Hoy fueron formalizados los cargos contra los dos corredores de propiedades acusados por el anterior encargado de la compra de tierras de la Conadi, Sergio Garrido, de intento de soborno.
El fiscal jefe de la Alta Complejidad (Fiac) de la Araucanía, Miguel Ángel Velásquez, encargado del caso, formalizó la acusación realizada por Garrido, que apunta que ambos correderores, cuya identidad no fue revelada por orden de la jueza, concurrieron en 2012 a las oficinas de la entidad, con el objetivo de ofrecerle al funcionario $100 millones a cambio de que acelerara la compra del fundo Nilpe, en Galvarino, hecho que según la versión del denunciante, provocó que fueran expulsados de la entidad.
La magistrada Luz Mónica Arancibi decretó el arraigo nacional de los acusados y les prohibió la entrada a la Conadi, accediendo a lo solicitado por la Fiscalía.
Sin embargo, esta sería solo una de las aristas del ya bautizado como Caso Conadi, que según aseguró el fiscal «tiene más de 20 tomos de investigación», entre ellos la denuncia que presentó el actual director del organismo, Alberto Pizarro, en conjunto con el fiscal Rodrigo Bustos, donde se indaga fraude al fisco, cohecho y sabotaje informático.
Cabe señalar que esta denuncia fue ingresada en 2012, pero se archivó por falta de pruebas, abriéndose el presente año tras los antecedentes presentados por el diputado Fernando Meza (PRSD), basados en el testimonio del funcionario.
El Fundo Nilpe es reclamado desde hace años por la comunidad José Quilaqueo, de Galvarino, habiendo denunciado los comuneros en reiteradas ocasiones la lentitud y el engaño de la institución en lo referente al traspaso del terreno, hecho agravado después de que el peñi José Quintriqueo, integrante de la comunidad, fuera asesinado por un tractorista en dicho fundo el pasado 1 de octubre.
De hecho, hace unas semanas, la comunidad se tomó las oficinas de la Conadi en Temuco para denunciar la situación, “Esta toma es para presionar a la Conadi para que nos diga cuándo van a comprar el Fundo Nilpe, queremos que sean claros; Aquí murió un hermano mapuche y no han tenido ni un mínimo gesto de llamarnos y comunicarnos algo. Nos vamos a quedar aquí indefinidamente. Ya nos mataron a un peñi, ¿Qué más puede pasar? No tenemos miedo a nadie. En unas semanas más el fundo tiene que pasar a manos de la comunidad”, señaló entonces en werken de la comunidad, Enrique Llanquileo.