Organizaciones indígenas de la selva del Perú denunciaron que el proyecto de navegabilidad Hidrovía Amazónica “es un atentado” contra su territorio y advirtieron que si no se cumplen los acuerdos de la consulta previa pueden iniciar protestas.
“Estamos esperando a que se dé el estudio de impacto ambiental, para ver si han tomado en cuenta nuestras demandas”, declaró a Efe el “apu” (sabio) indígena Rusbel Casternoque, de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio)-región Loreto.
Casternoque remarcó que si no se tienen en cuenta sus demandas en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto presentarán una querella para pedir un nuevo estudio.
“Y si no, ojalá que no se llegue al tiempo del Baguazo”, dijo en referencia al enfrentamiento entre indígenas y policías que dejó 33 muertos y un desaparecido en 2009, en medio de las protestas en la provincia de Bagua contra unos decretos aprobados por el gobierno de Alan García (2006-2011) para permitir actividades extractivas en los territorios de los pueblos indígenas.
La Hidrovía Amazónica, a cargo del Consorcio COHIDRO, conformado por la peruana CASA Construcción y Administración S.A. y la china SINOHYDRO Corporation Ltd, es un proyecto público-privado que tiene como objetivo el acondicionamiento de la navegación de los cuatro grandes ríos de la Amazonía peruana: Huallaga, Amazonas, Marañón y Ucayali, con un periodo de 20 años de concesión.
En ese sentido, Casternoque señaló, en una rueda de prensa, que con el dragado (remoción de sedimentos) del lecho de estos ríos “los peces no podrán subsistir y huirán, perjudicando a las poblaciones”.
Indicó que cuatro delegados de las regiones amazónicas de Loreto y Ucayali solicitaron información sobre este tema a los técnicos del EIA del proyecto, sin obtener una respuesta.
“Nosotros sabemos que los peces van a huir y esto es una amenaza grande para los pueblos indígenas, como el pueblo Kukama kukamiria que se dedica a la pesca para alimentarse y para vender y así poder sostenerse, comprar medicina y dar educación a sus hijos”, apuntó.
Casternoque reiteró que el Estado peruano tampoco ha dado una propuesta para atender a los pueblos que serán afectados por el dragado, ni una opción de alimentación mientras duren ese trabajos.
“El Gobierno no nos da respuesta sobre nuestras preocupaciones. Nosotros no decimos que el proyecto no vaya, sino que sea responsable y humano, porque se juega la vida de seres humanos y seres vivientes”, agregó el “apu” indígena.
Comentó, además, que la Hidrovía Amazónica no beneficiará a los pueblos nativos porque las embarcaciones llegarán “cargadas desde los puertos, sin atender a las poblaciones indígenas”.
“Nosotros seguiremos utilizando nuestros botes pequeños, y con las lanchas persistirán los accidentes, sin que nadie se haga responsable. Es una de las preguntas que no tienen respuesta”, dijo.
También mostró su preocupación porque el dragado afecte el comportamiento natural de los ríos, y provoque inundaciones o la falta de agua para el cultivo de alimentos, así como por la contaminación que se pueda generar, ya que el proyecto se desarrollará en zonas de pasivos ambientales dejados por la explotación petrolera.
Los líderes de los pueblos amazónicos han realizado un análisis propio del impacto de la Hidrovía Amazónica en sus territorios con el apoyo del Centro de Investigación y Tecnología del Agua (CITA) de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC).
Al respecto, el director del CITA, Jorge Abad, aseguró en la rueda de prensa de hoy que el proyecto presenta un estudio incompleto, ya que no tiene “una línea de base geomorfológica”.
Consideró que el proyecto se hace con “buena intención”, pero sin el conocimiento real de los ríos, que requieren de estudios más profundos que debieron hacerse antes de entregar la concesión.