El coordinador de ACI, Eduin Capaz, manifestó que la presencia de cuerpos militares es una medida desesperada y arrogante del presidente Iván Duque
Comunidades indígenas condenaron este jueves la decisión del presidente colombiano Iván Duque de enviar 2.500 efectivos militares a la región del Cauca tras la muerte de la gobernadora y autoridad Neehwe’sx Cristina Bautista y de los guardas José Gerardo Soto, Asdruval Cayapú, Eliodoro Inscué y James Wilfredo Soto.
El miércoles 30 de octubre el presidente colombiano presidió un consejo de seguridad en Santander de Quilichao, norte del Cauca para anunciar la militarización de región.
Entre las medidas de seguridad anunciada por Duque está la instalación de la “Carpa blanca” en el Cauca colombiano para que con todas las autoridades del Estado e indígenas puedan trabajar en sus territorios y buscar quienes son las personas que les están causando el daño que está afectando a las comunidades.
Rechazo a la militarización
Las comunidades indígenas manifestaron que estas medidas no solucionaran la violencia y asesinatos a lideres para ello proponen la ausencia de efectivos militares y de las fuerza publica de los territorios.
Para el coordinador de derechos humanos de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte de Cauca (ACIN) Eduin Capaz el envió de 2.500 hombres de la Fuerza de Despliegue Rápido (FUDRA) N° 4, es una decisión desatinada, apresurada y arrogante por parte del Gobierno Nacional.
Capaz señaló que durante la Minga indígena de este año se solicitó al Gobierno la presencia de organismos de control que tengan presencia en el territorio, el respeto por los acuerdos alcanzados en el marco del Plan Nacional Integral de Sustitución (PNIS) y una acción conjunta entre instituciones y comunidades para la toma de decisiones, en contraste a la militarización.
El líder indígena sostiene que el accionar de las fuerzas de seguridad del Estado colombiano a sido ineficaz y se ha visto cuestionada en cuanto a la protección que brindan a las comunidades.
Carpa blanca
Sobre la propuesta de Carpa Blanca, el representante de la ACIN dijo que esta idea ya se ha puesto práctica sin dar los resultados esperados.
Capaz sostuvo que para que la carpa funcione la fuerza pública de estar ausente. Según el coordinador de derechos humanos, este pedido tendría dos razones: La coordinación debe tener un enfoque civil y no militar, y la confianza de las comunidades respecto a los uniformados se ha visto afectada por distintos hechos, que no se resolverán al estar en la misma organización.
Autogobierno
Una última alternativa para hacer frente a la seguridad en las comunidades indígenas es que el autogobierno impida a la Fuerza Pública ingresar armados a sus territorios.
El Estado colombiano se opone a esta propuesta indicando que de ser así los espacios se volveran incontrolables
Para Capaz la justificación del Estado oculta la ineficiencia del Estado para atender el problema de la violencia en las zonas rurales.
El coordinador de la ACIN añadió que a pesar de la presencia militar en los territorios o cerca a ellos, la violencia en Cauca no ha sido solucionada y las causas estructurales que la generan siguen vigentes.
Cortesía de TeleSUR
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