La nueva Carta Magna establece un Estado plurinacional y unitario, acepta como oficiales a las lenguas indígenas y el español, crea un ministerio en contra de la corrupción y establece que los servicios básicos son un derecho humano.
El sábado fue un día histórico para Bolivia. Una segunda independencia, como dicen algunos, claro que esta vez funda un Estado plurinacional, unitario y con autonomías.
Miles de personas se congregaron desde temprano en una explanada en la ciudad de El Alto, a 3.800 metros de altura sobre el nivel del mar, para asistir al evento. La nueva Constitución fue aprobada por el 61% de los votos del referendo hecho el 25 de enero.
El texto legal se funda en el principio de igualdad de los bolivianos, protege la propiedad privada, niega el latifundio, promueve la producción y la industria, prohíbe la privatización de los recursos naturales del país, consagra los servicios básicos como derechos humanos, plantea el acceso a la salud y educación desde el Estado y castiga la corrupción.
“Hermanas y hermanos de Bolivia, en este día histórico, proclamo promulgada la nueva Constitución Política del Estado boliviano, la vigencia del Estado plurinacional unitario, social y económicamente, y el socialismo comunitario a partir de la promulgación de la nueva Constitución”- dijo el presidente Evo Morales al promulgar la nueva Carta Magna.
En la ceremonia estuvo presente el secretario general de la Organización de Estados Americanos, el chileno Miguel Insulza, que acompañó al Presidente boliviano en el acto de estreno de la Constitución, auguró a Bolivia, un futuro de “paz, fraternidad, armonía y alegría”, agregando que “hay un movimiento de cambio importante en América Latina”.
Por su parte, la líder indígena guatemalteca y Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, también presente en la ceremonia, dijo que la nueva Constitución boliviana marca otra etapa para la lucha de los pueblos indígenas de América Latina y El Caribe. “Es un triunfo, es un hecho paradigmático, es algo que va abrir una nueva etapa de lucha para nuestros pueblos en el continente”- sostuvo.
El primer mandatario indígena de un país cuya población mayoritariamente lo es, dijo que “después de 500 años de permanente sometimiento colonial y más de 20 años de neoliberalismo se da paso a la refundación de Bolivia”.
Morales agregó que por medio de la conciencia del pueblo boliviano y el apoyo de los movimientos sociales se obtuvo una nueva Constitución, por primera vez con el voto popular. En la nueva Constitución participaron movimientos sociales, obreros, campesinos, originarios, intelectuales, profesionales, gremialistas, mineros y mujeres, entre otros actores sociales.
También Morales rindió un tributo póstumo al indígena Tupac Katari al ser uno de los artífices de la revolución libertaria del sometimiento colonial, entre otros luchadores sociales a los que hizo mención.
ALCANCES DE LA NUEVA CARTA MAGNA
La nueva Constitución boliviana es considerada como una de las más progresistas en América Latina, ya que establece un reparto equitativo del excedente estatal y busca terminar con la corrupción, el nepotismo y la burocracia, conductas señaladas por Morales como propias de un sistema colonial. Sus opositores critican que la nueva Constitución es discriminatoria al favorecer a los indígenas.
Entre sus cualidades están en reconocer los servicios básicos como derecho humano. “Por primera vez en la historia en Latinoamérica y en el mundo los servicios básicos, el agua, la luz, el teléfono, son un derecho humano, por tanto no será negocio privado sino de servicio público”- resaltó Morales.
También se sientan precedentes sobre los idiomas originarios, los que homologa al español. Morales dijo respecto a esto que “también se reconoce el idioma español o castellano como decimos, no excluye a nadie”.
Otro aspecto destacado por Morales es el carácter pacifista del Estado boliviano. “Nunca se declarará una guerra (…) eso no significa, hermanas y hermanos, si hay agresión no tenemos derechos a defendernos, sino que si hay agresión nos defenderemos, para eso está el mando único de las Fuerzas Armadas de Bolivia como también de la Policía nacional”, subrayó el primer mandatario indígena en 184 años.
NUEVO EJECUTIVO
Ayer domingo el presidente reestructuró su gabinete presidencial, ajustado a la nueva Constitución. Éste será integrado por 20 ministros, con quienes afrontará su cuarto año de gestión.
Se crearon los ministerios de Autonomías, Culturas, de Transparencia Institucional y Lucha Contra la Corrupción y el de Medio Ambiente que el dignatario Morales fusionó con el de Aguas.
Entre los nuevos cargos destaca la ministra de de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción, Nardy Zuxo Iturri, Oscar Coca (antes titular de Obras públicas) encabeza la cartera de hidrocarburos y Energía, y el ministro de culturas, Pablo César Groux.
Morales también mantiene en sus cargos a los ministros de la Presidencia, Juan Ramón Quintana; de Gobierno (Interior), Alfredo Rada; y de Defensa, Wálker San Miguel.
Los otros ministros ratificados son el de Relaciones Exteriores; David Choquehuanca; de Justicia, la indígena quechua Celima Torrico; de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce, cuyo cargo antes se denominaba de Hacienda; de Minería, Luis Alberto Echazú; de Educación, Roberto Aguilar, y el de Salud, Ramiro Tapia.
Siguen en el gabinete pero cambiaron de ministerio Wálter Delgadillo, que pasa de Trabajo a Obras Públicas y Vivienda; y Carlos Romero que pasó de Desarrollo Rural al nuevo Ministerio de Autonomías. En tanto que René Orellana, hasta ahora ministro de Aguas, ocupará la cartera de Medio Ambiente y Aguas.
El Ciudadano