Hospital Regional de Concepción estudia la entrega de placentas a las pacientes mapuche

El Servicio de Salud de Arauco es el único que tiene un protocolo oficial y aprobado por la Senemi para entrgar las placentas a las pacientes mapuche que lo soliciten. El problema es que muchas de las embarazas son traladadas al Hospital Regional de Concepción, donde por el momento no facilitan esta práctica.

Hospital Regional de Concepción estudia la entrega de placentas a las pacientes mapuche

Autor: Marta Ubeda
Hospital Cañete

Hospital Kallvu Llanka, en Cañete

El pasado 27 de mayo se desarrolló en el Hospital Regional de Concepción un taller de capacitación sobre Salud y Pueblos Indígenas con el objetivo de mostrar al personal sanitario cómo adoptar la práctica de entregar a las pacientes mapuche la placenta para que, luego, la entierren como parte de una costumbre propia de la cultura mapuche.

Gracias a las peticiones del Hospital intercultural de Cañete, el Kallvu Llanka, se firmó un protocolo oficial aprobado por la Seremi para entregar la placenta a las clientes que lo soliciten.

Sheyla Mora, matrona y referente intercultural del Hospital Kallvu LLanka, explica que desde hace un año y medio, este hospital de Cañete recupera costumbres propias de la cultura mapuche dada la gran población indígena de la zona: «El pueblo mapuche relaciona su vida, su salud y el bienestar de la comunidad con el ritual de entierro de la placenta. Sin embargo, en los Servicios de Salud las cremamos. Por eso nosotros quisimos rescatar esta práctica ancestral y establecimos un protocolo de entrega de placenta, aprobado por la Seremi de Salud del Biobío, que cumple todas las normativas sanitarias y que finalmente permite a las familias llevarse su placenta en un cooler durante las siguientes 48 horas al parto para que realicen el ritual de entierro en sus domicilios«, explica la profesional según declaraciones publicadas en la web oficial del Ministerio de Salud.

El problema es que un elevado porcentaje de los partos programados para el Hospital Kallvu Llanka, son trasladados al Hospital Regional de Concepción donde aún no han rescatados estas costumbres mapuche. Esta frecuente derivación de embarazadas mapuches al hospital regional de Concepción pone en evidencia la necesidad de que las matronas de dicho centro sanitario estudien establecer protocolos clínicos que permitan a las pacientes dar a luz sin riesgos para la madre o para el recién nacido, pero también que les ofrezcan la posibilidad de completar una práctica ancestral de las comunidades mapuches y lafkenches, basada en el entierro de la placenta.

Por ello, Mora agrega que es importante que las matronas del hospital de Concepción sepan cómo actuar y reaccionar cuando una embarazada exija llevarse la placenta a su hogar para enterrarla según los rituales mapuche.

«Se nos presentó esta complejidad y a través de las asesoras del Programa Especial de Salud y Pueblos Indígenas del Servicio de Salud Concepción (SSC) quisimos tomar contacto con las matronas del Regional y ver cómo encontramos puntos de acuerdo a esta disyuntiva. La idea es que nuestras usuarias mapuche sean respetadas en sus derechos acá -en Concepción-, tal como lo hacemos nosotros en la provincia de Arauco«, detalló la matrona Sheyla Mora.

Para tratar de enfrentar esta problemática, el pasado 27 de mayo se llevó a cabo en el Hospital Regional de Concepción una taller de capacitación sobre Salud y Pueblos Indígenas, para enseñar al personal sanitario del centro cómo instalar la práctica de posibilitar a la paciente conservar su placenta para respetar el proceso post-parto que llevan a cabo en Cañete y que tiene en consideración las tradiciones mapuche.

Según Lissette Villaman, asesora Pespi del Servicio de Salud de Concepción, por el momento sólo el hospital de Cañete tiene un protocolo oficial y aprobado por la Seremi para entregar placentas, por lo que es necesario sistematizar los resultados de esta jornada y los puntos de acuerdo: «La idea es establecer con rigurosidad esta práctica o estrategia, idealmente a partir del año 2016 con un reglamento local pertinente porque la realidad penquista también es diferente a la de Cañete«, explicó Villaman.

Según la cultura mapuche, tras los partos, la placenta debe ser enterrada debajo de un árbol nativo o frutal para asegurar protección y fortaleza al recién nacido.


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