El líder de U2 aparca su imagen de activista y se deshace en elogios con los presentes en el congreso del Partido Popular Europeo, a los que insta a lanzar «una campaña que anime a ir de vacaciones a España, a comprar productos españoles».
El congreso del Partido Popular Europeo ha tenido un invitado de excepción, Paul David Hewson. El cantante, más conocido como Bono, se ha dejado ver en la reunión en Dublín para, por una parte y como viene siendo habitual en él, explotar su imagen de activista y, por otra, mostrar en público su verdadera ideología.
El cantante del cuarteto irlandés no ha dudado en calificar de «héroes» a algunos de los presentes, como la canciller alemana, Angela Merkel, o el presidente de la Comisión Europea (CE), Jose Manuel Durao Barroso. También pidió «permiso» para extender el mismo adjetivo a sus rivales políticos, entre los que citó al líder francés Francois Hollande o el alemán Martin Schulz, bromeando con que la organización iba a apagarle el micrófono por hablar así.
El cantante se ha declarado fan de Europa, y también del capitalismo -«Es una gran cosa, yo debería saberlo», ha dicho- y ha agradecido a sus políticos los esfuerzos realizados para «mantener vivo el sueño europeo, por eso estáis aquí, para tratar de hacer realidad las posibilidades europeas». «Amo Europa, tanto por sus logros como por sus fracasos», sostuvo el artista.
Como ejemplo, Bono citó a Mariano Rajoy, que no estaba entre los héroes que había nombrado anteriormente. El cantante recordó cómo el presidente del Gobierno ha pedido «reformas para crear liquidez en España» a sus socios, al «grupo que debe ayudarse entre sí». El artista opinó que la respuesta de la «familia europea» a la petición del dirigente español debe ser «el lanzamiento de una campaña paneuropea que anime a ir de vacaciones a España, a comprar productos españoles, a escuchar música española». «Quién sabe -dijo-, que nos pidan a U2 que hagamos un disco de flamenco».
Es lo que líder de U2 definió como el «alma» de una Europa amenazada por el auge de los nacionalismos extremos, del «nacionalismo feo», el que se «vuelve contra las minorías». «La verdadera víctima de estos nacionalismos es la idea que respalda Europa, es decir, la pluralidad», advirtió Bono. Destacó además que, independientemente de sus posiciones políticas, la UE ha mantenido en sus presupuestos de los últimos años los niveles de ayuda al Tercer Mundo, a pesar de la grave crisis económica.
El cantante no se podía quedar ahí y también sacó a relucir su vena más social que mantenía escondida tras sus características gafas de cristal rosa. Tras los halagos a los representantes de la derecha europea, se mostró muy crítico con el rescate al que tuvo que someterse su país por tener que pagar el sector público la «estupidez» del privado: «Yo diría que Irlanda ha salido a pesar de la troika, los irlandeses se han rescatado a sí mismos».
Para terminar, aprovechó para cargar contra el racismo y advertir de que la UE debe pasar de ser una unión económica a ser una social. «Europa es una cosa, tiene que pasar a ser un sentimiento. Los Tratados no son suficientes, porque nos organizan, pero no nos definen», ha subrayado.
No es extraño ver al líder de la U2 en cónclaves de este tipo. Bono ya ha compartido en otras ocasiones actos públicos con dirigentes políticos internacionales de ideología conservadora, como ha hecho en el pasado con encuentros con Jacques Chirac cuando era presidente de Francia o con George W.Bush durante su mandato en La Casa Blanca.