Organización mapuche se adjudica ataque a Carabineros en Tirúa: ‘Asumimos obligación de expulsar a empresas forestales y sus lacayos’

Este lunes se registró en el puente Lleu Lleu, ubicado en la Ruta P72-S que une las comunas de Cañete con Tirúa en la Región del Bío Bío, un ataque en contra de un contingente de Carabineros.

La acción consistió en la detonación de un artefacto explosivo al interior de un vehículo en las proximidades del puente ubicado en la provincia de Arauco y disparos en contra de los uniformados que se movilizaban en carros blindados.

Tras ello, en un comunicado publicado por el medio de comunicación Werken Noticias, la organización Resistencia Mapuche Lavkenche se adjudicó la emboscada en contra de los efectivos policiales, a quienes acusan de estar «al servicio de empresas forestales usurpadoras de nuestro territorio ancestral».

Junto con ello explican que con dicha acción están dando «un paso firme hacia la unidad de la resistencia mapuche en la zona Lavkenche y reafirmamos nuestro compromiso irrestricto de expulsar de nuestro territorio a las empresas forestales y cualquier otra expresión capitalista que atenten contra la vida mapuche y de los pueblos».

Profundizan en esta idea señalando que la aludida emboscada del 13 de abril «es fruto de numerosos nütram (diálogos) de las distintas expresiones de la Resistencia Mapuche (…) donde se ha plasmado materialmente la autonomía comunitaria en base a la independencia organizativa, alejado de las directrices políticas que la institucionalidad winka y empresas forestales han diseñado para algunas zonas mapuche, y que hoy amenazan con desatar una verdadera guerra interna amparada por el gobierno, fiscales y policías».

En ese sentido, denuncian que en la zona sur del Lago Lleu Lleu algunos dirigentes «yanaconas» (N.del.R.: que están al servicio de los usurpadores) han llevado a sus comunidades a trabajar «mancomunadamente» con la empresa forestal Mininco. Específicamente, acusan con nombre y apellido a los mapuches Santos Reinao, Jorge Lincopan y Arturo Millahual por haber «ocupado la lucha mapuche para intereses propios, arrastrando a sus bases a seguir bajo el yugo colonial de estas empresas que por años han saqueado y destruido nuestra tierra, secado nuestras aguas, alterado nuestro itrovil Mongen y enriqueciéndose a costa de la pobreza de nuestra gente».

Para comprender las acciones de este grupo de «yanaconas», la Resistencia Mapuche Lavkenche relata que en diciembre de 2018 once comunidades mapuche ocuparon el
fundo Choque perteneciente a Mininco, lo que terminó por ser nada más que «una puesta en escena para lo que vendría», pasando además «por encima de la lucha que otras expresiones de la resistencia mapuche desarrollaron por años en dicho fundo». A poco más de un año de esa supuesta toma, según agregan, la empresa ha vuelto a tener el control de esos predios y «los dirigentes, como Santos Reinao, se han convertido en contratistas de Mininco y las comunidades hoy reforestan este predio con pinos y eucaliptus, perpetuando así el modelo forestal».

Por otra parte, denuncian que la forestal «ha optado por incorporar a las comunidades al negocio y para brindar el éxito del plan, incluso han creado brigadas de seguridad armadas dirigidas por algunos mapuches, varios de ellos antiguos militantes de la resistencia mapuche que trabajan en complicidad con policías y fiscales». Aseguran que entre estos comuneros hay algunos que en 2015 fueron torturados por carabineros justamente al interior de un fundo de Mininco, además de ser encarcelados.