Cuando uno era chico/a, el más moreno/a del grupo, en algún momento de la ira infantil, era llamado “negro/a curiche” en tono ofensivo. Lo que uno no sabia era que dicho termino provenía del mapudungún y que los kuriches (o curiches) eran personas enmascaradas muy respetadas por las comunidades Lavkenches que asistían a la Machi en el Nguillatun y otras labores.
Para el proyecto Kuriche, una serie de investigaciones financiadas por el Consejo de Cultura, se trata de recorrer el camino inverso: salir de la burla y la invisibilidad y poner en valor el concepto de lo ‘negro’, intentando identificar en las prácticas musicales los elementos que nos llevan a definir algo como “afro” en Chile.
“En ese intento hay que tener una visión amplia, para no limitarnos al color de la piel, por ejemplo, sino que entender procesos de migración y adaptación sonora a realidades que son distintas, pero que comparten elementos como la invisibilidad o la negación”, explica José Rojas, músico e investigador independiente que, en Kuriche, estudia distintos aspectos relativos a las primeras «Batucadas» y Escuelas de Samba formadas en los ’90 en Santiago.
El equipo es además integrado por Mariana León y Francisco Bascur. La primera, antropóloga, profundizará sus estudios en las prácticas musicales de la comunidad afrodescendiente en Arica y valle de Azapa. El segundo, músico residente en la Octava Región, se centrará en el surgimiento e instalación de dos grandes áreas de estudio basadas en la percusión afrolatina, surgidas paralelamente a comienzos de los ’90 en Concepción: El Candombe Afrouruguayo y la Música Afrocolombiana,
“En Concepción hay una escuela de candombe y de música colombiana que ha generado una instalación del tambor en zonas de exclusión social gratuitamente y con un rigor y discurso que, no solamente ha masificado la práctica percusiva, sino que a la larga ha sido crisol de una serie de proyectos musicales y otras escuelas de percusión de un alto nivel y siempre con una vocación social entre sus miembros”, explica Rojas en relación a la realidad ‘afro’ de los lugares investigados.
En Santiago han seleccionado el caso de las primeras batucadas, donde a su juicio, se comienza a vislumbrar un discurso de lo afro muy germinal, ligado, principalmente, a la practica del tambor y que esta basado en los idearios de los ‘Blocos Afro’ y escuelas de samba brasileñas, adaptándose a realidades políticas y sociales que pueden ser afines a las condiciones originarias de estas instituciones.
En Arica, Mariana León ha estudiado la celebración de la Cruz de Mayo, donde se aprecia una práctica musical ejecutada por afrodescendientes chilenos, donde no predomina, necesariamente, el tambor, sino el canto como vehículo expresivo de estas familias.
En una primera etapa, Kuriche sera una plataforma web para difundir contenidos y actividades artísticas ligadas a lo ‘afro’. Las investigaciones en terreno serán publicadas como documento digital de libre descarga. Además hay un grupo de Facebook del proyecto y un Soundcloud que compila diversas manifestaciones musicales de lo ‘afro’ en nuestro país.
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Por Cristóbal Cornejo
El Ciudadano