Un grupo de jóvenes llega a Totontepec Villa de Morelos, una comunidad mixe de Oaxaca, México.
Es un anuncio de Coca Cola, y como es típico en la publicidad de esta multinacional, sus protagonistas exudan alegría.
Tienen una misión: llevar «un mensaje muy especial» a los indígenas de ese pueblo, situado a 160 kilómetros de la capital oaxaqueña, en el sur del país.
Los jóvenes, todos ellos blancos y bien parecidos, traen con ellos hieleras con refrescos de la marca y trozos de madera.
Y construyen un árbol de Navidad con tablas rojas en el centro del poblado, y distribuyen las bebidas gaseosas como quien reparte felicidad.
Sin embargo, no todos están contentos con la publicidad.
Grupos que defienden los derechos de los consumidores y profesionales de la salud pusieron el grito en el cielo y exigieron al gobierno mexicano prohibir el anuncio.
Concretamente, la Alianza por la Salud Alimentaria, un ente que agrupa a organizaciones «preocupadas por la epidemia de sobrepeso y obesidad en México», tal como se describe en su página web, se dirigió la petición al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Coca Cola ya pidió disculpas.
El director de publicidad Diego Bracamontes dijo que «la intención no era insultar a nadie» y anunció la retirada del anuncio de internet.
¿Romper con prejuicios?
La Alianza por la Salud Alimentaria argumentó que la publicidad ataca la dignidad de los indígenas y contribuye al deterioro de su salud.
Es que México tiene uno de los mayores índices de sobrepeso y obesidad del mundo, y eso afecta particularmente a su población indígena.
Y lo mismo ocurre con la diabetes.
Además, la publicidad «es indignante para los indígenas», dice Diana Turner, vocera de El Poder del Consumidor, una de las asociaciones que conforman la Alianza.
Se refiere a que los jóvenes son todos blancos y llegan con unos cuantos refrescos y unas luces a ayudar a la comunidad indígena.
El objetivo de la publicidad, sin embargo, es animar a la gente a «romper con los prejuicios».
Así lo dice.
También señala que «el 81,6% de los indígenas mexicanos se han sentido rechazados por hablar otra lengua».
Así que los jóvenes construyen el árbol de Navidad con unas luces en las que se lee: «Tökmuk n’ijyyumtat».
«Permanezcamos unidos», dice que significa en lengua mixe.
«Tú también rompe con un prejuicio y compártelo usando #AbreTuCorazón«, pide el anuncio.
«Cada vez que lo hagas, encenderás una luz en el árbol de Coca Cola».
El anuncio ya no se puede encontrar en el canal de YouTube de la compañía.
Lo retiró el martes por la noche, después de que estallara la noticia.
Sin embargo, sigue circulando en internet, compartido por terceros.
Y las críticas se han multiplicado en otra red social, Twitter.
«Coca Cola está trabajando en una branding colonial en México con su campaña racista y exenta de tacto #AbreTuCorazon», dice un usuario.
Y otro se pregunta: «¿Por qué no muestras a gente de Oaxaca llevando su cultura a otros países?», preguntaba otro usuario.