La Defensoría del Pueblo de Colombia denunció el jueves el asesinato del guardia indígena Anuar Rojas Isaramá, por parte de hombres armados, en la zona turística del departamento de Chocó, en el noroccidente del país suramericano.
El crimen registrado en el municipio Nuquí, en el Chocó, generó el desplazamiento forzado de alrededor de 80 miembros de la etnia Embera Jagua.
“Rechazamos asesinato del guardia indígena Anuar Rojas Isaramá en Agua Blanca, Nuquí, Chocó. Solicitamos su esclarecimiento”, exigió el titular de la Defensoría del Pueblo, Carlos Alfonso Negret, en un mensaje colocado en la red social de Twitter.
Agregó que tras el hecho, “80 personas, pertenecientes a la comunidad, están en proceso de desplazamiento forzado. Pedimos activar las rutas institucionales de atención”.
Rojas Isaramá fue asesinado en Agua Blanca, sector de Nuquí frecuentado por turistas tanto nacionales como extranjeros debido a la belleza de sus playas.
Los desplazados se dirigen a la cabecera municipal de Nuquí, una zona que se encuentra en disputa entre miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y bandas delictivas, agregó la entidad defensora de los derechos humanos
En forma previa a que se conociera el crimen del guardia indígena, organizaciones y movimientos colombianos denunciaron el asesinato de cuatro líderes sociales durante las últimas horas, lo que evidencia la ola de violencia contra este sector del país y la falta de acción del Gobierno del presidente Iván Duque para evitar su continuidad.
Cortesía de TeleSUR
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