La semana pasada fue abatido en una emboscada el guardián de la amazonia Paulo Paulinho, numerosas organizaciones sociales denunciaron este hecho y el gobierno estadal pretende crear un programa de seguridad enfocado en la autodefensa
Varios colectivos sociales denunciaron el asesinato del guardián indígena Paul Paulino, en las tierras de la reserva Arariboia, en el estado de Maranhao, enclavado en la selva amazónica de Brasil, a manos de madereros ilegales la noche del pasado viernes.
La víctima, conocida como «El Lobo», pertenecía a un grupo autodenominado como «guardianes del bosque», encargados de fiscalizar, cuidar y proteger la Amazonía por cuenta propia.
Además de «El Lobo», otro líder indígena resultó gravemente herido el viernes, Laércio Souza Silva Guajajara, quien logró escapar y se encuentra internado recibiendo atención médica, de acuerdo con los datos ofrecidos por la Articulación de los Pueblos Indígenas Brasileños (APIB). Además, un maderero aún permanece desaparecido.
Los reclamos de los grupos sociales responsabilizan a las autoridades, y también van dirigidos al Gobierno por estar vinculado con crímenes hacia las comunidades indígenas, que esta vez tuvieron como blanco la región donde residen tres pueblos indígenas: Awá Guajá, Guajajara y algunos Awá.
El Gobierno del estado brasileño de Maranhao (noreste) dijo que creará un programa especial para ayudar a las comunidades indígenas a defenderse sin armas de fuego de sus agresores, luego de que el pasado fin de semana fuera asesinado el líder Paulo Paulinho, uno de los «guardianes» de la selva amazónica.
El decreto que crea ese programa prevé «la orientación, capacitación y la comunicación con grupos específicos de pueblos indígenas que, sin el uso de armas de fuego, hagan acciones preventivas de vigilancia en tierras tradicionalmente ocupadas por los indígenas», informó el Gobierno de Maranhao en un comunicado.
El proyecto involucrará a la Policía Militar, la Policía Civil y el Cuerpo de Bomberos, y estará bajo la competencia de la Secretaría de Seguridad Pública, con asesoramiento de la Secretaría de Derechos Humanos y Participación Popular.
La duración es «indeterminada» y tiene como uno de los objetivos colaborar con los órganos federales (del Gobierno central), que son los que en realidad tienen el deber de proteger a los indígenas y sus tierras, según recuerda el Gobierno de Maranhao.
«Vamos a intentar ayudar aún más a los funcionarios federales y a los indígenas guardianes de la selva, en el límite de la competición constitucional y legal del Gobierno de Maranhao», dijo al presentar el decreto el gobernador de este estado, Flávio Dino, del Partido Comunista de Brasil (PcdoB).
La líder indígena Sonia Guajajara, una de las referencias más reconocidas a nivel internacional en la defensa de estas comunidades, y quien se convirtió el año pasado en la primera indígena candidata a la Vicepresidencia del país, exigió al gobierno que pare de autorizar los «derramamientos de sangre en nuestro pueblo».
Los integrantes de las fuerzas de seguridad deberán actuar para «prevenir conflictos y violaciones a los derechos de los pueblos indígenas», pero también podrán actuar ayudando en la prevención y en el combate a la explotación ilegal de madera en tierras indígenas.
La decisión del gobierno estadal se produce después de que guardianes de la selva de la tierra indígena Araribóia, en la zona de Bom Jesus das Selvas, fueran víctimas de una emboscada el pasado 1 de noviembre por madereros ilegales, resultado en la muerte de Guajajara y de uno de los involucrados en el ataque.
Con información de TeleSUR y Sputnik
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