El G-20 se preocupa por una inminente crisis de alimentos. Sequías en Estados Unidos, Rusia, Argentina y China dan la alarma. Expertos denuncias también prácticas de las multinacionales Cargill, Kraft Foods, Unilever, Monsanto, Pioneer Hi-Bred. DuPont y Nestlé.
El G-20, grupo de los veinte países desarrollados y emergentes, se reunirá para proponer respuestas a la desbordada especulación, y por ello, el imparable crecimiento de los precios de los alimentos.
Estados Unidos padece actualmente la peor sequía que ha afectado a su territorio en más de cincuenta años: La sexta parte de su cosecha de maíz ha sido destruido, provocando una hiperinflación alimentaria: Luego que el Departamento de Agricultura de dicho país redujo su estimación de producción en un 17 por ciento, el precio del maíz subió el 10 de agosto un máximo récord en la Bolsa de Chicago.
Los precios del trigo también sufren un alce incontrolado de un 19 por ciento, gracias a sequías y las elevadas temperaturas en Rusia, Kazajstán, Australia, Argentina y China. También se ve afectada la soja.
Según el Centro de Prensa de la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el índice de precios de los alimentos sube sólo un seis por ciento, “quedando todavía muy por debajo del máximo de 238 puntos alcanzado en febrero de 2011.” Pero más adelante mencionan que el índice de los precios de los cereales ha subido un 17 por ciento con respecto a junio, encontrándose todavía 14 puntos por debajo de su máximo histórico del 2008.[i]
LO POLÍTICO DEL HAMBRE
La subida del precio de cereales recuerda a la crisis de alimentos de 2008 que dio lugar a revueltas en más de treinta países en todo el mundo. El catedrático de geopolítica y negocios internacionales en la Universidad Nacional Autónoma de México, Alfredo Jalife-Rahme, acaba de publicar un libro en el que desarrolla su tesis que sitúa al “detonador alimentario global como principal causante de las revoluciones árabes en curso.”[ii]
“A mi juicio, la crisis multidimensional, cuyo corolario superlativo epitomiza la crisis alimentaria, es consecuencia de la desregulación del modelo neoliberal y su cartelización a tendencia oligopólica. Los cárteles alimentarios de Estados Unidos (…) han usado los alimentos como arma geoestratégica y han impedido el desarrollo agrícola de las regiones periféricas a Estados Unidos, ya no se diga la tecnificación genética de la agricultura por Monsanto, que sirve doblemente el propósito de maximizar las ganancias y controlar políticamente la hambruna global.”[iii]
Jalife denuncia a las multinacionales Cargill, Kraft Foods, Unilever, Monsanto, Pioneer Hi-Bred. Dupont, Nestlé y sus compañeros por usar sus ingresos “con fines geopolíticos para dominar a los pueblos y países de la Tierra que ostenta más de 1 mil millones de hambrientos.”[iv]
El economista y periodista Raj Patel publicó en 2008 el libro Obesos y famélicos: El impacto de la globalización en el sistema alimentario mundial en el que analiza: “Hoy, cuando producimos más alimentos que nunca, una persona de cada diez padece hambre. El hambre de 800 millones sucede al mismo tiempo que otra primicia histórica: que son superados en número por los mil millones de personas en este planeta que tienen exceso de peso”[v].
ALIMENTO DEL TERCER MUNDO VS. COMBUSTIBLE DEL PRIMER MUNDO
La subida del precio de alimentos de primera necesidad nos obligan también a replantear el debate sobre el destino de alimentos. Mientras que una hiperinflación alimentaria afectará más a los países en vías de desarrollo que a los países desarrollados. En varios países un porcentaje creciente de las cosechas están dedicados a la producción de combustibles.
Según publica Financial Times el 12 de agosto, las Naciones Unidos han exigido una “inmediata suspensión de la producción del etanol por mandato del gobierno de USA”.
EL CUMBRE DEL G-20
Luego del 2008 se creó como respuesta política el Sistema de Información del Mercado Agrícola (SIMA), mecanismo apoyado por el G-20. Este sistema fue creado bajo la presidencia francesa del G-20 para compartir información sobre los precios de los cultivos y para evitar una repetición del 2008. En específico el Foro de Respuesta Rápida es el que se plantea utilizar por primera vez para enfrentar a la posible crisis alimentaria futura, asunto a decidir por Francia, Estados Unidos y México en una teleconferencia a finales de agosto. Según como estos tres países evalúan la urgencia del tema, el foro podría convocarse tan pronto como a inicios de septiembre.
Cabe dudar si el G-20, como agrupación de países ricos e interesados en mantenerse ricos, estarán tan urgidos sobre un tema que afectará sobre todo a los demás países. El secretario del SIMA, Christopher Matthews, explicó que “la conferencia discutirá lo que se puede y lo que no se puede hacer. Será una primera discusión, con la idea de llamar posiblemente a otra reunión en una fecha posterior, aunque eso no se ha decidido todavía”[vi].
Saque sus propias conclusiones.
Gwendolen Pare
El Ciudadano
[i] Centro de Prensa FAO, 9 de Agosto 2012, http://www.fao.org/news/story/es/item/154266/icode/
[ii] A. Jalife-Rahme, 15 de Agosto 2012 http://www.jornada.unam.mx/archivo_opinion/autor/front/4
[iii] A. Jalife-Rahme, 15 de Agosto 2012
http://www.desdeabajo.info/component/k2/item/20372-“segunda-revuelta-juvenil”-que-viene-se-profundizan-crisis-alimentaria-y-financiera.html
[iv] A. Jalife-Rahme, 30 de Enero, 2011 http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2011/01/30/el-meganegocio-de-los-carteles-alimentarios-anglosajones/
[v] U. Mazzai, 21 de Marzo 2012 http://alainet.org/active/53526&lang=es
[vi] Reuters, 13 de Agosto 2012 http://eleconomista.com.mx/economia-global/2012/08/13/g20-busca-reunion-alarma-crisis-alimentaria