Indígenas brasileños de diferentes etnias se movilizaron en Sao Paulo y otras ciudades del país para protestar contra la deforestación y destrucción de la Amazonía y otros biomas de ese país.
En el Día de la Amazonía e Internacional de la Mujer Indígena, se dieron cita en Sao Paulo en el parque Augusta, donde la líder nativa Sonia Guajajara afirmó que cobrará a los políticos la demarcación de territorios; soluciones contra la minería ilegal causante de contaminación por mercurio; y la deforestación.
A lo que añadió que “estamos de pie para decir que no vamos a retroceder, vamos a poblar la política, a poblar el Congreso Nacional” como parte de un movimiento en el cual mujeres de comunidades originarias construyeron un círculo con plantas y materiales de la selva que formaban las frases: Amazonía es Mujer Indígena. Mujer Indígena es Amazonía.
Mientras, en Manaos, capital del estado de Amazonas (noroeste), líderes nativos y representantes de minorías sociales igualmente se manifestaron contra las amenazas que sufren sus pueblos por parte del Gobierno de Jair Bolsonaro.
Varias denuncias realizadas por diversas organizaciones sostienen que la administración de Bolsonaro “debilitó a los organismos federales de protección ambiental, el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables y el Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad, dejando las tierras indígenas aún más vulnerables a la invasión”.
Lo cual ha sido denunciado en más de una oportunidad ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas por la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil bajo cargos de política de exterminio contra las comunidades nativas.
A lo que se suma el incremento de asesinatos, amenazas varias, de muerte y tentativas de crimen, contra indígenas en los últimos años, una población que, según estimaciones del último censo nacional, supera los 900.000 brasileños.
Desde el primero de enero hasta el 4 de septiembre de este año 2022, la Amazonía registró 58.000 incendios, un 20 por ciento más que los acontecidos en el mismo lapso de 2021.
Por su parte, otras investigaciones señalan que la región amazónica ha perdido el equivalente a diez veces la superficie del estado de Río de Janeiro en 37 años; en tanto registra la mayor deforestación en 15 años.
Actualmente una nube de humo provocada por los incendios forestales se extiende por el norte de Brasil y los países vecinos, la cual según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), cubre un área de cinco millones de kilómetros cuadrados.
Fuente teleSRu
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