Se trata de “Sólo por ser indios”, un compilado de unas 100 columnas de opinión y otros escritos periodísticos. Se dio a conocer en la Feria del Libro de Buenos Aires, con la participación de un periodista de este diario.
En el recinto capitalino de Palermo, el libro se presentó en la sala “Juan Rulfo” y entre otros, del panel formó parte este hombre de “El Cordillerano”, a quien Cayuqueo le encomendó las palabras introductorias que se estilan en actos similares del mundo editorial. Ambos compartieron recodos del camino hasta 2013, mientras se estiró la experiencia del periódico mapuche “Azkintuwe”, un audaz emprendimiento gráfico que si bien se imprimió en Temuco, procuró circular a los dos lados de la cordillera y en ocasiones, lo logró.
No existe parangón en la Argentina a la hora de buscar con quién comparar al periodista y escritor mapuche. Si bien “Azkintuwe” tuvo un carácter eminentemente militante, durante y después de su ciclo vital, el crecimiento profesional de Cayuqueo motivó que columnas suyas aparecieran durante tres años en “The Clinic”, el semanario más leído en Chile. Una vez más, buscar equivalentes al oriente cordillerano se complica, porque si bien la sátira política que ejercita “The Clinic” puede emparentarlo con “Barcelona”, el medio chileno ejerce y de manera muy punzante periodismo de investigación, a tal punto que varios remezones que afectaron a La Moneda comenzaron en sus páginas.
Las columnas de opinión que allí publicó Cayuqueo, siempre desde una perspectiva mapuche, le permitieron llegar a un público masivo que a priori, podía no interesarse en la fachada de “prensa partidaria” que asumía “Azkintuwe”. Varias de los párrafos que hoy pueden leerse en “Sólo por ser indios” versión argentina, se imprimieron primero en “The Clinic”. Y a pesar del tiempo que transcurrió –algunos salieron a la calle siete u ocho años atrás- su talante de desafío permanece incólume.
Y este quién es
En la versión chilena del libro, Pablo Vergara, quien ofició de editor en el semanario, describe cómo fue la irrupción de su colega mapuche en las ligas mayores de la prensa trasandina: “Duro Cayuqueo. Más de alguno se preguntó quién era este que venía a romper el consenso. Yo lo conocía un poco: hacía tiempo le venía leyendo en Azkintuwe, el diario fundado por él y otros colegas en Temuco. (Pocas veces he visto un medio de comunicación con mejor nombre: Mirador). Y Azkintuwe no parecía chileno. Hablaba de otro país y rara vez se volvía a Santiago y sus problemas capitalinos: que la Concertación, que la Derecha, que el Centro. Azkintuwe me parecía un espacio donde existía la inusitada libertad que da la lejanía de las histerias nacionales. Eran libres. Conforme nos fueron llegando sus textos a partir de entonces, esa impresión se reafirmó. Cayuqueo era libre incluso de las caricaturas que existen sobre los mapuches y su lucha”.
No creemos que ocho años atrás, Cayuqueo especulara con una posible edición argentina de “Sólo por ser indios”. Es más, por entonces capaz que ni siquiera soñara con su primer libro. Entonces, que el capítulo inaugural del volumen se titule “Ceferino, nuestro Santo”, se explica por la conciencia de pertenecer a un solo pueblo que a raíz de maniobras estatales, se vio dividido a fines del siglo XIX. No por cálculos editoriales.
El tema también toca de cerca a los rionegrinos y neuquinos. “Ante cien mil personas y en su natal Chimpay fue beatificado Ceferino Namuncurá. Hablamos del primer ‘Santo Mapuche’. La ceremonia, que mezcló elementos tradicionales con el protocolo vaticano, constituyó, para los miles de seguidores del ‘indiecito’ muerto en Roma en 1905, un verdadero acto de justicia. Pero no todos aplaudieron. Diversas organizaciones mapuches de Argentina han alzado duramente la voz. Critican lo que a su juicio constituiría un nuevo acto de ‘colonialismo occidental’. Y es que la propia historia de Ceferino, hijo de uno de los últimos lonkos en rendirse tras la ‘Conquista del Desierto’, a fines del siglo XIX, trae a la memoria trágicos pasajes de la historia mapuche reciente. Violación de tratados, asesinatos y despojo territorial. Heridas abiertas que aún no cicatrizan a ambos lados de la gran mawiza (cordillera)”.
En la actualidad, Cayuqueo escribe de estos mismos temas para el diario chileno “La Tercera”, el segundo más leído de Chile y bastante alejado de posiciones que el conjunto de los argentinos caracterizaría de radicalizadas. Además, conduce una impecable serie de entrevistas que se denomina “Kulmapu” que se difunde por la versión chilena de la CNN (otra vez, nada que ver con la argentina). Después de leer “Sólo por ser indios y otras crónicas mapuches”, la comprensión del “problema mapuche” cambiará drásticamente en quienes se aventuren en sus páginas. Sean chilenos o argentinos los lectores… AM
Un buen final
En el último párrafo del prólogo dice Pablo Vergara: “creo que recopilar estos artículos por el país contribuye no solamente a comenzar el diálogo que no hemos querido hacer; además, es tratar de encontrarle un buen final a estar larga historia de nuestros dos pueblos que vienen protagonizando desde hace décadas. Digo esto con el convencimiento que lo que estamos pasando ahora no es sino el prólogo de la verdadera historia del sur de Chile y del Wallmapu”. Y de por qué no de la Argentina, añadimos nosotros.
Fuente: elcordillerano.com.ar