Un juzgado de Guatemala decidió condenar a Blanca Estela Flores Pou por el delito de discriminación, al insultar en varias ocasiones a dos indígenas, motivo por el cual tendrá que pagar una multa y ofrecer una disculpa pública a las víctimas, entre otras medidas.
La situación trascendió del ámbito familiar hasta la justicia guatemalteca debido a que entre los agredidos se encontraba un menor de edad y hubo amenazas en contra su integridad física.
El conflicto ocurrió en 2013, cuando Flores se enteró que su hija estaba de novio con un indígena, lo que al parecer la encolerizó y le hizo agredir públicamente al joven y a su tía.
La Fiscalía de Derechos Humanos, a través de la Unidad Fiscal contra Delitos de Discriminación, logró el fallo ante la jueza tercera del Juzgado Primero Pluripersonal de Paz penal del municipio de Guatemala.
Según la agencia EFE, la condenada deberá pagar el tratamiento psicológico de las víctimas, ofrecer una disculpa pública, asistir a un curso relacionado con el racismo en la Comisión Presidencial Contra la Discriminación y el Racismo (CODISRA) y hacer una donación monetaria a una fundación de su elección que luche contra el cáncer de niños.
Los hechos y protagonistas
Los hechos se suscitaron el 26 de junio de 2013, cuando la víctima visitó a la agresora en su residencia para contarle que su sobrino sostenía una relación sentimental con su hija, lo que generó insultos con “expresiones racistas” .
Ambas mujeres vivían en una misma área residencial, por lo que frecuentemente se encontraban en la calle y la agresora aprovechaba “para insultarles e intimidarles”. Incluso, en una ocasión intentó agredir físicamente al menor.
En esa oportunidad, la tía del menor intervino y nuevamente recibió insultos racistas, una situación que provocó que la familia tuviera miedo de salir a la calle y acudiera a la justicia para ponerle coto a la situación.
Verificación del arrepentimiento
El pasado 11 de febrero, en la sede de la Procuraduría de Derechos Humanos, la agresora ofreció una disculpa pública a la que asistieron como testigos personal de la magistratura de conciencia, integrantes de la Corte de Constitucionalidad y de otros movimientos sociales.
La judicatura programó para septiembre de 2019 la audiencia en la que la condenada deberá demostrar que ya cumplió con todos los puntos del fallo, además de tener un comportamiento que respete el “aspecto pluriétnico y multicultural de país”.
Legado de violencia étnica
Este caso forma parte del diario vivir de la sociedad guatemalteca, un país multicultural y plurilingüe compuesto de cuatro grandes culturas: Maya, Xinca, Garífuna y Ladina (mestiza). En su territorio conviven 25 comunidades lingüísticas, pero algunos sectores mestizos y blancos vulneran los derechos humanos de los pueblos originarios.
Uno de los casos mas notorios ocurrió en 2016, cuando la gobernadora de Alta Verapaz, Estela Ventura, fue víctima de insultos racistas y sexistas, incluyendo el ser llamada un “india estúpida” por legisladores del país.
Diversos sectores sociales, en particular mujeres y grupos indígenas, se unieron para apoyar a Estela Ventura, en la lucha contra los malos tratos y la misoginia en el Congreso además de una campaña de desprestigio en su contra.
Ventura acusó a cuatro legisladores de trato discriminatorio, todos pertenecientes al partido del presidente Jimmy Morales.
Un total de 20 legisladores fueron notificados oficialmente a la oficina del fiscal de la violencia contra las mujeres y la discriminación, sin que se haya producido condena por este tipo de violación de derechos humanos.
https://www.elciudadano.cl/medio-ambiente/pueblos-indigenas-exigen-al-estado-de-guatemala-fin-a-exclusion-y-racismo/08/03/
https://www.elciudadano.cl/politica/eee/04/11/