Carlos Cruz-Diez: «Si se quiere decir o hacer algo que trascienda, es preciso poseer una sólida estructura conceptual y una rigurosa disciplina de trabajo, toda vez que el don natural y la inteligencia no bastan por sí solos para hacer una obra».
La cita anterior de Cruz-Diez corresponde a una entrevista que ofreció a la periodista Cristina Raffalli en 2016, fue publicada en el portal Prodavinci el 17 de agosto de ese año.
El artista venezolano, quien falleció por causas naturales la pasada noche del sábado 27 de julio en París, Francia, en compañía de familiares y amigos, es considerado como uno de los maestros de la cromática y el cinetismo del arte mundial. Nació en Caracas el 17 de agosto de 1923 y partió a los 95 años de edad.
Tras darse a conocer su fallecimiento, las reacciones y homenajes tuvieron eco en distintas capitales del mundo, así como también en las redes sociales se ven muestras de todo su color y obra. Uno de ellos fue el equipo de béisbol de las Grandes Ligas, los Marlins de Miami, que en su estadio, el Marlins Park, guarda una de sus obras más referenciadas.
Calificado como uno de los más grandes innovadores artísticos del último siglo, la obra de Cruz-Diez es ampliamente reconocida por su capacidad de trabajar con el color, la dinámica y el espacio mientras pone al espectador como el protagonista de trabajo.
A esta capacidad de conjugar tales elementos se le llama fisicromía, que no es más que el poder de asociación de los colores para producir nuevas mezclas cromáticas con respecto a la posición en que se encuentren en combinación con la fuente de la luz y el punto de vista.
En las obras de Cruz-Diez resalta el espectador como protagonista del hecho plástico, haciéndolo necesario en su intervención cambiante y convirtiendo su rol pasivo en factor dinámico, es decir, su relación con el ambiente de la obra y la percepción dinámica, hacen que la obra misma esté viva y cambie incesantemente.
Su aporte a la investigación, la urbanidad y la moda
Cruz-Diez comienza a explorar con el universo de la fisicromía en 1960, cuando ya vivía en París. Desde entonces su obra se ha hecho global y sus trabajos se encuentran esparcidos en distintas ciudades del planeta, donde sus intervenciones dejan rastro de un trabajo que más allá de ser contemplado pasivamente, siempre tiene protagonismo y relación intrínseca con el espectador y su entorno urbano.
En sus más de 70 años de carrera artística, Cruz-Diez abarcó ocho investigaciones sobre la autonomía del color, realizó más de cien integraciones de arte en el espacio público y sus obras forman parte de las colecciones permanentes del Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York; del Tate Modern de Londres; del Centre Pompidou de París; y del Museum of Fine Arts de Houston, entre otros.
Fundó tres talleres de arte en Caracas, París y Panamá; la Cruz-Diez Art Foundation en Houston, recibió la Légion d’Honneur, la condecoración más importante que otorga el Gobierno de Francia, entre otros invaluables premios y reconocimientos.
Sus investigaciones aportaron al arte una nueva comprensión del fenómeno cromático, convirtiéndolas en unas de las más importantes del arte cinético.
Logró demostrar que el color, en interacción con el observador, se convierte en una realidad autónoma que existe sin ayuda de la forma o necesidad de un soporte.
Cruz-Diez también inspiró a diseñadores de moda en zapatos, ropa y carteras. El francés Christian Louboutin, conocido por sus creativos calzados, creó su más reciente colección basada en el arte cinético de los años 50 y 60 del artista, a quien rindió homenaje por “su amor a las ilusiones ópticas”.
El artista venezolano también logró increíbles intervenciones de espacios arquitectónicos y deleitó con sus obras de cromosaturación, un entorno artificial compuesto por tres cámaras de color: un roja, una verde y otra azul, que sumergen al espectador en una situación monocromática.
Una de sus biografías lo describe como “uno de los principales actores del arte óptico y cinético, una corriente artística que afirma: ‘la conciencia de la inestabilidad de lo real’. Su investigación lo convierte en uno de los pensadores del color del siglo XX.
“El discurso plástico de Carlos Cruz-Diez se basa en el fenómeno cromático concebido como una realidad autónoma que evoluciona en el espacio y el tiempo, sin la ayuda de la forma o el apoyo, en un presente continuo”.
La obra de Cruz-Diez en fotos
Aquí la obra de este maestro venezolano en una amplia galería de imágenes, que muestran su trabajo con el color, la dinámica y el espacio conjugadas con sus espectadores como protagonistas.