La organización Médicos sin Fronteras (MSF) ha denunciado en un comunicado una campaña de las grandes farmacéuticas para “retrasar los cambios en la ley de patentes en Suráfrica, mantener los altos precios de los medicamentos y extender su monopolio”. Médicos sin Fronteras apunta directamente a algunas farmacéuticas: Merck, Sanofi, Pfizer y Novartis.
Según aseguran, el pasado 17 de enero se filtraron una serie de documentos en la prensa surafricana que revelan “la existencia de un oscuro plan para iniciar una campaña de relaciones públicas, encubierta y a gran escala, con un presupuesto de 600.000 dólares y financiada mayoritariamente por el lobby farmacéutico con base en EE.UU”. La meta de dicha campaña, según MSF, sería “desestabilizar los tan esperados planes del Gobierno surafricano para la reforma de las leyes de propiedad intelectual, y conseguir de esta manera que no puedan entrar en vigor salvaguardas de salud pública que a día de hoy están ausentes en el sistema de patentes surafricano”.
La iniciativa del gobierno surafricano quiere acabar con los monopolios que se hacen mediante el registro de nuevas patentes de medicamentos que se han modificado ligeramente o son combinaciones de dos. Con estas actitudes, denuncian en el comunicado, “las farmacéuticas pretenden lograr la perennidad de las patentes bloqueando injustamente la competencia genérica. Las farmacéuticas consiguen así mantener los precios de los medicamentos muy altos y limitan la capacidad de los pacientes para acceder a los mismos”.
Médicos sin Fronteras apunta directamente a algunas farmacéuticas: Merck, Sanofi, Pfizer y Novartis, compañías que aseguran, “hace más de una década, cuando la epidemia del VIH/SIDA estaba en su mayor apogeo, intentaron negar el acceso de los surafricanos a antirretrovirales asequibles”. Para el coordinador general de MSF en Suráfrica, Andrew Mews, “la historia se repite ahora con los medicamentos para tratar la tuberculosis resistente, el cáncer, y otras enfermedades, ya que muchos de los medicamentos continúan patentados y cuentan con precios que están fuera del alcance de los pacientes y del departamento de salud”.
Algunos países como Brasil e India han conseguido un equilibrio correcto entre la promoción de la salud pública y el acceso a los medicamentos. En este sentido, las nuevas políticas de propiedad intelectual surafricanas, en el caso de que llegaran a aprobarse, se pondrían al nivel del conjunto de leyes de propiedad intelectual de otros países de renta media y también estarían acordes a la normativa internacional. Además, se sentaría un precedente positivo para otros países africanos que también están inmersos en procesos de reforma de su ley de patentes para tratar de asegurar que sus ciudadanos tengan acceso a los medicamentos que necesitan.
MEDICAMENTOS PARA PACIENTES OCCIDENTALES Y NO PARA POBRES
La denuncia de MSF se produce días después de que el consejero delegado de Bayer, Marijn Dekkers, en una entrevista concedida a la revista semanal Bloomberg Business Week, declarase: ”Nosotros no desarrollamos este medicamento para los indios, lo hemos desarrollado para los pacientes occidentales que pueden permitírselo”.
Las declaraciones vienen a propósito de las nuevas licencias que la India está aplicando sobre la propiedad de las patentes farmacéuticas. Esta decisión del Gobierno indio repercutirá a favor de los fabricantes locales para que produzcan medicamentos genéricos a un precio más barato y asequible para toda la población.
La empresa Natco Pharma fue la primera empresa nacional en obtener una de estas licencias de la oficina de patentes de la India. Así, elaboró el genérico del Nexavar, un anticancerígeno de Bayer que cuesta un 97% menos que el original. En 2013, la farmacéutica decidió recurrir el caso y en la actualidad se encuentra en manos del Tribunal Superior de Bombay. Para el consejero delegado de Bayer, estas licencias son “esencialmente un robo”.