La historia oculta

La historia oficial de Estados Unidos proclama que los padres fundadores lucharon contra la monarquía inglesa para instaurar una república libre, soberana y justa para todos los habitantes de la nueva nación. Es sorprendente cuan monolítica ha sido esta visión, tanto dentro como fuera del país del norte. Sin embargo, hubo y siguen surgiendo nuevas perspectivas históricas que cuestionan la historia oficial.

La historia oculta

Autor: Mauricio Becerra

George-Washington

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En A People’s History of the United States (1980), Howard Zinn sostiene que la principal motivación de los colonos europeos en Norteamérica para independizarse de la monarquía inglesa no fue el ideario democrático sino el afán de expansión sobre los territorios indígenas. Explica que después de 1763, con el triunfo de Inglaterra sobre Francia en la Guerra de los Siete Años, y con los franceses expulsados de Norteamérica, a la ambiciosa élite social y política de las colonias le quedaban sólo dos rivales: los ingleses y los indígenas. Los ingleses, para aplacar a los indígenas, habían declarado que las tierras al oeste de los montes Apalaches estaban fuera del alcance de los colonos europeos (Proclama de 1763). De manera que la expansión de la élite colonial sobre las tierras indígenas podría lograrse únicamente si las Trece Colonias se independizaban de Inglaterra.

El historiador Gerald Horne en su nuevo libro The Counter-Revolution of 1776: Slave Resistance and the Origins of the United States of America (2014) afirma que los cimientos de EE.UU. no fueron la libertad sino la esclavitud. Dice que en 1776, las Trece Colonias se levantaron contra Inglaterra para defender la esclavitud, usando como vitrina decorativa las palabras libertad e igualdad. Según Horne, el 4 de Julio de 1776 representa una contrarrevolución. El detonante de la revuelta habría sido la percepción, entre los colonos europeos, de que Londres se encaminaba hacia la abolición de la esclavitud. El caso Somerset, decidido en Londres en 1772, parecía indicar que la abolición no solo sería ratificada en la metrópolis sino que se haría extensiva a las colonias, y esto sería devastador para las principales fortunas de los colonos basadas no solamente en las plantaciones de esclavos sino también en el tráfico de esclavos.

En una entrevista con salon.com, Horne reflexionó sobre la razón por la cual el ‘mito de creación de EE.UU.’ ha sido y sigue siendo aceptado sin mayores cuestionamientos. Piensa que el hecho positivo de que muchos europeos encontraron en la nueva república un santuario contra la persecución religiosa fue crucial para ocultar otros hechos graves: que EE.UU. cometió genocidio contra la población indígena y esclavizó a cientos de miles de africanos. [1]

Podemos agregar un par de datos significativos: George Washington, el primer presidente de EE.UU., fue dueño de esclavos y el hombre más rico de las colonias y de la nueva república fundada en 1776. El segundo presidente de EE.UU., John Adams, fue también un reconocido defensor de la esclavitud.

Horne sostiene que si bien el Cuatro de Julio representa un triunfo contra la monarquía, es también el aniversario de la instauración del primer país con un sistema de apartheid. La tendencia abolicionista presente en el movimiento independentista fue derrotada en el periodo que culminó en 1861 en la Guerra Civil, la más cruenta en la historia de Estados Unidos.

Resulta apropiado recordar las palabras de Frederick Douglass, líder de la lucha contra la esclavitud, escritor y estadista afro-americano, nacido en esclavitud. En 1852, Douglass, invitado a dar un discurso para celebrar el Día de la Independencia, denunció que a los afroamericanos les habían negado la libertad, la igualdad y la independencia:

«¡Estoy excluido de este glorioso aniversario! Vuestro alto grado de independencia solo pone de manifiesto la distancia inmensurable que existe entre nosotros… La rica herencia de justicia, libertad, prosperidad e independencia, legada por vuestros padres, ha quedado solo entre vosotros, no fue compartida, no conmigo… Este Cuatro de Julio es vuestro, no mío. Vosotros, disfrutad; yo estoy de duelo.»

Silvia Arana
Rebelión

NOTAS:
[1] «White Supremacy and Slavery: Gerald Horne on the Real Story of American Independence», entrevista de Elias Isquith, Salon.com


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