«Por mis excompañeros que lo piensan,que lo estarán comentando puertas adentro, pero que no se atreven a decirlo públicamente: Ezzati, zorro corrupto, lávate la boca con cloro antes de hablar mal de don Pepe Aldunate o Mariano Puga». Así de descarnado y directo fue el comentario del ex jesuita Luis García-Huidobro, quien dejó el sacerdocio en febrero de 2014.
En la ocasión, García-Huidobro explicó que “yo no quise ordenarme de cura porque hay un conflicto político, filosófico y religioso porque hay una concepción occidental en la Iglesia, que es invasora y explotadora de la tierra”. El ex jesuita se transformó a la postre en un reconocido activista del movimiento mapuche. Incluso fue detenido el pasado 30 de mayo en Tirúa, acusado de portar una escopeta, en un acto que calificó en la ocasión de «orquestado y desproporcionado».
Esta lunes, los dichos fueron en alusión a que la Arquidiócesis de Santiago, liderada por el cardenal Ricardo Ezzati, envío al Vaticano una serie de antecedentes en que se incluyeron las últimas declaraciones de los tres religiosos, quienes han críticado la línea conservadora de la iglesia.
Con esta medida, los cardenales quedan oficialmente bajo investigación de la Congregación para la Doctrina de la Fe, instancia «que custodia la correcta aplicación de la doctrina católica», porque los prelados han realizado una profunda crítica a algunos aspectos de la iglesia, desde el rol del clero frente al debate educacional, la negativa a debatir sobre el aborto y la postura frente al matrimonio homosexual.
Reacciones a la medida de Ezzati
En tanto, el diputado de lzquierda Ciudadana (IC) Sergio Aguiló, expresó su molestia e indignación, por la acción que calificó como “insólita y un despropósito” contra los 3 sacerdotes jesuitas. “El pueblo, no sólo católico de Chile, conoce la trayectoria de lucha por la dignidad, la vida y los derechos humanos, especialmente hacia los más pobres, excluidos y perseguidos, por parte de los 3 sacerdotes acusados por el arzobispo Ezzati, por lo que su acusación es totalmente ridícula y una falta de respeto hacia la comunidad. Aquí el único que debiera ser acusado es el propio Ezzati”, aseveró Aguiló.
El diputado agregó que “Ezzati se equivoca rotundamente al cuestionar a estos 3 sacerdotes que tienen una trayectoria ejemplar en la defensa de la vida durante la dictadura, sobre todo en los momentos más difíciles de persecución y asesinatos masivos. Tanto el sacerdote Mariano Puga de 83 años como José Aldunate de 97 años, expusieron su vida, para defender a los perseguidos y a las víctimas de las más graves violaciones a los derechos en dictadura, siguiendo la línea del cardenal Raúl Silva Henríquez, gracias a lo cual se pudieron salvar muchos chilenos. Aldunate creó el Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo y Puga (el cura obrero) trabajó con los más desposeídos”.
Por su parte, el rector de la Universidad Alberto Hurtado, el sacerdote Fernando Montes señaló que le «sorprendió y le dolió» la denuncia contra los sacerdotes. «Creo que el problema es doble. Hay un problema probablemente de crítica a la Iglesia pero no hay que confundirse con conflicto mayor. No son sus críticas a la Iglesia, sino que, sobre todo Aldunate y Puga, son una crítica viviente frente a un sistema muy clasista y segregador, y eso no se los perdonarán y harán acusaciones», manifestó.
Y afirmó que «la Iglesia tiene que ser cuidadosa en una sociedad que tenemos que hacer un esfuerzo de integrar con los más pobres y los marginados. Tenemos que ser cuidadosos, sin pelear entre nosotros y sin decirnos palabras hirientes».