Un nuevo informe internacional defiende que el conocimiento de los pueblos indígenas y las comunidades locales podría contribuir más a la lucha contra el cambio climático que muchas estrategias actuales, por lo que aboga por incluirlos en los procesos políticos de toma de decisiones sobre el calentamiento global.
El informe, publicado como libro blanco, ha sido elaborado por un equipo internacional de doce autores, entre los que se encuentran la investigadora Victoria Reyes-García, del Instituto de Ciencias y Tecnologías Ambientales de la UAB y Neil Dawson, de la Universidad de East Anglia (Reino Unido), así como cinco académicos indígenas.
Esta iniciativa, copatrocinada por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la UNESCO y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), es una respuesta a los crecientes llamamientos para que se preste una mayor atención internacional a la cultura en la ciencia y la política del cambio climático.
Los autores se basan en estudios de casos para ilustrar por qué el reconocimiento de los sistemas de conocimiento de los pueblos indígenas y las comunidades locales aportaría mucho a las estrategias científicas occidentales y supondría un necesario cambio transformador respecto a las intervenciones actuales.
Nuevas tecnologías
Aunque en Occidente se apuesta por las nuevas tecnologías o cambios de comportamiento impulsados por los gobiernos y las grandes empresas para luchar contra el cambio climático, los autores afirman que estos enfoques se basan en una comprensión muy occidental y científica de los problemas, así como en las soluciones que van de arriba a abajo.
«Cada vez hay más consenso en que no estamos respondiendo al cambio climático con la rapidez o la eficacia necesarias. Para hacer frente a este desafío necesitamos urgentemente entender el problema desde una perspectiva diferente. Los valores y cosmovisiones de los pueblos indígenas tienen mucho que aportar», ha defendido Rosario Carmona, investigadora del Centro de Investigación para la Gestión Integral de Riesgos de Desastres de Chile y colaboradora del ICTA-UAB.
Según el informe, los sistemas de conocimiento que poseen los 400 millones de integrantes de pueblos indígenas del mundo, además de muchas comunidades locales y tradicionales, «aportan formas alternativas de comprensión y medios probados para abordar problemas globales complejos, como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad».
Sin embargo, los autores advierten que «de forma contraproducente, muchos pueblos indígenas y comunidades locales siguen sufriendo discriminación social, política y económica, que a menudo incluye la violencia y el desplazamiento de sus territorios, y son los más afectados por el cambio medioambiental y climático».
Demandan que lideres indígenas desempeñen un papel más destacado
Los ejemplos detallados en el informe incluyen la contribución de la espiritualidad mapuche a la mitigación del cambio climático en Chile, los procesos consuetudinarios basados en costumbres, prácticas y creencias que guían la reubicación de pueblos costeros en Fiyi, los conocimientos locales de gestión del agua en la Sierra Nevada española y las prácticas indígenas de gestión de incendios para la conservación de los bosques en Bolivia.
Resiliencia
También examina la resiliencia asociada a los muros de piedra tradicionales para la agricultura en la región de la cordillera de Filipinas, la gestión local del riesgo de inundaciones en los asentamientos informales de Sierra Leona y los conocimientos indígenas en entornos urbanos, como la zona de la bahía de San Francisco y el valle de Phoenix en Estados Unidos.
«En pocas palabras, muchos organismos internacionales recomiendan ahora que los líderes y representantes indígenas desempeñen un papel mucho más destacado y tengan más oportunidades de influir en las decisiones y los compromisos de las negociaciones mundiales sobre el clima y las estrategias climáticas a nivel nacional», ha resumido Victoria Reyes-García.
«Aunque a veces se supone que los conocimientos indígenas son anticuados y no son relevantes para el mundo moderno, los sistemas de conocimiento indígenas son activos, dinámicos, contemporáneos y muy resistentes», ha asegurado Reyes-García.
Los sistemas de conocimiento no sólo incluyen valores, como creencias espirituales y conexiones con la naturaleza, sino también formas de decidir, organizar y gobernar activamente, gestionar y cuidar la tierra y los recursos y desempeñan un papel crucial en la gestión sostenible de gran parte de los ecosistemas, especies y recursos críticos del mundo, concluye el informe.
Fuente RPP noticias
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