntesis Apache nunca saneó lo que contaminó en ese territorio y nunca reconoció el nefasto impacto cultural y ambiental de su actividad en la comunidad, inclusive sobre los niños.
En Allen, Río Negro, la actividad de exploración y explotación de Apache en el yacimiento Estación Fernández Oro, ha coincidido con el fin de la pequeña y mediana producción local de peras. El aparecer en el ejido urbano del pueblo de las así llamadas “chacras petroleras” ha marcado el inicio de una situación insostenible. Las torres de perforaciones empezaron a ocupar las chacras, ya sea mediante su alquiler o compra.
Laborear el suelo de un lugar como el Alto Valle, transformarlo de semiárido a fértil ha costado el trabajo de enteras generaciones desde la primera mitad del siglo XX, sin embargo, con la extracción de de tight gas entre las chacras frutícolas, todo ello se ha aniquilado en pocos años.
La fractura multidireccional también han afectado al territorio por una contaminación que cada vez se expande más y cuyas nefastas consecuencias ya podemos pronosticar.
Pretendieron instalar una mentira, tanto la intendencia como la empresa, la mentira de que en Allen no se realizaba hidrofractura. Todo ello, mientras cotidianamente los pobladores de Allen han sido afectados por los gases emanados durante la operación de pozos sin tener en cuenta otro sinfín de impactos ambientales y sociales como la contaminación de napas y ríos, el desabastecimiento de agua potable, los ruidos permanentes, incluso en las horas de descanso, la contaminación lumínica que afecta también a los montes frutales, el aumento del tráfico de camiones y camionetas 4×4, y los consecuentes accidentes de tránsito, los costos de vida elevados, el tráfico de drogas y la trata de personas cada vez más presentes en nuestra comunidad.
Hay que agregar la negligencia con que se han operado los pozos en el yacimiento EFO, al punto de haber llegado a accidentes graves desde que empezó la explotación.
Uno de ellos ocurrió en el pozo AP.RN.EFO 141 a las 21 horas del 19 de marzo de 2014.
La explosión por desmanejo en la maniobra provocó el temblor de las viviendas cercanas Allí, a 50 metros de una de las vivienda ubicada en un vivero se alzaron llamas y emanaciones de gases tóxicos durante horas que llevaron a que los vecinos, ante la falta de previsión de la empresa y de los órganos de control, tuvieran que organizar improvisadamente su propio plan de contingencia.
Don Ruben Ibañez, trabajador rural es uno de los principales afectados desde que hace mas de dos años la empresa Apache comenzó con las perforaciones en la locación que se encuentra a escaso metros de al vivienda que ocupa. Él ha dejado expuesto su temor por lo que pueda pasar. Expresando públicamente “Si ellos vinieran y sintieran lo que estamos sintiendo con toda mi familia… dolor de estómago, dolor de cabeza, tenemos que dormir con la ventana cerrada”.
Funcionarios de la ahora YSUR, que aún llevan la impronta de la empresa Apache, que veló siempre para sostener una “buena imagen” declararon que no subsistían riesgos por el ambiente y por los habitantes. Pese a todo esto accidente de venteo conllevó la suspensión de las actividades por unos 10 días.
Don Ibañez y su familia han padecido a las consecuencias de un problema que los funcionarios y la empresa aun se niegan a reconocer. Otra vez se trata de afecciones pulmonares graves como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica ya diagnosticada que van mutilando la vida de los pobladores. Apache pretendió que esta y otra afecciones en la salud de los pobladores locales quede invisibilizada para evadir su responsabilidad por los prejuicios de una actividad extractiva, que la comunidad no planeó ni demandó. Apache es también responsable de esto!
Otro accidente ocurrió a las 2 de la madrugada del día 14 de julio de 2014 en el pozo 236. Ya Apache se había ido de Argentina pero los problemas con los venteos quedaban. De nuevo una explosión y un incendio en menos de seis meses.
En esta ocasión poniendo al descubierto la practica de maniobras no autorizadas por los entes de control, como son la aplicación de gasoil en las maniobras, que quedo a la vista de todos como una evidente contaminación de napas.
En ambos casos los hechos no quedaron bajo silencio y los vecinos reunidos en Asamblea lograron levantar una voz en defensa de las propias vidas amenazadas por estos continuos accidentes.
El pueblo de Allen nunca ha querido esta forma de explotación en el ejido urbano de su ciudad.
Por medio de una ordenanza municipal en el año 2013 el pueblo de Allen rechazó la explotación de hidrocarburos no convencionales en su ejido urbano. Dicha ordenanza se fundamentaba en el artículo 5° de la Carta Municipal: «Asegurar en todas sus formas el derecho de los habitantes a disfrutar de un medioambiente adecuado para el desarrollo del ser humano, preservando su salud, manteniendo y protegiendo el sistema ecológico y el paisaje, mediante el uso racional de recursos naturales, considerando a la tierra, el agua y el aire patrimonio común del municipio, regulando el uso propio y el del resto de la comunidad, adoptando medidas apropiadas para evitar la contaminación».
Sin embargo, esta ordenanza fue declara inconstitucional por una intervención del mismo gobernador, meses después de su aprobación.
El uso político de la justicia es algo que ha favorecido los negocios de Apache, ya que si se les hubiera respetado las leyes, por la misma aplicación del citado artículo 5° de la carta orgánica, ni siquiera podrían haber comenzado sus actividades en Allen y mucho menos haberlas continuado después de la aprobación de la ordenanza municipal antifracking.
Desde nuestro punto de vista, todas las empresas petroleras nacionales y multinacionales se benefician con la extracción del crudo para obtener grandes ganancias monetarias, pero poco les importa lo más preciado y esencial que son las poblaciones que hacen vida en los alrededores del río, la fauna, el agua y los ecosistemas complejos! Estas grandes maquinarias de extraer petróleo que ustedes usan y exportan son como vampiros modernos succionando a nuestra madre tierra y, por su grave negligencia en los manejos de los sistemas, crean destrucción por medio de los efectos contaminantes de los derrames.
Creemos que es la hora y el momento de defender firmemente todo nuestro entorno natural, de ello depende la vida en el presente y en el futuro y una mayor conciencia de vida.
Por que consideramos vital y necesario el movimiento fuerte y sin pausas de las causas y organizaciones socio-ambientales y de pueblos originarios es que llegamos a hacerle conocer que hasta la fecha hemos sido determinantes en la batalla por la descontaminación y la prevención de la contaminación del Planeta, que sólo puede darse mediante los principios éticos de las diferentes cosmovisiones y con el respeto jurídico del principio precautorio.
APCA – Asamblea Permanente del Comahue por el Agua
Adhieren
Convocatoria Segunda Independencia
Gremial de abogadas – Abogados de la República Argentina
Y diversas organizaciones locales e internacionales….
Vía Mapuexpress