La Guajira, región colombiana donde habitan la etnia wayúu, está marcada en rojo en los mapas del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), un color con el que señalan las zonas en las que menos llueve: no llega a 50 días al año.
Para obtener agua, los indígenas necesitan un molino de viento que la extrae del subsuelo. Pero cuando no sopla la brisa esta se acaba “y entonces uno tiene que inventársela”, comentó Aguilar, matriarca de la etnia.
Aunque el cielo esté tapado, el viento es caliente y mueve a toda velocidad las aspas del viejo molino construido en la época del general Gustavo Rojas Pinilla, dictador entre 1953 y 1957. En este desierto es habitual ver camiones cisterna atravesar sus llanuras acarreando el agua de las plantas desalinizadoras de la costa del Caribe hacia Uribia. Cobran alrededor de 38 dólares.
“Hay que reservar esa agua solamente para tomar porque para hacer aseo uno tiene que irse a una distancia de kilómetros y kilómetros a lavar“, señaló Aguilar.
Priorizan el agua para los niños
En una región en la que más del 98 % de los niños mueren por desnutrición. Los profesores priorizan el agua para los niños que caminan largas distancias, por más de dos horas, para llegar a estudiar y necesitan saciar la sed.
“La situación es muy crítica. Para conseguir agua para el colegio duramos hasta dos meses para que nos traigan un carrotanque con agua, y eso tenemos que cuidarlo como si fuera oro”, explica la rectora de la escuela Maleiwamana, Viviana Constán.
Eliécer Santander es un adolescente de 14 años que quiere ser ingeniero cuando sea grande, estudia en la institución etnoeducativa Maleiwamana y recorre cada día en bicicleta los 23 kilómetros que separan la escuela de su aldea.
Niños en riesgo
En 2018, se registraron 45 niños muertos por causa de la desnutrición o de problemas derivados.
Esto sucede a pesar de que hay unas medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a favor del pueblo wayúu y varias sentencias de la Corte Constitucional que ordenan buscar soluciones inmediatas a esta problemática.
Iliana Curiel, presidenta de la Sociedad de Pediatría en La Guajira, reiteró lo que ha planteado en varias ocasiones y es que esto tiene un origen multicausal.
“Esto se debe a la ola invernal, al acceso a los servicios en zonas dispersas, la continuidad en las atenciones, deficiencia en la atención primaria, pero la gran problemática es la pobreza. También a problemas estructurales que no se les ha dado solución como el acceso a agua potable, oportunidad de empleo, la inseguridad alimentaria en los hogares, hijos de madres adolescentes que nacen con bajo peso”, explicó.
Agrega que la ingobernabilidad en el departamento por los problemas que han tenido los mandatarios ha impedido dar continuidad a muchos programas de prevención en las comunidades.
https://www.elciudadano.cl/pueblos/conflicto-armado-tiene-al-pueblo-wayuu-en-riesgo-de-extincion/03/20/
https://www.elciudadano.cl/sociedad/mujeres-wayuu-piden-a-duque-atender-crisis-humanitaria-en-la-guajira-colombiana/02/22/