Durante el pasado viernes, la joven Antonia Aguilera se dirigía hacia su casa en Maipú, a bordo del recorrido 423, cuando se encontró con un extraño papel pegado en el asiento.
Al revisarlo, se percató de que contenía un xenófobo mensaje en contra de los inmigrantes centroamericanos que le pareció importante compartir a través de las redes sociales.
En letras rojas, el papel consignaba: «Basta de delincuencia, tráfico, prostitución y malas costumbres centroamericanas. Ándate a tu país negro infeliz».
La violencia del mensaje llamó la atención de Aguilera, quien señaló que le costaba creer que «en una ciudad tan grande y diversa como Santiago exista gente tan ignorante». La joven recordó, además, sólo el 0.36% de los extranjeros residentes en Chile se ve involucrado en algún delito.
«Los delincuentes de este país no son inmigrantes, son chilenos. Son los chilenos que se coluden para subir los precios de los medicamentos, son los que roban las pensiones de los adultos mayores, son los senadores y diputados que votan influenciados por empresas, son los que roban plata de nuestras instituciones, son los que evaden impuestos off-shore», sentenció Antonia.
Este tipo de señales preocupa en un escenario de aumento en la irrupción de inmigrantes en Chile, lo que deja en evidencia la necesaria incorporación de políticas interculturales que apunten a eliminar la xenofobia entre la población chilena.