Ayer se realizó la última jornada del Primer Festival Mundial de la Digna Rabia, organizado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), a 15 años de su levantamiento en Chiapas, México. El evento convocó a cerca de 300 organizaciones sociales y políticas de todo el mundo, destacados intelectuales, y diversas experiencias de lucha, que se reunieron para solidarizar con el zapatismo, pero sobre todo para delinear colectivamente los caminos hacia la nueva sociedad.
“Si el mundo no tiene lugar para nosotr@s, entonces otro mundo hay que hacer. Sin más herramienta que la rabia, sin más material que nuestra dignidad. Falta más encontrarnos, conocernos falta. Falta lo que falta…”. Son las primeras palabras del comunicado emitido en septiembre pasado por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN, para convocar a un evento único en el mundo: el Primer Festival Mundial de la Digna Rabia “Otro Mundo. Otro Camino: Abajo y a la Izquierda”.
Fueron nueves días, interrumpidos únicamente por la celebración del año nuevo, con actividades culturales, exposiciones y mesas redondas a las que asistieron cerca de 300 organizaciones sociales y políticas de todo el mundo, destacados intelectuales, como Juan Villoro, John Holloway y Michael Hardt, con un único pero ambicioso objetivo: “servir de ventana, de espejo para que las diferentes rabias y luchas se encuentren unas con otras, realizar un diálogo entre nosotros mismos”, según dijo a Kaosenlared.net Sergio Rodríguez, miembro del comité de apoyo a la Comisión Sexta y a la Comisión Intergaláctica del EZLN.
El Festival comenzó en Ciudad de México el 26 de diciembre, donde se montó una inmensa exposición internacional de distintas luchas sociales, para trasladarse el 31 a San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, donde, según los organizadores “la dignidad y la rabia se hicieron arte y cultura, música y canto, porque la rebeldía también se baila”. La cita en Chiapas finalizó ayer, con una emotiva y autocrítica intervención de los comandantes del EZLN, que hicieron un repaso por los aciertos y errores cometidos en sus 25 años de existencia (15 a la luz pública) en México.
PASAR DE MODA
Las organizaciones que asistieron al Festival, además de debatir y entregar distintas muestras de apoyo a los zapatistas, también emitieron potentes declaraciones sobre la contingencia mundial. Porque la iniciativa del EZLN aparece en un escenario internacional de crisis capitalista, que confirma el diagnóstico que hicieran hace 15 años, cuando irrumpieron contra un gobierno mexicano que se pretendía primer mundista (y firmaba ufanado un TLC con EEUU) en una de las sociedades más desiguales del mundo.
Al calor del ataque del ejército israelí contra las comunidades palestinas de la Franja de Gaza, que aseguraron “representa un aumento peligroso del holocausto permanente contra el pueblo palestino”, con “el silencio cómplice, hipócrita e indigno del mundo”, y de las revueltas contra la desprotección social perpetrada por el estado neoliberal en Grecia, los zapatistas no pudieron evitar mirarse a sí mismos con ojos críticos.
Así fue como ante más de dos mil bases de apoyo zapatista y cientos de participantes del Festival, los comandantes Javier y David, iniciaron el discurso para conmemorar los quince años desde el levantamiento del 1 de enero de 1994. En estos quince años “hemos aprendido a resistir y sobrevivir (…) también ha sido posible por el apoyo y la solidaridad de muchos hermanos y hermanas de México y el mundo. Con esfuerzo y dificultad hemos tratado de dar unos pasos, pero aún no ha sido suficiente para resolver los problemas y las grandes necesidades de nuestros pueblos.”
Los comandantes reconocieron que si bien los Municipios Autónomos han desplegado una sostenida batalla para solucionar los problemas que aquejan a los indígenas de Chiapas “gran parte de nuestras necesidades siguen sin soluciones; el hambre, la miseria y las enfermedades van aumentando día con día”. La autocrítica de los zapatistas siempre ha estado presente en sus discursos y prácticas, y ha sido el mismo Marcos uno de los principales impulsores de una revisión de lo que ha hecho y no el EZLN en estos años.
Hace unos meses, el carismático líder y portavoz del zapatismo, dijo “pasamos de moda”. En una entrevista con la agencia de noticias AFP, Marcos reconoció que el movimiento zapatista debe “redefinir su estrategia”, ahora que fue puesto en el margen del tablero político incluso por la izquierda mexicana, molesta por el rechazo zapatista a la fracasada candidatura presidencial de López Obrador. Consultado por qué cambiaría de lo hecho en estos 15 años, el subcomandante aseguró: “Si tuviera que hacerlo lo haría otra vez sin cambiar nada. Si algo pensaría en cambiar sería que no hubiera sido tan protagonista en la cuestión mediática”. Esta vez Marcos no intervino en los discursos masivos del Festival.
Francisco Figueroa Cerda
El Ciudadano
http://dignarabia.ezln.org.mx/
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