Ramón Baez, cacique de la aldea Andrés Guacurarí, denunció que funcionarios de la empresa de capitales chilenos Arauco intentaron el pasado 28 de enero desalojar a trece familias aborígenes, entre las que viven unos 50 niños, que ocupan un predio de la compañía en Puerto Libertad.
Aseguró que los enviados por la multinacional los amenazaron con armas de fuego e incluso intentaron quemar algunas de las improvisadas carpas en las que habitan los integrantes de la aldea. “Cuando vieron que tenía una cámara de fotos y que éramos muchos los testigos viendo esa escena, recién entonces bajaron las armas y se fueron”, indicó Baez.
La empresa Arauco (ex Alto Paraná) volvió a ser denunciada por atropellos contra comunidades aborígenes. Según denunció Ramón Baez, cacique de la aldea Andrés Guacurarí, a las 9:30 del 28 de enero operarios de la mencionada compañía acompañados por personas armadas, irrumpieron en el predio que ocupan los originarios, una parcela de selva en Puerto Libertad cuya propiedad dominial pertenece a la empresa, y amenazaron a mujeres y niños.
“Dijeron que si no nos íbamos, iban a prender fuego las carpas en las que vivimos. Actuaron de un modo muy violento, los chicos quedaron muy asustados, lloraban sin parar”, afirmó Baez en declaraciones a Misiones Online.
El líder guaraní aseguró que las amenazas solo pararon cuando apareció una cámara de fotos entre los integrantes de la aldea y comenzaron a tomar registro del episodio. Entre los funcionarios de Arauco, que participaron del episodio de ayer, identificó a Gabriel Rodríguez y Hernán Patzer.
Afirmó que lejos de tratarse de un caso aislado, lo que ocurrió el martes representa la continuidad en una serie de acciones que viene impulsando Arauco para que los integrantes de la aldea dejen el lugar.
Dijo que es normal que los amedrenten con disparos de armas de fuego y los someten a requisas ilegales en las que los despojan sin mediar argumentos, de cualquier pertenencia que lleven encima, sea comida, ropa para sus hijos, herramientas o materiales para mejorar su condición habitacional.
La aldea Andrés Guacurarí se formó el año pasado y está integrada por unas 80 personas, de las cuales alrededor de 50 son niños, entre todos conforman 13 familias.
Se instalaron en una parcela de selva virgen cuya ubicada en el kilómetro 1618 de la Ruta 12, terreno cuya propiedad dominial es de Arauco, pero que los originarios reclaman por derecho ancestral.
“No puede ser que nosotros tengamos que seguir dejando nuestras tierras, nuestro monte, para que quede en manos de empresas extranjeras. Necesitamos la selva para desarrollar nuestra cultura, queremos vivir como lo hacían nuestros ancestros, no queremos que nuestros hijos estén pidiendo monedas en las ciudades”, afirmó el cacique.
Fotos: Pablo Longo Laporte
Vía Misiones Online