Diego Ancalao, es uno de los dirigentes políticos jóvenes y, además, es mapuche y se ha caracterizado por no seguir el modelo de estar rindiendo pleitesía a la antigua élite de los partidos, sino levantar la voz y hacer críticas cuando la colectividad a la que pertenece, como es la Nueva Mayoría, comete errores y deja de escuchar a los ciudadanos. Y habla de las deudas pendientes de los políticos con los chilenos, en general.
Ancalao reconoce que en el Chile de hoy, una de las demandas es que las discusiones de la clase política se aborden con altura de mira, de manera objetiva, no llevadas por impulsos viscerales y que, muchas veces para la gente de a pie, son vistas como guerrillas de intereses políticos que no los representan y están lejos de lo que son sus necesidades reales. Ejemplo de ello, sobran y el más claro es la desafección de un porcentaje significativo de chilenos hacia los políticos, porque no les creen, perdieron la confianza en varios de ellos y reclaman por rostros nuevos, no seguir viendo a los mismos de siempre, maquillados para aparecer todos los días en los medios de comunicación.
Sobre algunos de los temas que debieran estar presente en el debate político y, especialmente, ahora que pareciera que lo único que le llama la atención, a un reducido y selecto grupo, son las elecciones presidenciales de 2017, Diego Ancalao plantea que el abanico es amplio y tienen que aparecer discusiones sobre, por ejemplo, políticas industriales de innovación científico-técnica que cambien la matriz productiva del país, porque, dice, no es razonable que Chile hoy dependa más del cobre que antes.
Otras de las interrogantes que, a su juicio, se mantienen pendientes son: ¿cómo hacemos realidad los derechos políticos, colectivos y económicos de los pueblos indígenas?, ¿cómo se paga la deuda histórica al pueblo Mapuche?, ¿cómo hacemos de Chile un Estado Plurinacional?
El dirigente político Mapuche asegura que, lamentablemente, “no es preocupación de los presidenciables tener ideas para resolver estos problemas del país. Están demasiado ocupados maquillándose para la televisión o atacando a su competencia en vez de atacar los problemas de los chilenos. Aún no conocemos su sólido proyecto político de primera necesidad para sacar al país del estancamiento y asegurar el futuro de nuestros hijos”.
Para Ancalao, una de las figuras del mundo político que le gustaría escuchar hacerse cargo de estas temáticas es el senador, Alejandro Guillier, eventual candidato presidencial. “El senador Guillier ha dicho que es un candidato ciudadano, entonces, nos gustaría verlo en un debate ciudadano sobre estos puntos. Como dice que está a favor de la descentralización, Purén es el lugar preciso y es mi zona de origen. Lo invitamos a Purén a referirse a estos temas, porque los chilenos necesitamos que él en su calidad de eventual candidato presidencial nos diga cuál es su postura, qué piensa al respecto y qué soluciones propone y muestre su coherencia entre el discurso y la práctica”. Agrega que “me gustaría ver a Alejandro Guillier hablar de la solución al tema Mapuche, pero con los Mapuche en Purén indómito”.
-Usted ha planteado que en Chile la desigualdad no sólo es de ingresos, también es política, social y étnica. ¿Por qué no se tiene el poder suficiente para hacer lo que se sabe hay que hacer?
Una de las razones fundamentales es que el Estado es administrado por una minoría de políticos que le ha negado la participación a la ciudadanía, a quienes dicen representar. El mismo PNUD, en su informe Auditoría a la Democracia, confirma que las desigualdades políticas crean desigualdades sociales, económicas y étnicas. Es decir, estructuralmente nos han marginado del poder de decidir nuestro futuro.
-¿La democracia chilena ha sido el instrumento que ha permitido perpetuar este modelo político y económico y, de paso, sus injusticias?
No puede seguir siendo un acto plebiscitario, en que se elige qué elite gobernará a la mayoría. Todo el debate político pasa por la imagen en televisión y por las encuestas. Es un debate sólo entre la élite que nos ha gobernado siempre y que ahora los actores han cambiado de nombre: Piñera, Guillier y Lagos. Ésta es la política que tiene aburrido al país.
-¿Será que esta democracia manejada por unos pocos, en la práctica, ha terminado por perjudicar al ciudadano común y corriente, el ciudadano de a pie como se le llama?
Esta democracia se ha reducido a una mera suma de votos entre uno y otro candidato, donde al final esta acción del sufragio no permite al ciudadano ser libre para resolver sus problemas, decidir su futuro y termina quedando excluido, con una especie de condena social y económica, encerrado en una isla de pobreza en medio de un mar de oportunidades y riquezas para otros. No hemos sido conscientes que esta democracia se ha encargado de reprimirnos inconscientemente. Tenemos que despertar para hacer los cambios que necesitamos.