Por primera vez, serán mujeres quienes gobiernen a un pueblo indígena en una comunidad de 150 familias.
Marciana, de 36 años y madre de 9 hijos, es la primera cacique, mientras que Olga, de 28 años y madre de tres hijos, será la segunda al mando en una comunidad con mucha presencia en las luchas de la región.
Al ser elegidas han declarado: “Prefirieron elegir a mujeres porque creen que podemos mejorar cosas que están sucediendo”.
La comunidad está asentada en una reserva natural que mantienen vigente desde hace años, viven de las plantaciones primarias, de la venta de sus artesanías y también son beneficiarias de las política públicas del Estado Nacional, cuentan con un colegio al que asisten más de 200 niños, lo que permite el bilingüismo y la obtención de conocimientos tanto del mundo de la comunidad como el de fuera.